pre Nocturna: Ahí va el diablo (2013)


¡Ahí va! ¡¡El diablo!!

Ayer jueves veintidós de mayo, dio el pistoletazo de salida  del festival Nocturna dos mil catorce, un evento tan esperado en esta página como la mayoría de edad de Chloe Morez  la invención de la máquina del tiempo. Para abrir boca, la organización del festival, en colaboración conjunta con la sala Artistic Metropol, ha programado la proyección de un ciclo de películas de terror sudamericanas, dándole un toque novedoso y arriesgado a este joven festival.

Ayer por motivos personales no pude asistir a más que a una proyección, la que dio punto y final al día. La película de terror mejicana "Ahí va el diablo".

Una familia va a pasar unos días en las afueras de Tijuana. Cuando hacen una parada para repostar gasolina, los niños se acercan a un cerro y desaparecen. Al día siguiente regresan con sus angustiados padres, aparentemente ilesos. Pero algo ha sucedido. Poco a poco, la madre irá notando en ellos un comportamiento anormal, que acaba derivando hacia lo monstruoso.

El director mejicano Adrián García Bogliano hace una película que intenta tener al menos un guiño de todas las películas famosas de terror entre los sesenta y setenta, esto incluye "homenajes" a films tan conocidos como "El exorcista", "Las colinas tienen ojos", "La semilla del diablo", "La última casa a la izquierda", "Poltergeist", "El Ente" o "The Haunting", por poner unos ejemplos, lo malo es que la mayoría de estos "homenajes" no llegan a funcionar por lo forzados que resultan. Para que nos hagamos una idea, y retrotrayéndonos a "The Conjuring" que partía de la misma base, en la película de James Wan conseguía que cada homenaje funcionase como un guiño cómplice al espectador, mientras que en la de García directamente resultan un ejercicio de "mira, he visto esta película, ¿a que molo?" que un homenaje en sí. El guión tiene momentos cargados de gran brillantez (que detallaré a continuación) que chocan con otros de puro tedio, como si padeciera un tipo de arritmia que no le deja desplegar todo su potencial. A su favor he de decir que tanto los momentos de drama familiar, incluyendo un guiño bien insertado a las películas de violación y venganza, como los pasajes en los que predomina el suspense están rodados con oficio e ingenio, aparte de un buen empleo de los filtros de la cámara y el uso que le da a las localizaciones, como si fuera un personaje más.

Referente a los actores protagonistas, diría que ninguno de ellos está especialmente destacable. Si bien hacen un trabajo correcto, lo cierto es que han de hacer cabriolas para mantenerse con unos personajes la mar de planos, amen de que no saben actuar como reaccionar cuando la película entra en el terreno sobrenatural. Susurran, lloran, susurran, ríen, gritan para luego susurrar, miran serio...y ya, esos son sus únicos registros, ah, sí, y también susurran durante TODA esa parte de la película. Cabrea que el único modo que tienen los actores para darle un cariz de temor a su voz sea la de hablar como si un bebé estuviera durmiendo al lado, cosa que se unió a que la sonorización de la copia no era muy buena, haciendo que esa parte los diálogos fuera apenas audibles. Un plus añadido que los niños no llegan a ser especialmente molestos; se dedican a poner cara de palo y a, sic, susurrar, dando un pelín de yuyu cuando les posee el espíritu de la golosina. Los secundarios abarcan todos los personajes "prescindibles" de este tipo de films, incluido el típico viejo de no vayan por ahí, y están porque...tiene que estar.

Lo malo es que el film, lejos de cumplir las expectativas a tanta tensión y tanto suspense, finaliza marcándose una apresurada salida de escena que se podría califica como poco más que floja, dejándonos con un final anticlimático y muchas preguntas en el tintero. Coñe García, ¿tras tanto relleno acabas la película de sopetón? Así sí que no machote, y es una lástima porque seguro que unos dos o tres minutos más le hubiesen venido bien.

En resumidas cuentas, película que parte de una premisa interesante, pero acaba por resultar sosa debido a sus intentos de ser tantas cosas a la vez. Se deja ver.

Nota: 5