Rincón Misingno: Santa Claus conquista a los marcianos


Hoy os traigo un plato de categoría para esta sección; nada más y ni nada menos que la película que emcumbró el género trash a la categoría de mítico, la película que hizo que un hombre disfrazado con cacerolas fuese un precedente (cutre) de Gort, la película  en que unos marcianos de baratillo sembraban las semillas del miedo en las pobres almas de la infancia aria...digo...estadounidense de la época. 
Me refiero si no a la Hipermegapelulaza "Santa Claus conquista a los marcianos".
La verdad que el punto de partida de la historia es muy curioso, diría yo que daría para una película de animación muy apañada, y es que se nos cuenta que la falta de cariño entre los niños marcianos han hecho de estos unos seres tristes, grises, incapaces de despegar los ojos de la televisión en donde ven, y aquí empieza lo chango, programas terráqueos que les muestra la utópica vida de los niños de allí, de estados unidos concretamente. Para más inri en la televisión muestran el taller de Santa Claus, en la que se encuentras los duendes/enanos mal disfrazados y al mismo Santa en plena elaboración de los regalos de Navidad...y sí, aquí el guión ya se le ha ido el organillo y está comenzando a desbarrar, pero creerme que todavía no es nada en comparación con lo que viene. Los marcianos, tras consultar al venerable de la cumbre local, deciden enviar una avanzadilla para secuestrar al dichosos Santa y así poder hacer felices a sus mocosos.
El argumento como podéis comprobar es una mezcla bastarda entre el libro "Marte necesita madres" y el film "Ultimátum a la tierra", incluso tienen un Gort de los chinos, pero contado con un tono de comedia infantil tan blanca que hasta le parecería moñas al mismísimo Papa(co). Cierto que los momentos de comedia premeditada resultan forzados a más no poder, en especial ese marciano bobalicón al que ahorcaría, y que pierden de goleada si son comparados con los momentos en los que el guión desvaría ya del todo y es un todo vale en el que no hay casi tregua, como la aparición del sabio de Marte, cuando los marcianos secuestran a los niños terráqueos o el asalto al taller de Santa con el robot a la cabeza, pero lo mejor que se puede decir de este "Santa Claus conquista a los marcianos" es que se pasa como un suspiro y aunque suene raro de verdad entretiene lo suyo con sólo poder ver la cantidad de burradas pro estadounidenses que se le van ocurriendo al director Nicholas Webster sobre la marcha, y que unos actores en piloto automático repiten como loros, aunque es cierto que eso le añade más valor cutre si cabe a esta película.

En resumidas cuentas, has de verla para creer que es el delirio hecho película. Eso sí, cuidado con la cantidad de azúcar  radioactivo que desprende.

El Rincón Misingno: Manhattan Baby



¿Veis la imagen que da pie a esta crítica del "Rincón Misingno"?
Sí, la de la niña y la serpiente con una Manhattan cubierta por las sombras como si del Apocalipsis bíblico se tratase...pues que sepáis que de esa imagen tan chula no hay absolutamente ni rastro en la película.
Si de algo sabía el director Lucio Fulci es que, a parte de crisparnos los nervios, era el vendernos una película, ya fuera esta una de terror la mar de digna o una mierda sin parangón, pero era capaz de hacernos picar una y otra y otra vez con la misma trampa. La verdad que no es algo novedoso, ciertamente la mayoría de directores italianos de la época desde Amato, Bava e incluso Argento usaban la táctica de crear unos carteles la mar de interesantes que distaban mucho del resultado final que nos mostraba el film, pero al menos llenaban las salas y dichas películas eran alquiladas en el videoclub. Era un negocio redondo.
Respecto a la película,es sin duda una película menor dentro de la irregular carrera de Fulci, pero al menos es no es tan chunga como a priori pueda parecer y, a mi modo de ver, mil veces mejor que otra obra del director como es "El destripador de Nueva York", una película que considero sobrevalorada en todos los aspectos, y que en comparación con la de "Manhattan baby", es un constante quiero y no puedo que del que acaba por resentirse a mitad de película.
Tontería cutre o no, el film está cargado de escenas gore que a más de uno le daría un vuelco la tripa, cómo por ejemplo la escena de la gaviota que picotea hasta la muerte a un barbas, o la de la niña  poseída haciendo gala de sus poderes. Sobra decir que un fan del género las disfrutará a tope, por que si es del resto pues va a ser que no...El guión no tiene casi ritmo, las actuaciones son de risa y están al servicio de unos diálogos de pura risa (la escena en la que se discute el origen demoníaco de la niña), por no hablar de los fallos en la iluminación que hace que por instantes no veamos nada de lo que tenemos ante nuestras narices, siendo eso una cosa muy grave de cara al final. El lado positivo lo encontramos en la dirección de Fulci, que pese a su arritmia natural, al menos aquí hace que no nos aburramos del todo, y despliega todo su potencial en las mentadas escenas dónde el gore hace acto de presencia, y logra elevar las cotas de diversión...y de que no te duermas en el sofá. Mención a parte merece la música de Fabio Frizzi, compositor también de "Nueva Yotk bajo el terror de los zombis" o "The Beyond", que aquí crea una partitura estupenda, mezclando temas de música sacra con toques sintetizador. Para escucharla y disfrutarla una y otra vez.

Lo dicho, una recomendación arriesgada, sé que a muchos huyen cuando oyen el nombre de Fulci, pero si tenéis tiempo y os sobra paciencia podéis echarle un ojo a esta película que a fin de cuentas no difiere mucho de lo que nos tenía acostumbrado el romano.

Retrocrítica: Arma Letal


Ah, la Navidad, esa bonita época del año en la que los hospitales se llenan hasta rebosar con casos de comas etílicos, atragantamientos, indigestiones, peleas, accidentes de tráfico y un kilométrico etcétera, por no hablar de que es la época en la que se registra el mayor índice de suicidios.
Vamos, una cruda realidad que contrasta con ese falso buenrollismo que nos intentan vender las grandes superficies, y que sinceramente, me terminan de dar más miedo que lo mencionado con anterioridad.

Por eso, y por muchas otras cosas más, la Navidad para mí es una basura, una mierda decadente y una gran mentira en la que la falsedad prolifera, mientras que los buenos sentimientos, esos que en teoría deberían de valer para todos los días del año, son más falsos que el árbol de poliestireno que adorna el salón de tu casa. 
El causante de todo ese odio descarnado al veinticinco de diciembre puede que, en gran medida, sea Shane Black, el autor de esas pelulazas llamadas "El último Boy Scout", "Kiss Kiss Bang Bang", Memoria Letal o, la que nos atañe hoy, "Arma Letal", y que en toda su sabiduría ambienta la mayoría de sus películas en esa temporada. Casualidad, que no lo creo, es cierto que gracias a este guionista muchos de mi generación empezamos a disfrutar de las películas de acción, pero no de la acción sin freno y sin cerebro de la década pasada, si no de una acción más realista (dentro de los cánones) y cruda pese a tener unos golpes de humor que rozaban la ironía. Unas películas que nos aventuraban que la década noventa sería mucho más dura y carente de esperanza, en donde por ejemplo un ex combatiente de Vietnam suicida, y no un hipermusculado ranger, era el héroe que debería salvar el día. 

Alentador, ¿eh?

"Arma Letal" fue dirigida por Richard Donner, el autor también de "La profecía" o "Superman", y que aquí pega un giro de ciento ochenta grados a su carrera para ofrecernos una "BuddyMovie", en el que dos policía de Los Ángeles deberían de colaborar juntos en un caso, pese a que al principio son patentes sus diferencias. Un argumento que a priori puede parecer manido hasta el exceso, incluso más de uno diría ya paródico, pero que aquí funciona a las mil maravillas dada la maestría conjunta de la que hacen gala Donner, los actores y de Black.
Por un lado tenemos al serio Murtaugh interpretado por Danny Glover, un responsable padre de familia que está deseando la jubilación, y por el otro tenemos a Riggs interpretado por Gibson, un ex militar al que todo el mundo cree que le falta un tornillo. Decir que ambos actores hacen de sus personajes unos seres absolutamente fascinantes sería el quedarme muy corto, la verdad que sólo hay que ver la escena del suicida o la charla previa al tiroteo en el desierto para saber que ellos dos, su complicidad y sus motivaciones son tan reales que hasta podrías creer que son ellos de verdad.

Son varias las escenas en esta película que vistas a día de hoy siguen siendo míticas;  la mentada escena del suicida, el principio con la chica saltando, el tiroteo en la autopista, las torturas a las que someten a los protagonistas, o la batalla final entre Riggs y Joshsua (Gary Busey haciendo de...Gary Busey) en el jardín de Murtaugh, pero la que sin duda considero La Mejor Escena con diferencia, es en la que Riggs trata de suicidarse con la bala de punta hueca. A día de hoy, vistas tantas películas como las que he visto, algunas de ellas muy sórdidas, esta escena aún consigue ponerme los pelos como escarpias, pero aún es más cuando está Murtaugh presente y Riggs le presiona para que le "ayude" a apretar el gatillo, ya que el trasfondo se aventura más sombrío que el que habríamos imaginado y hace que comprendamos que Riggs no es simplemente un pirado que quiere morir.
Los diálogos no se quedan atrás y nos dejan unos continuos toma y daca entre Murtaugh y Riggs, reforzadas con la improvisación de ambos actores (trabajo magnifico el de Gibson), en el que directamente ya se olvidan sus textos y se disponen a lanzarse puyas, como por ejemplo en las escenas de la comisaría o del bar tras haberse tirado al vacío Riggs. 

Contaría más y más sobre esta película pero dadas las fechas en las que estamos y como esta es una película navideña...¿a qué esperáis para volver a verla de una vez?

Lo merece y mucho.

La cabaña en el bosque



Tras mucho tiempo, demasiado diría yo, por fin se ha estrenado en nuestras pantallas La Película sobre "casas en el bosque" que dirigió de forma magistral Drew Goddard en dos mil nueve, y creerme:

La espera para poder verla en todo su esplendor ha merecido la pena.
Mucho tiempo sin duda desde que en el lejano dos mil nueve fuese anunciado a bombo y platillo este título, pero por avatares del destino hicieron que finalmente su fecha de estreno en salas comerciales fuese en dos mil doce, ya no sólo en nuestro país (que tardaría un año más) si no a nivel mundial, siendo significativa la pila de millones que recaudó "Los Vengadores" para que la película saliese adelante, y que Whedon se comprase una piscina de dinero a lo Tío Gilito. La verdad que es una historia larga de contar, incluso habría material para que alguien escribiese un libro, pero en esta reseña no le dedicaré más tiempo que lo citado en el párrafo anterior, así que sólo quedémonos con lo importante, y eso es que "La cabaña en el bosque" por fin está estrenada y lista para ver en pantalla grande.

Como debe de ser.

CUIDADO CON LAS APARIENCIAS

Hablar del argumento de este film sería haceros una putada enorme, y ya no os digo ver el trailer que directamente te hace verla entera, puesto que cualquier cosa, incluso la más mínima, haría que la experiencia que supone verla se fuese al traste. Vamos, como hace unos meses cuando me tocó hablar de "Bienvenidos al fin del mundo" sólo que esta ocasión las razones están multiplicadas por mil. Aún así, haré un breve resumen para que sepáis lo que os vais a encontrar:

"Un grupo variopinto de universitarios acude a una cabaña apartada en el bosque para pasar un fin de semana bestial. Ya allí descubrirán que no será lo que imaginaban...y ya paro".

Si de algo puede enorgullecerse tanto Goddard cómo Johss Whedon, ambos firmantes de la historia, es que crean una historia inteligente, trepidante (es un no parar) y novedosa hasta cierto punto, empleando todos los personajes, clichés o lugares comunes que nos han dejado las películas del género de terror que se han hecho desde los años setenta hasta ahora, y lo mejor de todo es que no cae en ningún momento en la autoparodia, siendo conscientes de lo ridículas que llegan a ser algunas de las situaciones que tan establecidas tenemos en este género, como ese esa trampilla que se abre por sorpresa, que cada personaje vaya por separado o incluso el viejo de "no vayan por ahí"). Desde su comienzo, en el que la película ya nos deja intrigados con esa charla entre los dos trabajadores, hasta su culmen cuándo se desata el infierno en la tierra, tenemos ya varios avisos sobre lo que vamos a presenciar no será algo que ya hayamos visto en otra película, chocando con los clichés que decía anteriormente que nos indican todo lo contrario, creando una agradecida atmósfera de incertidumbre que te hará exclamar "¡PERO QUÉ COÑO!" no pocas veces. La cantidad de sorpresas que oculta esta "Cabaña en el bosque" es ilimitada, y da gustó ver que incluso hoy en día, con todo ya visto o creado, una película de este género consiga dejarte con un palmo de narices y que sólo aciertes a aplaudir, cosa que vi tanto en Sitges como en el Metropol.
De los actores decir que todos están más que correctos, incluso el amigo Thor, aunque sobretodo destaca el papel de Jenkins (cómo no) del que poco cabe decir. Aún así os aviso que en un segundo visionado mejoran incluso, yo sé porque lo digo.
Muchas de las críticas que se han hecho acerca de esta película achacan que Goddard ha acentuado acción en favor de los momentos de terror puro y duro. No es para menos, ya que en todo momento sabes de dónde va a venir la amenaza que acecha a los chavales y, francamente, cuando hace acto de presencia no pegas ni un respingo, lo que quiere decir que con esta película miedo en el sentido estricto de la palabra no vas a pasar salvo unos puntuales momentos de tensión cómo el primer ataque al grupo.
¿Y eso es algo negativo? Bueno, depende de cómo te esté entreteniendo la película, puede ser algo que moleste o algo que te importe un bledo, y si ya te dejas arrastrar por la cantidad de secuencias brutales y el buen rollo que desprende pues ya ni te digo.

MATERIAL DE PESADILLA

Sin duda el principal fallo que le encuentro a esta película es el final. Con esto no quiero decir que sea malo o que le falte sentido con el resto de la película, al contrario, pero sí que te deja con una sensación de "quiero más y sin mesura". Creo que el problema es el de siempre en estos casos; tarda en llegar y acaba demasiado pronto, dejándote la miel en los labios cuándo sólo quieres ver/saber más.

En resumidas cuentas, una maravilla de película, de las mejores que he visto en líneas generales, y que has de ver seas o no seas fan del género. 
Os aviso que es mejor sin saber nada de nada.

NOTA: 10

Dolor y dinero




Esta es la apasionante historia de una panda de idiotas que querían comerse el mundo, aunque sería mejor decir que fue un grupo de subnormales a los que se les atragantaron las ansias de poder.
Ese y no otro sería la manera de resumir este film, aunque resumirlo con sólo estas palabras no le haría justicia tanto a la historia a la que sirve de base, y creerme, es para mear y no echar gota, cómo en el proyecto que se ha cascado Michael Bay, que aquí se deja de gilipo-Trasformers-lleces y hace una de sus mejores películas hasta la fecha.

CREO EN EL FITNESS

 La historia se centra en Daniel Lugo (Mark Whalberg demostrando que si le dan un papel bueno, cumple y con creces), un ambicioso entrenador de un gimnasio de Los Ángeles, que un día decide que quiere algo más que currar entre pesas, y decide que, junto a sus compañeros de trabajo (Dwane Johnson y Anthony Mackie), ha de secuestrar a un socio millonario del gimnasio (Tony Shalhoub), y sacarle todo su dinero. Una idea loca que acabará por volverse más aún cuando las ansias de más poder y, sobretodo, la estupidez afloren en el grupo.

La verdad que todavía sigo sin creer que todo lo que he visto en pantalla fuese una historia real, y que Michael Bay junto a Christopher Markus me han tomado el pelo de forma descarada con una gamberrada del tipo que nos tiene acostumbrado Hollywood. Pero no. Es cierto que se han obviado la mayoría de los nombres de quienes estuvieron implicados en este rocambolesco crimen, e incluso varias personas se condensaron en una, y que a algunas partes se le añadieron más acción en pos del ritmo narrativo, pero en líneas generales lo que vemos en pantalla es lo que de verdad pasó, lo que demuestra que muchas veces es cierta esa expresión y la verdad supera a la ficción.
El mejor punto a favor de este film es sin duda su dirección. Podemos decir muchas cosas de Michael Bay, que si se pasa mucho con los travelings, demasiada cámara lenta, muchos primeros planos y saturarnos con la dichosa cámara al hombro, pero que curiosamente aquí repite todos esos tics (incluso vemos la bandera estadounidense no pocas veces), sólo que están mejor repartidas y mejor dosificadas a lo largo de la película, y en ningún momento pueden llegar a hacerte pesadas. Otro punto a favor de Bay es que en ningún momento la película se hace pesada, y eso que sus dos horas de duración pueden darte a entender eso, pero en ningún momento cae en alguna laguna argumental a la que nos tiene acostumbrados (aún me acuerdo de esas mil tramas secundarias de "Transformers 3"), y aquí directamente va al grano sin andarse con rodeos.
A lo mejor estoy dando mucho jabón a Bay y estoy olvidando de que a lo mejor fue Markus con su guión y puesta en escena quién consigue "domar" al director de "La Roca", así decir que sin él a lo mejor esta película no hubiese sido tan redonda.

¿Y MI DEDO?

Un apartado para ellos solos merecen los actores, los cuales están no sólo increíbles en sus roles, si no que logran a mi entender sus mejores interpretaciones hasta la fecha, en especial Whalberg y Johnson.
Marky Mark no es de ese tipo de actores a los que las grandes compañías le hayan ofrecido un registro diferente que no fuese el de tipo de acción, aunque viendo que podía ser además un actorazo ("Infiltrados" y, por más que nos pese, "El incidente"), me extraña que no fuese hasta ahora cuando de verdad ha despegado su carrera como actor. En "Dolor y dinero" logra atraparnos con su discurso motivador al principio de la película antes de ser arrollado por un coche de la policía, y durante las casi dos horas restantes consigue que sintamos hacia él asco, pena, comprensión y rechazo mientras vamos viviendo sus torpes decisiones. Whalberg consigue, no con poco esfuerzo porque el tío se ha mazado ha base de bien, que un personaje tan idiota como podría/puede ser el de Lugo, consiga una cantidad ilimitada de matices y finalmente caerte bien.
Un gran papel, excelentemente interpretado, pero si hay un actor en esta película que de verdad puede hacerle sombra al protagonista de "The Shoother" ese es Dwayne "The Rock" Johnson, que directamente se come a todos los demás cuando sale él en pantalla. Johnson es de esa clase de actores que partieron de cero tras dejar su anterior trabajo de actor (SÍ, ACTOR) en la WWE, buscando su sitio en el mundo de la interpretación. Probó desde la acción ("El Rey Escorpión) al drama ("Southland Tales"), pasando por la comedia infantil ("El rompedientes") o la acción ("Doom"), donde no brilló especialmente, siendo las comedias de acción o de aventuras donde de verdad se veía que Johnson podría desplegar todo su potencial. Películas como "Be Cool", "El tesoro del Amazonas", "Superagente 86" o la saga de "A todo gas" demostraron que Johnson si se le deja puede dejarte a ti y a toda la platea con un palmo de narices, pero es con esta interpretación de mazas ultracatólico con afición a la drogaína de "Dolor y Dinero" cuándo de verdad ha conseguido dar el espaldarazo definitivo a quienes todavía no le daban crédito. Un papel que merecería al menos una nominación en los Oscars de este año a mi parecer.
Mackie lo hace muy bien, aunque quizás un poco menos que los otros dos ya que las mejores frases y tramas las tienen Whalberg y Johnson, pero es impagable cuando están Rebel Wilson (de la que hablaré más adelante) y él en pantalla, para más señas con cierto problema en las partes bajas por mezclar esteroides y calambres.
Del resto de los actores destacar a Rebel Wilson, una pedazo de actriz que ojalá tuviese más tiempo en pantalla, porque es impagable el oír esa voz que tiene unida a las burradas que suelta por la boca. Rob Corddy, Ed Harris y Tony Shalhoub están excelentes en sus papeles, aunque dan pena que los dos primeros no salgan mucho más tiempo en pantalla y que Shalhoub le den un papel tan fostiable y antipático, pero que lo clava cada vez que sale.
Bar Paly hace de tía buena idiota, pero os aseguro que hasta para eso hay que hacerlo muy bien o si no cara en la parodia barata, y os aseguro que ella lo hace muy bien.

MI NOMBRE ES DANIEL LUGO

En la parte negativa podría decir que la película en realidad no tiene mucho más que ver a una panda de metepatas metiendo la pata una y otra y otra vez, y que a lo mejor hay gente (que la hay) a la que no le guste ver tanto embrollo para al final quedarse como estaban, más o menos como pasaba en "Quemar después de leer". Otro fallo es que la banda sonora es demasiado épica, o eso me pareció a mí, para esta clase de película. Si de verdad quisieron darle un toque de coña a la historia con esta música no lo consiguieron, e incluso casi al final en las islas Caimán llega a irritar.

A lo mejor es hilar muy fino en esa búsqueda de fallos, pero es que la película de verdad es muy buena y que sus fallos son minúsculos en comparación con este entretenimiento de primer orden.
Muy divertida, muy bien interpretada y mejor dirigida...todavía no sé qué es más increíble, que está película se base en una historia verdadera o que esté dirigida por el mismo de "Transformers 2".

NOTA: 8

Carrie (2013)



Antes de empezar a hablar largo y tendido sobre esta nueva versión de "Carrie", quisiese decir de ella que si por algo destaca/aqueja este film es ser tanto una película correcta como un remake correcto.
Correcta en su dirección, correcto en su guión, correcta en sus actuaciones, correcta en su música, correcto en su desarrollo...todo, absolutamente todo en ella es correcto durante su ajustada hora y tres cuartos de duración. Una cosa que no está nada mal, incluso más de un remake reciente firmaría por ser como esta cinta, pero tras verla y repasarla unas cuantas veces en tu cabeza, ese "correcto" que tan buen gusto te dejó empieza a pesar (mucho), llegando a ser su mayor carencia, aunque de eso hablaré un poco más abajo.

Así que sin más dilación pasemos a ahondar en la historia de esta telequinética llamada Carietta White.

LA SANGRE ES VIDA

En esta clase de películas es fácil caer en las comparaciones tanto con el libro al que adaptan como con la película a la que remakea, pero siendo sinceros pocos de los chavales que estaban en la sala el otro día habrían leído o visto tanto el libro de Stephen King como la película de De Palma (geniales ambas), así que en este caso la realización de este remake, pese a no estar justificado al cien por cien, sí que se le puede ver un motivo achacando el bache generacional ya que muchos pueden considerar desfasadas las mentadas adaptaciones. Y la verdad es que trasladar esta historia al siglo veintiuno funciona bastante mejor de lo que cabría esperar.
El guión de Roberto Aguirre-Sacasa pese a no inventar el fuego resuelve la papeleta de adaptar una nvela/película mítica, actualizando única y exclusivamente lo necesario, por ejemplo, en los momentos en donde antes había un acoso directo por parte de la pandilla de Chris hacia Carrie, aquí hay encontramos el tan en boga ciberacoso, un vídeo colgado por Chris en YouTube para ser más exactos, como desencadenante de los hechos. Un acto a mi parecer más cruel que en la original, ya que el momento de las duchas ahora no sólo es visto por las chicas, si no que al ser colgado el vídeo en internet puede ser visto por todo el instituto, y por supuesto el mundo. Lo que no acaba de casarme tanto es como esta "nueva" Carrie no sabe lo que es la menstruación, ya no solo porque no lo haya oído entre sus compañeras de instituto, si no que es de suponer que hoy en día las clases de orientación sexual son impartidas en todas las escuelas occidentales, y la escusa que nos ponen de que la protagonista está totalmente alienada por la madre (incluso se dice que durante un tiempo es educada por ella en casa) es un argumento que no acaba por sostenerse según avanza la historia.
Ya centrándome en la dirección de Kimberly Peirce, de la que a parte de esta, de ella sólo he visto "Boys don´t Cry", que me pareció regulera, aquí opta por no destacar demasiado y simplemente sigue el camino marcado por De Palma, cosa que no esta mal ya que el original es inmejorable, pero te quedas con la sensación de que Peirce ha desaprovechado una ocasión de oro para ir un poco más allá, por ejemplo mostrando un poco más a ese profesor al que se le presupone liado con una de sus alumnas, o incluso de quedarse corta con la capacidad destructiva de la que Carrie hace gala al final, aún así la verdad que hace un buen trabajo, correcto más bien. Destacables son las escenas entre la protagonista y su madre, la mayoría en la casa, siendo de aplauso cómo rueda la famosa escena en la que Carrie acaba encerrada en el armario, predominando el plano medio y la sensación de asfixia y opresión, apoyándose en las imágenes sutiles pero impactantes (¿ese Cristo crucificado sangrando es una alucinación o no?).

MADRE E HIJA

No podría hablarse de una adaptación de "Carrie" si no se habla sobre la relación materno filial amor/odio que se establece entre la marginada chica y su ultracatólica madre. El principio, con la potente escena de parto (el mejor cambio con respecto a la de De Palma), nos pone en la pista de cómo serán las cosas ahora, y creerme, la madre de Moore poco o nada tendrá que ver con la que hizo Pipper Laurie en los setenta. Moore consigue que en una escena la cojamos cierta simpatía para acto seguido mirarla con un gesto de pavor, para al momento volverla a mirar con cierto margen de pena, demostrando que Moore tiene o le han dejado desarrollar un poco más a su personaje en esta versión. No me mal interpretéis, la interpretación de Laurie sigue siendo increíble, y aún a día de hoy resulta amenazante oculta tras esa falsa caridad cristiana, pero eso no quita que la interpretación de Moore sea más trabajada e inquietante, ver si no la escena en la sastrería con la madre de Sue o el final cuando se desata la tragedia. Sin duda lo mejor del film.
No mucho más atrás se queda Chloe Moretz en el papel principal, aunque cierto es que su precedente hace una sombra que llega a asustar (y lógico), pero la actriz logra que, no olvidarnos de Sisi Spacek porque eso es imposible, pero sí que podamos sentir algo respecto a su personaje, y que seguramente otra actriz en su luegar hubiese optado por pasarse de rosca y  sobreactuar en exceso. Otro punto a su favor es que en ningún momento interpreta al "patito feo rodeado de cisnes", como dice el libro, si no que aquí es simple y llanamente la rarita del instituto a la que su madre oprime y maneja a su antojo. El fallo que le veo a su interpretación es la falta de crueldad de la que hace gala de cara al final. No sé, no le vi un atisbo de maldad, de un poder sobrehumano manejado indiscriminadamente por una niña dolida, sólo a una chica encargándose de los capullos que han echado a perder su baile de fin de curso, aunque eso supongo que es cosa de la directora que no ha sabido ir más allá. Aún así Moretz hace un trabajo digno, más del que se le está reconociendo, si no ver las escenas con Moore que son donde más luce esta pequeña actriz.
Los demás actores actúan de manera solvente, aunque se echa en falta alguna novedad en sus papeles, ya que a fin de cuentas son los mismos salvo pequeñas variaciones y alguna que otra explicación de sus motivaciones. Los papeles de Sue y de Chris, interpretados respectivamente por Gabriella Wilde y Portia Doubleday son los que más varían con respecto a la original, siendo la primera más tridimensional y se explica el  verdadero porque de dejar a Carrie ir al baile por ella, mientras que la segunda es incluso más bestial y llena de maldad que  la interpretada por Nancy Allen. Los demás actores simplemente bien, algunos mejor que otros, pero correctos (sí, ya lo sé).

BAILAR, BAILAR MALDITOS

Da cierta pena que con la cantidad de medios de los que se dispone hoy en día, la cantidad de efectos con los que maneja la industria de Hollywood, cabrea que el final de esta cinta, el punto álgido que tan bien resolvió De Palma en los setenta con medios tradicionales, se haya quedado en un conjunto de efectos encadenados con mejor o peor fortuna, pero que a fin de cuentas acaba por ser lo peor de la cinta. Con esto no quiero decir que sea una mala escena, pero es aquí donde más pesa ese "correcto" que tanto he repetido a lo largo de esta crítica, de tan correcta y complaciente que es durante esa escena hace que no me la crea en ningún momento, ya no solo por los efectos que son de un videojueguil que asusta, en vez de usar los efectos tradiciones que tan bien funcionaban, si no porque la masacre final se queda en una pequeña escaramuza en la que se salvan muchos ya que Carrie es más específica en su venganza, haciendo que aparte de poco interesante quede descafeinada. 
Lo mejor hubiera sido ver como Carrie quemaba hasta los cimientos el pueblo entero, pero eso ya es valoración mía.

En resumidas cuentas, una película correcta con la que pasé un rato entretenido, pero ya. 
No es una película que vaya a ser recordada como la novela o  la película original, aunque he de decir que es mucho mejor que cualquier otro remake de esta historia que se haya hecho con anterioridad.

NOTA: 6


Thor: Mundo Oscuro


Segunda parte de las aventuras del rubio del martillo, en la que tendrá que hacer frente a miles de peligros hasta que finalmente sale victorioso.
Ese es el resumen de esta película, y si me apuras de todas las películas de superhéroes que se han hecho y que se harán, pero me pregunto: 
¿Qué es lo más importante de este tipo de películas?

LA PROBLEMÁTICA OSCURA:

He oído muchas críticas sobre esta película, aludiendo casi todas a lo rutinaria, por falta de sorpresas, y falta de ambición que llega a ser un lastre durante sus casi dos horas de duración, lo que enlaza con la pregunta que he formulado antes: ¿Qué es lo importante? Que este "Thor" resulte predecible y, hay que admitirlo, tontorrona en algunos pasajes, no significa que sea mala, al contrario, es una película muy divertida que pasa volando de lo que la disfrutas, y por desgracia ya las películas de superhéroes, por norma general, no han que ser divertidas si no algo más intenso, algo más oscuro...
¿Pilláis por dónde quiero ir, no?
Aclarar que adoro las películas que hizo Christopher Nolan sobre la figura (que no personaje) de Batman, en serio, me parece una trilogía redonda e interesante, las cuales podría ver una y otra y otra vez sin despeinarme, pero hay que reconocer que el significado de la palabra "héroe" ha quedado prácticamente desvirtuada debido sobretodo a esas películas. A ver, la visión que nos dio Nolan sigue siendo totalmente válida, pero otra cosa es querer que todas las películas de este género sean marcadas por el mismo patrón, cuando es prácticamente imposible. Para empezar, estas son más luminosas (pese al título) y despreocupadas/tontorronas que las de "El caballero oscuro", sólo hay que ver las películas anteriores y más aún teniendo el precedente de la increíble "Los Vengadores" en la memoria. 
Lo malo supongo que ha sido el subtitular el film con "El mundo oscuro", más o menos como le pasó a la nueva "Star Trek", cuando de oscuridad (argumental) tiene tirando a poca, así que por favor críticos del mundo, por una santa vez sentaos en la butaca y disfrutad de todas las sobradas, explosiones e incoherencias que haya. Viviréis más.

NO DIGAS HÉROE, DÍ LOKI

Otra cosa que se ha comentado hasta aburrir sobre esta película es el papel del ¿villano? Loki, encarnado nuevamente por Tom  Hiddleston, pero decir encarnado no sería lo correcto, más bien lo hace suyo. Sinceramente, hacía mucho tiempo, desde que Hugh Jackman se hizo con las garras de Lobezno, que no veía a un personaje idéntico tanto en apariencia como en psicología, y eso que en la primera entrega, pese a que lo hiciese bien, no me acababa de cuajar como villano (lo veía soso), pero llegó "Los Vengadores" y algo empezó a cambiar en este "villano", que pesé a ser cruel podrías identificarte, y hasta llegar a este "Mundo oscuro" en donde de verdad se hizo Grande. Sin desvelar mucho, el personaje de Loki pasa de ser la quinta mierda a querer que aparezca en cada fotograma, mostrándonos una cantidad de registros que no podíamos creer en este asgardiano, ni si quiera en el del cómic. De diez, y ojalá (fijo) saliese en más películas/ series de Marvel.
Dado ya todo el jabón a Loki, decir que el resto de personajes tampoco lo hacen mal, diría yo que incluso mejor que en la primera dado que ya están acomodados en sus roles y que el director Adam Taylor se ve les deja mayor libertad que lo que les dejó en su día Branagh. 
La pareja protagonista, con un Hemsworth que sin duda ES Thor (ver la batalla del principio o las escenas en Asgard) y ya no tiene el semblante aburrido del que hacía gala en la primera, y una Portman divertidisima que hace un dúo brutal con Kat Dennings (más aprovechada que en la primera por suerte), se aprovecha de su bis cómica en contraste de la romántica (esas tortas...), dando más profundidad a su relación. Del resto de actores destacar lo épicos que están Elba y Hopkins, lo grande que es Ruso en su rol de reina que te puede partir el alma a patadas y un Eccleston que, si bien sale poco, hace un buen trabajo como villano de la historia.

CUANDO PRIMA LA COMEDIA

De Adam Taylor, el director de la película, poco o nada conocía hasta que vi en su ficha de IMDb que era el autor algún capítulo de Juego de Tronos y de su ópera prima "Mi Napoleón"con Ian Holm, que algún día recomedaré porque es muy simpaticona, y desde ese momento todo me cuadró. He de decir que la primera parte de la crítica he omitido que en este "mundo oscuro" hay sombras, pero sombras de conspiración y de traición desde el minuto uno de la cinta, con ese Éter oculto deliberadamente y con esa traición del villano Malekit a los suyos, es decir, nada que no se haya visto con anterioridad en un capítulo de "Juego de Tronos", sólo que desde el prisma Marvelita, en donde todo acaba de manera suavizada y en dónde directamente se pasa al verdadero motivo por el que la película funciona: 
La comedia de aventuras.
Las escenas en Londres y Greenwich son deudoras de la alta comedia inglesa, y por alta comedia me refiero desde Mr. Bean (martillo colgado en un perchero), pasando por los Monty Phyton (almuerzos de charlas absurdas) y acabando con Benny Hill (el martillo persiguiendo a Thor a dónde sea), y, hay que reconocerlo, funciona igual o mejor que en "Iron Man". No digo que sea la payasada mayor, incluso hay escenas "durillas" (Loki destrozado por la ira), pero Taylor logra que en medio de una batalla campal esbocemos una sonrisa, o que varios diálogos jueguen de manera sutil con los dobles sentidos, y eso es de agradecer. 
Por lo demás, ya achacando un punto negativo, hubiese sido de agradecer un desarrollo de guión más elaborado, es decir, hay bastantes tiempos muertos entre escena y escena que no vienen a cuento (esos cazas entrando en uno de los portales), y que te dejan con la sensación de que si se hubiese invertido un poco más de trabajo hubiera quedado perfecta la película.

POR ASGARD

En resumidas cuentas, una película divertida a mas no poder, a la que ojalá no se la hubiera machacado tanto por su falta de pretensiones, pero si eres listo la verás con una sonrisa en los labios y unas ganas de aventura en el cuerpo. 

Ahora queda ver a esos "Guardianes" que se aproximan.

NOTA: 8

Holy Motors



Título original: Holy Motors.

Año: 2012

Duración: 115 min

País: Francia.

Dirección: Leos Carax.

Intérpretes: Denis Lavant, Edith Scob, Eva Mendes, Kylie Minogue, Elise Lhomeau, Michel Piccoli, Jeanne Disson...

Sinopsis:

Holy Motors (creo) que trata sobre un día en la vida del Sr. Óscar, un hombre sin personalidad pero a la vez capaz de interpretar toda clase de personajes: un ejecutivo, una mendigo, un maníaco, un asesino, un padre de familia, un anciano moribundo, un hombre orquesta...Como si de un gran teatro se tratase, el Sr. Óscar recorre París interpretando dichos personajes, pero ¿dónde están las cámaras o los focos? y, lo que es más importante, ¿dónde empieza la vida de este ser y donde acaba su interpretación?

Crítica:

Recuerdo cuándo llegué al Festival de Sitges del año pasado. Era un atípico, por soleado, jueves de Octubre, y tras llegar al pueblo de Sitges con dos horas de retraso por culpa de una mala combinación de los cercanías, y de la cagada de mi amigo Manu con El asunto de las maletas, pero esa historia es mejor contarla otro día. Nada más dejar los bártulos en la casa, nos dirigimos a recoger las acreditaciones a una caseta al lado del Meliá, en la que un extraño, pero extraño, extraño tipo al vernos recogerlas se nos intentó acoplar para, como veríamos más adelante, intentar colarse en algún pase sin pagar. Tras una breve charla, en la que hablamos de lo que nos traía allí y las películas que queríamos ver, el tipo en cuestión se puso muy pesado con una película de la que había oído hablar maravillas, y, no sé como, acabó por convencernos de ir a verla a un pase que comenzaba en media hora. La película, claro está (si no esta crítica se llamaría Iron Sky), era Holy Motors, y nos pusimos en la quilométrica cola llena de gafapastas, que casi daba la vuelta al hotel,  cosa que hizo aumentar nuestro temor hacia el film que en cuestión de minutos íbamos a ver, pero aún así intentamos aguantar el tipo de la mejor, y sonriente, manera posible. Antes de entrar, y tras hablar Manu con media fila sobre el corto (cuando se pone pesado, se pone pesado), nuestro "amiguete" admitió que no tenía entrada y que si podíamos hacerle el favor de colarle gracias a nuestras acreditaciones, pero como es de suponer ni nosotros estábamos por la labor y tampoco nuestras acreditaciones eran las llaves de Ali Babá, así que tras explicarle el tema, y un con un más que considerable mosqueo, el tipo se marchó para no volver a aparecer durante los días que estuvimos allí, para suerte nuestra.
Cuando ya entramos para dentro de la sala ocupamos unas butacas que daban al pasillo y estaban más o menos bien situadas para no perdernos lo que íbamos a ver...y ojalá nos lo hubiésemos perdido.
Os preguntaréis por qué me he enrollado con la historia de cómo llegué a Sitges, de cómo conseguimos las entradas y sobretodo cuando nos encontramos con el tipo ese en vez de hablar del film, pues bien, yo considero que hasta ese punto, antes de que se encendiese el proyector, todo lo que nos había sucedido era más interesante que esta mierda de pseudofilm con pretensiones. En parte comprendo que haga las delicias anales de los gafapastas y hipsters que se las dan de entendidos, no seré yo quien les diga qué han de ver, pero lo que no aguanto es que me tomen el pelo y eso es lo que Carax hace con su peliculilla.
Lo diré una y mil veces: Holy Motors es la película más sobrevalorada del año pasado.
Pese a ello, no es todo culpa de Leo Carax, al fin y al cabo si quiso hacer esa película, pese a ser mierda, pues bravo por sus huevos. Lo malo llega cuando casi todos los críticos mal llamado especializados (caso sangrante el que se llevase tantos premios en Sitges) se han encargado de alzar esta película a los altares de la categoría de obra maestra, y lo que es peor, catalogarla como obra de culto. Una obra de culto para mí es Posesión Infernal o El precio del poder, películas que no tiene pretensión alguna y hacen, al fin y al cabo, que la gente empatice con ella hasta tal punto que la considere un imprescindible. Entonces ¿Holy Motors debería de ser considerada de culto? Para nada. La película es una concatenación de sin sentidos, pese a que hay gente que la considera una metáfora sobre el mundo del cine (y una mierda), y que nunca llegas a empatizar con nada de lo que sucede en pantalla, al contrario, acabas de mal humor por no verle fin, por no mencionar que la historia tiene un desarrollo capaz de aburrir a las vacas.
En los puntos positivos destacaría a su actor principal, el galo Denis Lavant, que realiza una magnífica labor como camaleón sin vida, y que, por suerte, alguna historia llega a ser interesante (el padre y la hija dentro del coche o el de la banda de música en la catedral), curiosamente las historias más minimalistas son las que funcionan, en contra de las cacareadas historias del loco pelirrojo (con aparición de una Eva Mendes muy perdida) o la historia de desamor entre el protagonista y una compañera del gremio (Kylie Minogue que mejor estaba en el papel de Cammy de Street Fighter), ambas me dieron una pereza que a punto estuve de caer dormido en la butaca. ¿Y qué decir del final con las limusinas? Ridículo es quedarse corto, y eso se notó en la sala que entre risas de loco y muchos joder, el público fue abandonando la sala antes de que se acabase la escena. Para darse con un canto en la cabeza. Huelga decir que al final de la proyección se escucharon los pertinentes abucheos por parte del respetable público, entre los que no me encuentro ya que por muy mala que sea una película jamás la abuchearía, y abandonamos Manu y yo la sala con una sensación de odio y de rabia hacia la película en particular y un odio visceral hacia el tipo que nos la recomendó. Creo que si nos lo hubiésemos encontrado a la salida le hubiésemos atado a las vías del tren.
En resumen, una película que no me gustó, que no gustó al público de Sitges, pero que curiosamente, como pasó por ejemplo con El árbol de la vida, gustó a los cuatro gatos de siempre y estos acabaron por convencer a todo Diox de que era la polla en bicicleta.
Todos locos.
Ah, decir que la pude ver de forma gratuita hace unos días y, aún así, me salí de la sala para no dormirme.

Hatchet (saga)


Hará un tiempo, en el mes de Enero para más señas, pude ver las dos primeras (y por entonces únicas) partes de la saga de películas de terror-slasher llamada Hatchet. 
Hace unos días pude ver su tercera parte, una película que si bien me pareció algo menor, dado que es lo que hemos visto en las dos entregas anteriores sólo que hipervitaminado, es una película de la que poder sentirse orgulloso y como cierre de la saga es excelente. Entonces pensé, ¿por qué no hago un repaso de toda la saga en vez de ir una por una? Soy un vago, lo sé.

Salidas de la mente enferma de Adam Green, director de la primera y segunda entrega, estos films me parecieron unas películas la mar de curiosas, tanto porque sabían aunar con eficacia el slasher desenfadado de los ochenta (véase "Viernes 13") con el gore sin miramientos ni rasero de algún tipo, además se me hizo raro ver hoy en día un film estrenado en salas en donde proliferaran los litros de sangre y los higadillos lanzados a la cámara. 
La historia por su parte a priori más básica y rudimentaria no podría ser. A saber: un grupo de gente (chavales en su mayoría) son asediados/eliminados sistemáticamente por el asesino despiadado de turno. Argumento claro y sencillo, al que luego se le sumarán ciertos giros de guión, pero que a fin de cuentas desembocará en lo que el público quiere, es decir: Una orgía de sangre. 
Volviendo al director, decir que a Green le conocí en la cinta "Frozen", película que habla sobre los riesgos de esquiar, de la que admito no me pareció nada nuevo, pero que sí sabía manejar la tensión en un espacio reducido, dejando que la atmósfera fuese la que te envolviese para sacarte de quicio. En el caso de "Hatchet" pasa más o menos igual, la atmósfera de ese pantano de Lousiana se vuele más mal sana a cada minuto que pasa, aunque se puede decir que el recurso de usar un asesino la hace más directa, por no hablar de un humor negro que la hace más interesante que "Frozen". En el caso de la tercera parte, Green cedió las riendas a BJ McDonnel, ayudante de cámara de muchísimos films, entre ellos "Halloween" de Rob Zombi, y que aquí va sobre seguro y copia de pe a pa lo visto en las primeras partes, cosa que no es malo, pero sí que acaba por retarle interés.

Como suele ser norma no escrita de estos films, la estrella de la función era el matarife implacable personificado en el gigantón de Víctor Crowley. Dicho rol corre de la mano de Kane Hodder, un viejo conocido del género que incluso fue Jason Voorhees desde la séptima parte, y que aquí logra dotar a Crowley de un aura casi diabólica e imparable según la escena. Por su parte, la némesis de nuestro deformado paleto la encontramos en la figura de Marybeth (Támara Fedman en la primera parte y Danielle Harris en la segunda y tercera), una chica que guarda una mayor relación con Crowley, y que en principio no vemos. Decir que el cambio de Fedman por Harris en la segunda parte fue de crucial para que el personaje no acabase cayendo en el cliché, dado que con su labor acaba por convertirse en una rival de altura que incluso llegaría a ensombrecer al sureño en la segunda entrega.
Los demás personajes acaban por ser sólo carnaza con la que el asesino pueda afilar el hacha, con la única salvedad, y ojo que esto es lo mejor que tiene la saga, que dichos personajes están interpretados por actores del género. Por la pantalla desfilan actores de la talla de Sid Haig (THX 1138), Tony Todd (Candyman), Robert Englund (Pesadilla en Elm Street), Joshua Leonard (El proyecto de la bruja de Blair), Zach Galligan (Gremlims) y podría continuar dado que la lista es casi interminable. Apuntar que Parry Shen es el único actor que repite en todas las entregas a parte de Hodder, sólo que en diferentes roles, haciendo un apunte muy gracioso de esto en la tercera parte.

Entre lo más negativo que puedo verle a esta saga es también lo más positivo, y es en lo poco en serio que se toma a sí misma, llegando a niveles de sacarte de la película cuando ves que, por ejemplo, Crowley le arranca la columna vertebral a un personaje o le disparan con un bazooka, que es divertido sin duda, pero te deja con una sensación ¿y ahora qué más?
Pese a todo es muy divertida, y en resumidas cuentas, es de las pocas sagas de terror que en la actualidad vería del tirón sin despeiname, ya que el nivel entre cada entrega es bastante alto y son divertidas a más no poder.

NOTA (media entre las tres): 7

The Call


Cosas extrañas de la vida: Hará unos dos años salía del Melià de Sitges rabiando contra la anterior película de Brad Anderson, "Vanidingh on 7th Street"(2010), esa payasada sobre el Apocalipsis que parecía un precedente de "Juerga hasta el fin" sólo que sin gracia alguna y con el nuevo Darth Vader inexpresivamente fostiable. Una película que, poco después me enteré de este hecho, marcaría un punto de inflexión en la carrera de Anderson, el cual en vez de tirar la toalla decidió decidió volver a aprender la lección olvidada. Para ello dirigió varios capítulos de series de la talla de "Fringe", "The Killing", "Rubicon" o "Boadwalk Empire". Unas series cojonudas todas ellas, en las que Anderson supo volver a coger el ritmo perdido y la voluntad necesaria para dirigir de nuevo largos.

Hasta "The Call".

La historia que nos cuenta "The Call" es la de una operadora de la línea 911 de la policía que anteriormente había vivido un suceso traumático al no poder ayudar a una chica que finalmente murió. Un día, recibe la llamada de una chica que ha sido secuestrada por un misterioso asesino en serie.
Un punto de partida que sí, puede pecar de simple, y no seré yo el que os diga lo contrario, pero por suerte el guión de Richard D'Ovidio logra huir los lugares comunes del género, acabando por centrarse en lo que de verdad importa, y que es en donde destaca este film sobre otros, y es en la construcción tanto de personajes como en la construcción de la atmósfera asfixiante que te envuelve desde el principio. Dicho esto, hay que elogiar también la mano firme de Anderson tras la cámara, ya que hace suya una historia digna de la sobremesa de Antena tres, convirtiéndola en algo que pese a no reinventar nada (ni lo pretende), te hace incapaz de despegar los ojos de la pantalla, cosa que a día de hoy ya es mucho.

De los actores, puedo decir sin lugar a equivocarme que es de los mejores elecciones de casting que he visto en lo que llevamos de año, junto a quizás al de "World's End" o "Juerga hasta el Fin". Berry directamente se sale en su papel de telefonista torturada por el pasado, Breslin nos hace olvidar a aquella niñita de "Pequeña Miss Sunshine" y centrarnos en la pedazo de actriz en que se ha convertido, Michael Imperioli pese a tener un papel de mayor brevedad (sería estupendo verle más en pantalla) da gusto comprobar que sigue dando caña, y por último, pero no menos importante, tenemos a Michael Eklund, al que recuerdo sobretodo por "The Divide", y que aquí ejerce las funciones de villano con bastante solvencia y bastante mal rollo, así que sí, lo hace muy bien. Todos ellos por suerte se alejan del estereotipo al que más o menos Hollywood tiene asignado esos roles, y por suerte le logran dar una serie de matices/trasfondo a aquellos que interpretan. 
Lo repito, un casting de diez, sin duda alguna. 

En aspectos negativos pues podría señalar que a veces su falta de pretensiones logra sacarte de la película, siendo claro esto durante su segundo tercio, por no hablar de lo agobiante (si a eso se le puede llamar algo negativo) que resulta a veces, en especial las escenas del coche.

En resumidas cuentas, un eficaz trabajo por parte de Anderson, que recupera el ritmo perdido, y un rato agradabilísimo a costa del sufrimiento de la pobre Breslin. De lo mejorcito que pude ver en Sitges.

Nota: 7

The Green Inferno (2013)


Ah, amigos míos, por fin llegó lo que todos los fanáticos al cine de género esperábamos. Por fin llega el Festival ¿Internacional? de cine Fantástico de Sitges, para deleite de un servidor, que se ha pasado unos días de aúpa, en el que, durante cuatro días, mis capacidades físicas como mentales (¡zí!) se han puesto a prueba.

Ahora, ya de vuelta en los Madriles, solo queda recordar qué supusieron esos cuatro días y, sobretodo, hacer un balance de todas las películas vistas, tanto las buenas (que hubo muchas) como las malas (que por fortuna hubo pocas). Como no soy un cabrón, al menos no mucho, prefiero empezar con una de las segundas, el que supuso el primer film que pude ver nada más poner los pies en Sitges tras casi seis horas en el coche, e hizo que el sueño que arrastraba se disipase en un mar de tripas e higadillos varios.

Me refiero a la película sobre caníbales que nos ofrece el director Eli Roth (saga "Hostel"), titulada "The Green Inferno".

El argumento es el siguiente, un grupo de estudiantes/activistas en contra de la tala de árboles en Sudamérica, se desplaza hasta allí para evitar que una compañía maderera logre continuar su tarea. Logrado su objetivo, y en pleno viaje de vuelta, el avión que les transporta hasta casa sufre un accidente en plena selva. Nada más estrellarse, los supervivientes son atacados y posteriormente apresados por una tribu indígena que les considera el enemigo. Estos indígenas les demostrarán que hubiera sido mejor no sobrevivir al accidente.


No os voy a engañar, esta película es el primo hermano de una película mondo de los años setenta o de esas que surgieron a raíz del estreno de "Holocausto Caníbal" (1980). Sin más. Personajes, situaciones, torturas, muertes y demás ya los habréis visto a patadas en los otros films similares, incluso resueltas con mayor eficacia referente a las torturas y a las muertes. Entonces ¿qué es lo que puede ofrecer un film de estas características a un espectador curtido en mil batallas? En realidad nada si se piensa fríamente, pero si lo pensáis detenidamente ¿desde hace cuánto no veis en pantalla grande una burrada caníbal de estas características? 

Yo lo respondo: desde hace mucho.

Cierto es que, desgraciadamente, las cosas se han suavizado mucho desde los locos años setenta/ochenta. Por aquel entonces cada film que se estrenaba de este género debía mostrar una crudeza endiablada, capaz de superar (sin lograrlo) a la mítica "Holocausto Caníbal", lo que se traducía en un TODO VALE continuo y que la llamada moral o ética se quede en un segundo plano, muerte de animales e indígenas mediante. Como destacaba al principio, ahora las cosas han cambiado y se han suavizado, pero al menos se puede decir que no todo se ha perdido por el camino, y mucha del mal rollo que poseían se mantiene en espíritu en el film. Escenas como la primera muerte por parte de los caníbales te hacen ver que Roth no se andará con chiquitas, y pone (nunca mejor dicho) toda la carne en el asador. Ah, y hablando de Roth, se debería destacar su trabajo en este film. El director de "Cabin Fever" hace un esfuerzo hercúleo para que su "homenaje" no se le vaya de las manos, y, pese a dotarlo de humor negro, este nunca acabe en la tomadura de pelo que podría haber sido, logrando un desarrollo y un final que no traiciona su punto de partida.

De los actores, hay poco destacar. La protagonista Lorenza Izzo logra una interpretación bastante solvente, y sufrimos con ella en ciertas escenas, mientras que con el antagonista Ariel Levy dan ganas de matarlo con una piedra nada más conocerle (con la escena de la paja me hizo reír, eso sí), aunque ese es su cometido en el film, así que supongo que lo hace bien. Los demás, entre los que vemos a un "ex Spy Kid", son solo el aperitivo para los indígenas.


En el lado negativo señalar que hay veces que el ritmo falla. Hay un bache cercano al final que por suerte logra remontar en sus últimos minutos, pero que te deja una sensación de cierta rabia porque sin ello podría haber salido más redonda. Otro aspecto negativo a destacar sería el uso de los efectos especiales por ordenador, algunos son demasiado evidentes por poco trabajados - en especial la escena de las hormigas - , que te sacan momentáneamente del film.

En resumidas cuentas, una película que me dejo un buen sabor de boca y que espero volver a disfrutar en pantalla grande.

Ojalá.

Rincón Minsingno: Red State

Esta semana pasada, el fin de semana para más señas, he estado bastante pocho con un gripazo, haciendo que mis planes cambiasen de tal manera que me perdí cierta sesión de cine y las fiestas de las Rozas (Bea y Carlos, tenemos que ir de vacaciones). Aún así mis ganas de ver buenas películas no disminuyeron si no que me hicieron más creativo.

El sábado decidí rememorar a ese gran incomprendido que es y será Kevin Smith, autor de la mejor etapa de DareDevil que he leído. Para dicho homenaje desempolvé mi cofre con las dos de "Clerks"- caja de lujo, ojo -, saqué "Mallrats" de su prisión de plástico y para finalizar me dispuse a ver "Red State", film que no veía desde hace bastante, y que adquirí este verano por pura casualidad durante una visita al videoclub que está debajo de la casa del Sr. Raúl. 
No recordaba mucho de ella, sólo que me había gustado (verla en el quiosco es lo que tiene), así que no dudé ni un minuto en poner esa antes que "Vaya par de polis".

Desde el minuto uno el film te muestra sus cartas, demostrando que esta no va ha ser la película al uso que nos ha ofrecido el director de Nueva Jersey en sus años de carrera. Aquí el humor grueso a dado paso a unos diálogos currados y con mucha sal gorda, amén de un constante crítica de la sureña/paleta América del Norte, esa en la que los grupos integristas católicos son peor que el "mal" que tratan de remediar, manifestación en el entierro de un homosexual incluido.
Pero mejor no me centro en el argumento, porque sería destripar el film y este es de esos que cuanto menos sepas mejor.

La labor de Smith fue reconocida durante el Festival ¿Internacional? De Sitges 2011, en la que la película fue merecedora del premio a mejor película, y no es para menos, ya que, pese a no ser su mejor película (ese mérito lo tiene Mallrats), sí que demuestra que tiene dos cojones y que si se tiene que poner serio de pone...y de qué manera. Durante apenas una hora y cuarto tenemos una suma de géneros que van desde la comedia juvenil, terror (torture porn), drama social, suspense, policiaca y acción, y lo mejor de todo es que todos casan a la perfección como si hubiesen estado destinados a entenderse desde el principio. Lo que más se puede tachar de la labor de Smith, si bien no es un problema muy gordo, es que el film sea tomado como una pataleta de este en contra de sus críticos. Un "aquí manda mi polla y no me importa lo que digáis porque haré lo que quiera" que tan de moda está, tanto que Emmerich lo hizo con "Anonimous". Pero bueno, lo dicho, lo hace tan bien que se le perdona.

En cuanto a los actores destacar al tridente formado por Michael Parks, Melissa Leo y John Goodman, que interpretan a los villanos y al "héroe" de la película respectivamente. Los tres hacen un trabajo ejemplar, y se lucen con cada aparición que tienen ante la cámara, en especial Parks que se marca unos discursos de esos que provocan una punzante sensación de miedo con sólo escuchar su voz rasgada, no en vano, su trabajo fue premiado también en Sitges.

Para finalizar, y según leía en la portada del DVD, advertiría que obviéis el comentario que equipara esta película a una de Tarantino y los Coen, ya que es más falso que una moneda de Homer Simpson. 

Este film es puro y duro Kevin Smith.


Thabatomorphse




Prometía bastante esta película.

Demasiado.

Tanto las críticas que había oído, el director del film (el canadiense Éric Falardeau) cómo los espectadores que había visto hablaban de la película más "enferma" jamás filmada, incluso superior a la depravación que supuso a su modo la saga de "The Human Centripede", que por cierto, Manu, te debo un tirón de orejas por compararlas cuando NO se parecen en absoluto, así que me medio ilusioné creyendo que podría ser una autentica experiencia el ir a verla en una sala con gente, más o menos como pasó cuando vi "A Serbian film".

Así que la pregunta es ¿cumple las expectativas creadas? No, la verdad es que no, aunque una cosa buena que tiene es que no llega a defraudar en ningún momento.

POR PARTES.

La película nos narra la historia de una chica que un día comienza a sufrir una descomposición tanto física como psicológica...y ya.
No hay más argumento que contar.
Esta es una película que transcurre según las imágenes (explicitas) que nos muestran en pantalla. Porque aquí no hay dilema moral de algún tipo, o un giro de guión o un trasfondo elaborado de personajes, aquí simplemente es ver el proceso que sufre ella hasta pudrirse por completo, sin explicación alguna que valga, es decir, una película que en teoría va directa a lo que importa. Dicho eso, el guión es arritmico, peca de plano y tiene demasiados planos de relleno - la de veces que va la protagonista al baño a mear - incluso podría decirse que su primer acto, que debería ser el que te enganchase a la historia, llega a provocar tal sopor que me hizo salir del cine en dos ocasiones, no por asco, si no para que me diese el aire porque si no acababa por dormirme en la butaca. Por suerte para nosotros, según va avanzando historia, pese a que sigue sin ahorrarse los planos de relleno - conozco el baño de esa chica de memoria -, el nivel de putrefacción empieza a ser tal que se extiende a su nuevo apartamento, en donde la sangre mezclada con excrementos salpica la cámara, y empieza a sumar interés ya que estás atento a la pantalla para no perderte la próxima burrada que salga, y ya os aviso que aun quedan muchas hasta el clímax final, en el que ya  Falardeau hecha el resto (nunca mejor dicho) y hace una (larga) secuencia de la que me ahorraré en detalles.
Por cierto, hablando de Falardeau, destacar que, pese a todo, intenta aportar algo novedoso al panorama actual, volviendo al mal sano cine de los años ochenta, pero por desgracia pronto acaba por caer por culpa de alargar demasiado muchas de las escenas, o metiendo otras que no pegan - la escena onírica que te deja descolocado -, además de un uso del gore que a más de uno que tenga el estómago curtido en mil batallas le parecerá pobre o incluso gracioso, como es la escena de la mamada.


DESCANSE EN PIEZAS.

En cuanto a los actores, decir que Émile Beaudry es la película. A secas. Todo y todos orbitan a su alrededor, cada plano que hay en el film es de ella, y se deja cuerpo (se pasa desnuda toda la película) y alma (cuando chilla parece que aulla) en cada escena. Lo único a lo que se le puede poner pega a su interpretación, es que llegado un momento del film dan ganas de ahorcarla puesto que su histrionismo llega a tocar techo.
De los demás actores poco o nada se puede decir, simplemente no molestan o aparecen para desaparecer en la siguiente escena, como es el caso de los amigos de la chica.

SIN MAS PICADILLO.

En resumidas cuentas: Un irregular intento, aún así espero ver el siguiente film de este franco-canadiense, en el que ojalá se deje de pretenciosidades por su bien.

NOTA: 6

Expediente Warren: The Conjuring.



Con el curioso título de "El Expediente Warren" nos llega el nuevo film del director James Wan, autor también de la primera parte de la saga "Saw", la infravalorada "Silencio desde el mal", "Sentencia de muerte" y la aterradora "Insidious" (más su secuela en breves), y que en esta ocasión vuelve a la carga dentro del género en el que tan a gusto se encuentra:
El terror.
Pero no os equivoquéis; en este film no encontraréis ese terror anestésico, de ese que tanto abusa de los golpes sonido, los efectos especiales por ordenador, los personajes tipo y que se encuentra al servicio de un gore extremo, si no que aquí tenemos un uso del terror clásico, mucho más deudor del cine de los sesenta/setenta, en donde la tensión aumenta a cada minuto que pasa y que acaba por hacer que te revuelvas en la butaca.
Porque sí amigos míos, si algo se le da bien, pero que muy bien al director malayo es lo de dejar a la platea boquiabierta. Mediante las imágenes y situaciones que se plantean, logran transportarte a cuando eras un niño, cuando la sumade de oscuridad y un simple crujir de una puerta hacía que el corazón saltase del cuerpo, y eso es algo que muy pocos pueden lograr.

Así que sentaos cómodos y disfrutar si podéis.

Bienvenidos todos a "The Conjuring".

MIEDOS CON MUÑECAS

La historia narra la vida de dos núcleos familiares aparentemente dispares: La primera son los Perron, una numerosa familia de la clase media baja, que un día deciden irse a vivir a una casa (DANGER!) situada en Rhode Island. La segunda son los Warren, una familia acomodada de parapsicólogos con cierto renombre. Ambas familias acabarán por unir sus caminos debido a un furioso fantasma residente de la casa a la que se mudan los Perron y que atacará sin cuartel a la familia. Ya desesperados pedirán la ayuda de los Warren, que serán cruciales para lograr (o no) salvarlos de los entes que les amenazan.
Durante su ajustado metraje, que dicho sea de paso se te pasa volando, se dan cita todo tipo de fenómenos paranormales; desde los típicos objetos que se mueven, pasando por las posesiones - tanto de objetos como de personas - hasta fantasmas con una insaciable sed de venganza, pero al contrario que películas de reciente calado social, como son la saga "Paranormal Activitty" o "Insidious" (de Wan también), la acción comienza desde el minuto uno, momento en el que hace acto de presencia la muñeca Annabelle, y la llamo muñeca por su apariencia porque si no lo adecuado sería llamarla monstruo del averno o similar. En serio, el mal rollo que produce cada aparición de esta muñeca de tez blanquecina es tal que creará en vosotros una sensación de amenaza constante, llegando a su culmen en una de las mejores escenas de la película, y que la involucrará con la hija de los Warren.
Pese a este comienzo potente, y darte la (falsa) sensación de que no va a dar más de sí., para suerte nuestra la historia creada por Chand y Carey Hayes no pierde el fuelle, todo lo contrario, nada más llegar a la casa todo se tiñe de una oscura atmósfera desasosegante y malsana, como si el "miedo" que sufre esta familia traspase la pantalla y nos dé de lleno a los espectadores, logrando que, pese a que no hagan acto de aparición los espíritus que pueblan el hogar, uno siempre tiene esa sensación de amenaza constante que decía con Annabelle.
Escenas como las de el juego de las palmas, la casa temblando hasta los cimientos o en las que hace aparición la caja de música pueden calificase, sin riesgo a equivocarse, como las mejores escenas que se han visto en el cine de terror reciente, además, en ellas se ven que el director James Wan ha depurado su técnica de tal forma que su "Insidious" de dos mil diez, pese a ser terrorífica aún, ha quedado a años luz de esta. El director de "Saw" ha madurado de tal forma que ya no necesita hacer uso de los (pesados) golpes de sonido o un final que se excede de efectista y que achacaban "Silencio desde el mal" o la citada "Insidious" - su tercio final en "el otro mundo" -, y que por suerte, pese a no desaparecer, aquí apenas molesta. Aquí opta por el uso de imágenes impactantes, sin un abuso de los FX por suerte - momento sábana-, amén de una sorprendente bis cómica para nada cargante que logra rebajar a tensión...un poco al menos.

Por cierto, decir que ha plagado la película de guiños hacia las películas de terror de los setenta y ochenta, unos más evidentes y otros que os costará encontrarlos. Premio para el que encuentre todos.

En cuanto a los actores, destacar la labor de la siempre estupenda Vera Farmiga y una Lili Taylor que logra su mejor papel hasta la fecha, mientras que sus parejas en las películas, Patrick Wilson y Ron Livingston, se encuentran cómodos en sus roles y cumplen muy bien. Mención aparte merecen las jóvenes actrices que interpretan a las hijas de los Perron, todas ellas tienen su momento y logran que padezcamos con ellas el acoso de estos entes.

AHORA NO MIRES

En resumen, una película que debéis de ver como fans del terror que sois, además que encontraréis un concadenado de guiños que os encantará.

NOTA: 9

Monstruos University




Tras terminar de ver esta película tengo claras dos cosas:

1º- Mi amigo Manu tenía razón y el film no está nada mal, incluso diría que es de las mejores películas que ha hecho Pixar desde que estrenó la tercera parte de Toy Story allá por el dos mil diez.

2º- Si la compañía que nos trajo maravillas del séptimo arte como Ratatoui, Wall-E o UP no cambia su política de estrenos y vuelve a sus raíces,  preveo que empezarán a entrar en la dinámica del Disney de principios siglo; estrenando peliculillas que pese a ser simpáticas no tienen esa "magia" que sí tenían las anteriores.
Porque sí amigas y amigos, Monstruos University pese a ser tronchante durante practicamente todos los minutos de sus casi dos horas metraje, es una película divertida a secas y nada más. Pixar nos tiene muy mal acostumbrados, y al tratarse de quienes se tratan lamentas un poco que nunca llegue un momento para emocionar a los espectadores. Aún con todo encontramos (y esto ya es mucho) un agradable entretenimiento para la época estival que no debería perderse nadie, así que id preparando las togas, que nos vamos a la universidad.

DE ESTUDIANTES A MONSTRUOS

La historia comienza con un pequeño Mike Wazoski acudiendo en una visita con el colegio a la fábrica de sustos que veíamos en la primera parte. El pequeño Mike pese a ser tratado como un paria entre sus compañeros, es un optimista que tiene bien claro sus objetivos desde el principio: quiere ser un gran asustador, y por ello en un momento dado se cuela dentro de una de las puertas para demostrar lo que vale, y consigue ni siquiera el asustador y ni el niño que estaban dentro de la habitación puedan verlo. Pasan los años y un Mike ya mas crecidito ingresa en la Universidad de Monstruos junto a Randy (el camaleón de la priumera parte) y al que será su rival y posterior amigo, James P. "Sulley" Sullivan.
La trama parte de una mezcla bastante curiosa entre "La revancha de los novatos", "Desmadre a la Americana" y "Porkys", sólo que en vez de querer zumbarse chicas y beber los protagonistas centran sus esfuerzos ser los mejores asustadores en unas olimpiadas de sustos (es Disney a fin de cuentas). Según avanza la trama se ven incluso guiños a películas más recientes, como la saga de "American Pie" o "Van Wilder: Animal Party" hasta acabar con un claro homenaje a la mentada "La revancha de los novatos", y por homenaje quiero decir que lo han clavado punto por punto.
Lo bueno de la trama es que nunca decae, siempre ocurre algo en pantalla - memorables son esas pruebas de las Olimpiadas, destacando la primera con los erizos -, y siempre que prevemos que va a haber cierta moralina (que la hay, pero poca) el director le da una vuelta de tuerca que nos deja expectantes hasta el próximo lío de Mike y Sulley. Por cierto, hablando ya de los protagonistas, si en la anterior el protagonista era en mayor medida el grandote azul, pese a que Mike era el más carismático, aquí el ojo saltón es el protagonista absoluto, no en vano la película empieza con él y acaba con él, y toda es el eje central de toda la historia, es decir, lo que se hizo con Mate en "Cars 2" sólo que bien. La película además del dúo protagonista cuenta en su haber con un gran número de secundarios a cada cual más interesante, y en los que brillan con luz propia Squisy y su madre - genial el momento Patricio del primero y de la segunda en el coche escuchando Metal -, aunque se echa en falta un mayor papel de la decana en la trama (Hellen Mirren da escalofríos en la versión original) y que Randall no tenga un protagonismo más relevante en la trama como en la primera parte.

DIBUJA UN MUNDO MONSTRUOSO

En el tema artístico decir que Pixar a tocado techo, por ahora claro, y nos regala un gran trabajo de diseño tanto de personajes como de exteriores, con un colorido y una calidad/cantidad de detalles pasmosa que se encuentran a años luz de lo visto en "Cars 2" o "Brave". Hay una escena en la biblioteca en el que la bibliotecaria persigue a nuestros héroes arrasando con todo, pues bien, en el transcurso de la secuencia vemos volar por los aires libros, mesas, estanterías y maderas, todo ello con tal nivel de detalle, además del diseño de la bibliotecaria, que nos hará replantearnos dónde se encuentra el límite para esta compañía. 
Lo dicho: increíble.
Da un poco de rabia que sea el mundo de "Cars" y no este el que se expanda mediante series o secuelas porque la verdad me encantaría ver más de este mundo tan interesante.

MIKE, THE KING

En resumidas cuentas, una película divertidísima, con un ritmo envidiable y el único fallo que se le puede achacar es esa falta el toque Pixar que decía al principio.
Si disfrutáis tanto como yo de las películas de fraternidades es que DEBÉIS de verla. 

Nota: 8


Retrocrítica: Freddy vs Jason

Ayer por la tarde tuve la suerte de asistir al Artistic Metropol a un pase de la última película en la que se daban cita y mamporros las encarnaciones clásicas de los Jason y Freddy originales. Recordemos que lo que hubo a continuación (casi seis años después) fueron dos remakes, uno muy correcto y otro que digamos no cumplió las expectativas suscitadas, pero que al menos abren la puerta para ver futuras secuelas. Algo es algo.

Volviendo a la película, tras verla y disfrutarla sólo me queda una pregunta que hacer:
¿Por qué no se hicieron más de estas películas? Es decir, ¿por qué dado el éxito que generó este film, tanto monetario como de crítica, no se probó a meter a Michael Myers, Chucky o Pinhead? Cierto es que mucho se habló de una secuela en la que aparecería nuestro asesino favorito del día de los muertos, pero con el paso de los años nadie quiso arriesgar y en vez de eso optaron por los citados remakes, tan en boga últimamente, aunque sí que apareció una secuela en cómics llamada "Freddy vs Jason vs Ash", en la que el héroe de Michigan mediaba con su motosierra en la contienda de los dos asesinos y que sobra decir el si no estáis leyendo ese cómic ya tardáis en conseguirlo.
La cinta la dirige el interesante Ronny Yu, el director que devolvió a la vida (y al interés) al muñeco diabólico en "La novia de Chucky", y lo hace de manera ejemplar. En ningún momento de la cinta cae en la autoparodia barata y se toma bastante en serio las bases por las que ambas sagas se han sustentado a lo largo de los años (sangre y sexo), e incluso las expande para goce y disfrute del personal. Como ejemplo de ello, tras un prólogo que podría calificase de diez (Freddy como narrador incluido), ahí está la primera muerte en la que un chaval, tras el fornicio, se tumba en la cama para que a continuación Jason le haga una cirugía machetil para acto seguido ser rematado al doblarse la cama (¡!). Acaba de comenzar y ya tenemos sexo, desnudos gratuitos y muertes aún más gratuitas, por no hablar del uso que hace del suspense (yo hubiese apostado por la negra chillona), así que tenemos un comienzo de diez. Lástima que lo que viene a continuación es algo más soso, incluso los momentos de la fiesta, que deberían ser masacre continua, son de un lento que asustan, incluso Yu afirmó que él lo que quería era hacer en vez de una macrofiesta un funeral pero que New Line no le dejó por falta de presupuesto (sí...claro) y que si se piensa bien hubiese sido más lógico. Para nuestra suerte y disfrute encontramos que según avanza la película el ritmo aumenta cada vez más, incluido hay un amago de boca a boca a Jason, hasta tocar techo con el clímax en el que vemos nuestro ansiado enfrentamiento, y que me cuelguen si no cumple o sobrepasa las expectativas. Pura delicia friki en una ensalada de golpes bajos y machetazos sin control, de esos que verías una y otra vez en bucle y que por desgracia te dejan con ganas de más.

Referente a los actores decir que los "humanos" son mera carnaza, como suele ser habitual, y tanto sus motivaciones como trasfondo nos importan más bien poco, aunque la galería de chicas y chicas random de cuerpos neumáticos es amplia eso sí y al menos la vista lo agradecerá, en especial la protagonista (muy parecida a la finada Brittany Murphy) y sus dos gemelos siameses calvos. Carnaza nada más al servicio de Jason y de Freddy, que son el verdadero motivo por el que vemos esta película, y la verdad es que cumple más que de sobra. Robert Endgulnd es de esos actores que con sólo su voz y presencia logran que miremos embobados a la pantalla (también llamado el "síndrome Freeman"), y nos atrapa cada vez que aparece en pantalla ya sea caracterizado, a rostro descubierto o simplemente una sombra. Un grande entre los grandes, sin duda alguna. Por el otro lado tenemos a Jason, interpretado esta vez por el especialista Ken Kirzinguer, un mostrenco de dos metros diez, y que aporta poco más que presencia y mala baba al personaje del asesino de Cristal Lake, dada cuenta que ya sabemos su tendencia a ser parco en palabras. No se explota mucho al personaje en realidad, dado que poco mas se puede mostrar que no se haya visto ya en sus diez entregas anteriores, aunque casi al final vemos como fue el momento del ahogamiento de un pequeño y deforme Jason en el lago, y que queda la mar de chulo todo sea dicho.

En resumidas cuentas, una monster movie con asesinos que sabe ser entretenida hasta decir basta, y que es sin duda alguna un choque de titanes que nadie debería perderse.