Interesante propuesta surcoreana, que supone una notoria entrega al cine de gangsters. Hace tiempo que para los aficionados al cine, no es extraño ver como una cinematografía como es la coreana, ha ido "colando" cada año una película, entre las mas interesantes por ver. Son propuesta de género, sin por ello dejar de ser personales. Son atrevidas, y están impecablemente rodadas y diligentemente interpretadas. Especialmente llamativo sus logros en el campo del (cada vez mas difuso) "thriller", sin nada que envidiar al mejor Hollywood, estas películas son cine de primera.
Y precisamente ahora, cuando ya creíamos que lo habíamos visto todo, y teníamos pillados los "tics" propios de estas películas y que nada nos volvería a sorprender, de nuevo llegan para darle una nueva vuelta de tuerca al genero.
Alejándonos de los "paternalismos" en los que se podría caer al enfrentarse a un film proveniente de una industria cinematográfica "menor", New World destaca por sus propias virtudes, mas allá de lo meritorio del proyecto. Tomando como referente los clásicos del genero, Election y alguna otra película de la que omitiremos el titulo para no desvelar demasiado, New World construye algo nuevo, partiendo de algo viejo. Toma de estos referentes, y algunos casos, se atreve a llegar "mas lejos" que donde ellos llegaron.
Contando en lo técnico con un equipo de lujo, como es el director de fotografía Chung Chung-Hoon, el habitual de Chan-Wook Park (el director de la maestra Oldboy), y el montador Nam Na-Young, compinche del nombrado Kim Jee-Woon, la película hace gala de un gusto exquisito en lo visual. Elegante, pero brutal, como ya viéramos antes en otras propuestas de la misma nacionalidad, como A Bittersweet Life, la influencia del polar francés es palpable en cada fotograma, a nivel de puesta en escena y de tratamiento de personajes.
No menos reseñables la pareja de gangsters en cuya elección bascula la acción del film, como son esos trasuntos de Sonny y Fredo Corleone que representan Park Seong-Woong y Hwang Jeong-Min, respectivamente. Uno, animal y visceral. Toma lo que es suyo e inspira temor a propios y extraños. Otro, mas dado a las fiestas y las chanzas, al que nadie acaba de ver como sucesor para tan responsable puesto. Sin embargo, ambos son personajes mas complejos de lo que me atrevo a desvelar, y se revelarán como seres con "aristas", capaces de momentos inspirados y furia ciega. Sorprende el cambio especialmente en Hwang Jeong-Min, el férreo y trágico policía de The Unjust.
La cinta adolece de algún tramo complicado de seguir debido a su complejidad (como ya pasaba con alguno de los guiones anteriores de Park Hoon-Jung, como en The Unjust), haciendo ademas peligrar la veracidad del asunto en algún momento, pero acaba siendo una falsa alarma, ya que la película en ningún momento llega a aburrir ni a parecer poco realista a lo largo de sus 134 minutos de metraje.
Prejuicios (negativos o positivos) aparte, solo queda una recomendable muestra del cine de gangsters/mafias, construida sobre la mejor herencia del género, y que es todo un soplo de aire fresco para la cartelera. Para curiosos por filmografías foráneas y amantes del buen cine. No se la pierdan.