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El Rincón Misingno: Hush (Pánico)


Joyita inglesa la que traigo hoy por estos lares, y que descubrí gracias a un error en un concurso en el que se sorteaba el DVD de Insidius, pero acabaron por enviarme primero esta y luego la película de James Wan. Gracias a ese error conseguí tener esas dos películas, pero no di mucha importancia a esta, ya que pese a los premios que había ganado en festivales y demás, a priori parecía una especie de copia a medio camino entre El diablo sobre ruedas y Prime Cut, así que la aparqué a un lado. Dos meses después de recibirla, exactamente un domingo en el que no había nada que hacer salvo mirar la tele, decidí por fin quitarle el precinto y ponerla de una vez en el reproductor, no sin cierta pereza, eso sí, pero que pronto se me pasaría a tenor de lo que estaba viendo en mi pequeño televisor.
La película era lo que había supuesto en un principio, y en ella se encontraba una mezcla de la ópera prima de Steven Spielberg y del film protagonizado por Lee Marvin, además de unos cuantos ecos a Alta Tensión (el secuestrador/asesino implacable), pero que pronto se desvanecen en pos de un desarrollo, que, pese a ser muy similar al de Breakdown (rescate de la chica incluido), tiene bastantes señas de identidad para resultar atrayente y sobretodo entretenida.

Sin duda lo mejor de esta película es la pareja protagonista, ya que la química que destilan está muy trabajada, yo incluso lo pasé mal cuando se descubre que han raptado a la chica o el doloroso momento crucifixión (au). Por otro lado, la labor del guión es encomiable, y muestra a unos personajes que ante todo son de carne y hueso en vez de caer en el estereotipo de héroe sabelotodo que tan de moda están. Aquí el protagonista no es un valiente que de primeras se lanza a la lucha, al contrario, es un mindundi con un curro de mierda, problemas de pareja y que al principio tiene miedo, como lo podría tener cualquiera, al verse sobrepasado por circunstancias, e incluso intenta ignorar el tema hasta que raptan a su novia, momento en el que tendrá que tomar cartas en el asunto y armarse de valor, pero tampoco ahí es que se vuelva Rambo, que conste. Los demás actores tampoco es que tengan demasiado peso, por tanto solo quedan para que el protagonista o el asesino se topen con ellos y así avance la historia. Otro punto a su favor es que nunca veremos el rostro u oiremos la voz al asesino, lo que aumenta considerablemente la sensación de constante amenaza y le confiere un toque casi fantasmagórico.
La labor del director es calmada y directa durante los primeros veinte minutos de film, tornándose en desenfreno tras el rapto y hasta el final, logrando además que la acción no decaiga demasiado, salvo en momentos puntuales, como en la innecesaria aparición de una rehén del asesino. Una cosa que me pareció digna de aplauso es la atmósfera que impregna al film; al principio es luminosa como las estaciones de servicio a las que van los protagonistas o las autopistas por las que transitan, pero poco a poco las autopistas pasan a ser unas oscuras carreteras secundarias, hasta acabar en una atmósfera más oscura y asfixiante que te hace creer que has regresado a la América profunda de La matanza de Texas, destacando el momento en el que el protagonista va a una casa parecida a la que habitaba Norman Bates.

Puede que lo peor de este film sea su final, que para mí supuso algo bastante forzado y gratuito en relación a lo visto con anterioridad, aunque quiero creer que eso fue cosa más de la productora, más deseosa de un final feliz, que del propio director.

En conclusión, una película que se hace muy entretenida y que se pude ver en ella un remake inconfeso (e hipervitaminado) de El diablo sobre ruedas.