Monstruos University




Tras terminar de ver esta película tengo claras dos cosas:

1º- Mi amigo Manu tenía razón y el film no está nada mal, incluso diría que es de las mejores películas que ha hecho Pixar desde que estrenó la tercera parte de Toy Story allá por el dos mil diez.

2º- Si la compañía que nos trajo maravillas del séptimo arte como Ratatoui, Wall-E o UP no cambia su política de estrenos y vuelve a sus raíces,  preveo que empezarán a entrar en la dinámica del Disney de principios siglo; estrenando peliculillas que pese a ser simpáticas no tienen esa "magia" que sí tenían las anteriores.
Porque sí amigas y amigos, Monstruos University pese a ser tronchante durante practicamente todos los minutos de sus casi dos horas metraje, es una película divertida a secas y nada más. Pixar nos tiene muy mal acostumbrados, y al tratarse de quienes se tratan lamentas un poco que nunca llegue un momento para emocionar a los espectadores. Aún con todo encontramos (y esto ya es mucho) un agradable entretenimiento para la época estival que no debería perderse nadie, así que id preparando las togas, que nos vamos a la universidad.

DE ESTUDIANTES A MONSTRUOS

La historia comienza con un pequeño Mike Wazoski acudiendo en una visita con el colegio a la fábrica de sustos que veíamos en la primera parte. El pequeño Mike pese a ser tratado como un paria entre sus compañeros, es un optimista que tiene bien claro sus objetivos desde el principio: quiere ser un gran asustador, y por ello en un momento dado se cuela dentro de una de las puertas para demostrar lo que vale, y consigue ni siquiera el asustador y ni el niño que estaban dentro de la habitación puedan verlo. Pasan los años y un Mike ya mas crecidito ingresa en la Universidad de Monstruos junto a Randy (el camaleón de la priumera parte) y al que será su rival y posterior amigo, James P. "Sulley" Sullivan.
La trama parte de una mezcla bastante curiosa entre "La revancha de los novatos", "Desmadre a la Americana" y "Porkys", sólo que en vez de querer zumbarse chicas y beber los protagonistas centran sus esfuerzos ser los mejores asustadores en unas olimpiadas de sustos (es Disney a fin de cuentas). Según avanza la trama se ven incluso guiños a películas más recientes, como la saga de "American Pie" o "Van Wilder: Animal Party" hasta acabar con un claro homenaje a la mentada "La revancha de los novatos", y por homenaje quiero decir que lo han clavado punto por punto.
Lo bueno de la trama es que nunca decae, siempre ocurre algo en pantalla - memorables son esas pruebas de las Olimpiadas, destacando la primera con los erizos -, y siempre que prevemos que va a haber cierta moralina (que la hay, pero poca) el director le da una vuelta de tuerca que nos deja expectantes hasta el próximo lío de Mike y Sulley. Por cierto, hablando ya de los protagonistas, si en la anterior el protagonista era en mayor medida el grandote azul, pese a que Mike era el más carismático, aquí el ojo saltón es el protagonista absoluto, no en vano la película empieza con él y acaba con él, y toda es el eje central de toda la historia, es decir, lo que se hizo con Mate en "Cars 2" sólo que bien. La película además del dúo protagonista cuenta en su haber con un gran número de secundarios a cada cual más interesante, y en los que brillan con luz propia Squisy y su madre - genial el momento Patricio del primero y de la segunda en el coche escuchando Metal -, aunque se echa en falta un mayor papel de la decana en la trama (Hellen Mirren da escalofríos en la versión original) y que Randall no tenga un protagonismo más relevante en la trama como en la primera parte.

DIBUJA UN MUNDO MONSTRUOSO

En el tema artístico decir que Pixar a tocado techo, por ahora claro, y nos regala un gran trabajo de diseño tanto de personajes como de exteriores, con un colorido y una calidad/cantidad de detalles pasmosa que se encuentran a años luz de lo visto en "Cars 2" o "Brave". Hay una escena en la biblioteca en el que la bibliotecaria persigue a nuestros héroes arrasando con todo, pues bien, en el transcurso de la secuencia vemos volar por los aires libros, mesas, estanterías y maderas, todo ello con tal nivel de detalle, además del diseño de la bibliotecaria, que nos hará replantearnos dónde se encuentra el límite para esta compañía. 
Lo dicho: increíble.
Da un poco de rabia que sea el mundo de "Cars" y no este el que se expanda mediante series o secuelas porque la verdad me encantaría ver más de este mundo tan interesante.

MIKE, THE KING

En resumidas cuentas, una película divertidísima, con un ritmo envidiable y el único fallo que se le puede achacar es esa falta el toque Pixar que decía al principio.
Si disfrutáis tanto como yo de las películas de fraternidades es que DEBÉIS de verla. 

Nota: 8


Retrocrítica: Freddy vs Jason

Ayer por la tarde tuve la suerte de asistir al Artistic Metropol a un pase de la última película en la que se daban cita y mamporros las encarnaciones clásicas de los Jason y Freddy originales. Recordemos que lo que hubo a continuación (casi seis años después) fueron dos remakes, uno muy correcto y otro que digamos no cumplió las expectativas suscitadas, pero que al menos abren la puerta para ver futuras secuelas. Algo es algo.

Volviendo a la película, tras verla y disfrutarla sólo me queda una pregunta que hacer:
¿Por qué no se hicieron más de estas películas? Es decir, ¿por qué dado el éxito que generó este film, tanto monetario como de crítica, no se probó a meter a Michael Myers, Chucky o Pinhead? Cierto es que mucho se habló de una secuela en la que aparecería nuestro asesino favorito del día de los muertos, pero con el paso de los años nadie quiso arriesgar y en vez de eso optaron por los citados remakes, tan en boga últimamente, aunque sí que apareció una secuela en cómics llamada "Freddy vs Jason vs Ash", en la que el héroe de Michigan mediaba con su motosierra en la contienda de los dos asesinos y que sobra decir el si no estáis leyendo ese cómic ya tardáis en conseguirlo.
La cinta la dirige el interesante Ronny Yu, el director que devolvió a la vida (y al interés) al muñeco diabólico en "La novia de Chucky", y lo hace de manera ejemplar. En ningún momento de la cinta cae en la autoparodia barata y se toma bastante en serio las bases por las que ambas sagas se han sustentado a lo largo de los años (sangre y sexo), e incluso las expande para goce y disfrute del personal. Como ejemplo de ello, tras un prólogo que podría calificase de diez (Freddy como narrador incluido), ahí está la primera muerte en la que un chaval, tras el fornicio, se tumba en la cama para que a continuación Jason le haga una cirugía machetil para acto seguido ser rematado al doblarse la cama (¡!). Acaba de comenzar y ya tenemos sexo, desnudos gratuitos y muertes aún más gratuitas, por no hablar del uso que hace del suspense (yo hubiese apostado por la negra chillona), así que tenemos un comienzo de diez. Lástima que lo que viene a continuación es algo más soso, incluso los momentos de la fiesta, que deberían ser masacre continua, son de un lento que asustan, incluso Yu afirmó que él lo que quería era hacer en vez de una macrofiesta un funeral pero que New Line no le dejó por falta de presupuesto (sí...claro) y que si se piensa bien hubiese sido más lógico. Para nuestra suerte y disfrute encontramos que según avanza la película el ritmo aumenta cada vez más, incluido hay un amago de boca a boca a Jason, hasta tocar techo con el clímax en el que vemos nuestro ansiado enfrentamiento, y que me cuelguen si no cumple o sobrepasa las expectativas. Pura delicia friki en una ensalada de golpes bajos y machetazos sin control, de esos que verías una y otra vez en bucle y que por desgracia te dejan con ganas de más.

Referente a los actores decir que los "humanos" son mera carnaza, como suele ser habitual, y tanto sus motivaciones como trasfondo nos importan más bien poco, aunque la galería de chicas y chicas random de cuerpos neumáticos es amplia eso sí y al menos la vista lo agradecerá, en especial la protagonista (muy parecida a la finada Brittany Murphy) y sus dos gemelos siameses calvos. Carnaza nada más al servicio de Jason y de Freddy, que son el verdadero motivo por el que vemos esta película, y la verdad es que cumple más que de sobra. Robert Endgulnd es de esos actores que con sólo su voz y presencia logran que miremos embobados a la pantalla (también llamado el "síndrome Freeman"), y nos atrapa cada vez que aparece en pantalla ya sea caracterizado, a rostro descubierto o simplemente una sombra. Un grande entre los grandes, sin duda alguna. Por el otro lado tenemos a Jason, interpretado esta vez por el especialista Ken Kirzinguer, un mostrenco de dos metros diez, y que aporta poco más que presencia y mala baba al personaje del asesino de Cristal Lake, dada cuenta que ya sabemos su tendencia a ser parco en palabras. No se explota mucho al personaje en realidad, dado que poco mas se puede mostrar que no se haya visto ya en sus diez entregas anteriores, aunque casi al final vemos como fue el momento del ahogamiento de un pequeño y deforme Jason en el lago, y que queda la mar de chulo todo sea dicho.

En resumidas cuentas, una monster movie con asesinos que sabe ser entretenida hasta decir basta, y que es sin duda alguna un choque de titanes que nadie debería perderse.

El rincón Misingno: Cockneys vs Zombis


Armados y cabreados
Bajo el horrible, pero horrible de cojones, título de "Invasión zombi" nos llega "Cockneys vs Zombis", una simpática película que pude ver tanto en el Festival de Sitges como en el SciFi de Madrid, en el asistimos al asedio al que son sometidos varios octogenarios de una residencia de ancianos por una horda de putrefactos comedores de carne humana. Con la ayuda de los nietos de uno de los residentes, que acaban de dar un palo a un banco del centro de Londres - robo de millones incluido - , y con un centenar de armas, harán frente a esta invasión en la que harán todo lo posible para escapar con vida...y con los millones robados, claro.
Vista ya por tercera vez me he dado cuenta que la película en sí no tiene mucho más de interés (y por interés me refiero a divertida) que ver las escenas en las que están presentes los ancianos en contraste con las que aparecen solo los jóvenes, que me resultaron muy aburridas en su conjunto. Es cierto que se escapa la carcajada con alguno de ellos (en especial ese negro colgado con una placa de metal en el cráneo), pero ver a un zombi persiguiendo a un viejales con un taca-taca o como uno de ellos dispara las uzis, pues oye, es tan grande que tras ver su final te deja con ganas de más, y no precisamente de ver a unos criajos haciendo el mongolo con una furgoneta o probando puntería con los podridos.
"Jubilaciones a mí".

Pese a sus fallos la película se disfruta de principio a fin y lo mejor es que se te pasa volada, así que no esperéis a echarle un ojo. Os aseguro que os partiréis de la risa.
Ah, una recomendación: no es que debáis, es que ÚNICAMENTE tenéis que verla en versión original, ya que es el único modo de apreciar el acento de estos personajes procedentes de los bajos fondos de Londres (los Cockneys del título). 


El hombre de acero.




Hará unas semanas se estrenó la llamada "Película de la temporada", ese revienta taquillas que barre a la demás competencia y los bolsillos de los espectadores. Más que una película, esta clase de films deberían de ser llamados como unos acontecimientos imprescindibles, amén de acudir todos en masa para poder verla con cuanta más compañía mejor, y si luego es posible entablar un coloquio con los demás espectadores, valorando sus pros y sus contras, pues mejor que mejor.

"El hombre de acero" es una película así. 

Debe de ser vista en cine. 
Debe de ser vista en una sala a rebosar de gente. 
Debe de ser comentada a la salida. 
Debe de ser masacrada. 
Debe de ser disfrutada.
Pero sobretodo, debe de ser vista como se veían las películas antes: como un simple y llano entretenimiento.
Porque sí amigas y amigos, si en algo destaca, o debería de destacar, la nueva película de Superman, es por ser un entretenimiento de primer orden.


NO TAN DE ACERO

La película arranca en Krypton, pero no en el Krypton que creíamos conocer; donde en la película de Donner encontrábamos un planeta cuasi divino, pulcro y cimentado sobre cristales, aquí se nos plantea sitio gris en pleno declive, en donde las gentes del lugar han sucumbido ante una tecnología tan esperpéntica (bichos voladores incluidos) como increíble que les acabará por llevar irremediablemente a la extinción. En este momento es donde se nos presentan a dos de los personajes claves de la cinta: El general Zod (Michael Sannon desatado) y Jor-El (un mas que correcto Russell Crowe). El primero será a posteriori la némesis a batir y el segundo un mentor al que seguir, lo que acabarán por convertirse al final en las dos caras de una misma moneda, dado que sus motivaciones no acabarán por distar demasiado.
Ya no come Phoskitos.


Sin desvelar mucho más, esos veinticinco minutos que dura la parte de Krypton son lo mejor de la cinta, porque es donde se ve al Zach Snyder director más inspirado, tanto en su ritmo frenético como en el devenir de la acción que es un constante no parar. Tras una serie de vueltas de guión, las tramas secundarias se suceden y da como resultado el final del planeta y un nuevo inicio representado en la figura del hijo de Jor-El, y que será el futuro paladín (a la taza) de la humanidad:
Kal-El o Clark.




El resto dejo que lo veáis vosotros mismos, si no la habéis visto todavía y así ahorrarnos de los temidos Spoilers, así que paso a dar "palos" al desarrollo del guión.





El abajo firmante de la historia, David S. Goyer ("La semilla del mal"), nos trae un guión demasiado errático, plagado de flashbacks, en los que algunos son más inspirados que otros, pero que acaba por meter mucha laguna argumental a una historia que, a fin de cuentas, hubiese sido mejor cuanto más simple. Detalles como el que Clark sea un chaval atormentado y que su padre Jonathan (Kevin Costner mejor de lo que se está diciendo) y su madre Martha (Diane Lane te amo), preocupados por su origen, y lo que ello significa, le digan qué tiene o no tiene que hacer para ocultar lo que es, por no hablar del momento autobús, que me chirrió demasiado. Detalles que no me cuadraron bastante ya no sólo por el cómic - que no me importa demasiado -, si no por el personaje en sí; Superman es y será siempre una luz en la oscuridad, un ejemplo de como el hombre debería de mirarse, pero que en un momento dado, por motivos que no vienen al caso, resulta que lo convierten en un ser triste que vaga por el mundo desfaciendo entuertos a lo Don Quijote. Con esto no quiero decir que no sea una vuelta interesante a los orígenes del personaje, de ver cómo un chavalín superado por su origen se acabó por convertir en ese icono, pero las causas (que no las motivaciones de su padre) me parecieron muy vagas y lo facilón que llega a ser la forma en la que se nos plantea. Es de entender que la sombra del Batman de Nolan (ya tardaba en salir) es demasiado alargada, incluso llegas a pensar que es algo impuesto por Warner dado los resultados de la saga del murciélago, pero el tema de si casa aquí ese tono oscuro que impregna la cinta posiblemente sea algo que se verá con el tiempo, unos cuantos visionados más y con las esperadas secuelas, aunque hoy por hoy no podría decir mucho mas que un "así no".

HORA DE LAS TORTAS


Muchos críticos se han hartado a decir que la película tiene demasiada acción en su tramo final y que esta acaba por saturar a los espectadores, y más a los que fueron a verla en 3D.
Primero, estos críticos deberían cerrar el pico y atenerse a lo que están viendo.
"¡Oh, mierd...!"
Segundo, la gente no se quejaba de la acción, al contrario, la esperaba como agua de mayo, lo malo es que cuando llega se ve como está rodada, que no digo que estén mal, pero la cámara debería temblar menos y mostrar una acción directa en vez de descuadrar a las primeras de cambio en teoría para aumentar la sensación de dinamismo (¡ja!). Con todo es el único momento a parte del inicio en Krypton donde podemos ver al (presunto) autor del film.

El visionario director(y no lo digo yo) Zach Snyder parece que dejó el resto en manos de Nolan y Goyer encargándose únicamente de estas escenas de hostias, y ciertamente es donde aquí donde todo luce más. Las batallas contra Zod y los suyos son impresionantes, con un nivel de destrucción que harían las delicia de Roland Emmerich o Michael Bay, en donde todo, absolutamente todo, no puede escapar de la ira made in Krypton y de los intentos de detenerlos por parte de Superman (que también devasta lo suyo). El uso del ordenador y las coreografías que de ven en esta parte son más que decentes, demasiado deudoras de la saga Matrix y un poco centradas en la vistosidad que en el espectáculo, y donde El director de Whatchmen hubiese estado más cómodo vistos sus trabajos anteriores, aún así ver como todo se derrumba a tu al rededor sigue emocionando.
Ojalá que en próximas entregas le otorgasen un mayor peso el director de 300, porque si esto es lo que puede ofrecernos compro la entrada ya mismo...pero que deje quieta la puta cámara.

MÁS RÁPIDO QUE UNA BALA:

En cuanto a los actores...pues podría decirse que está la cosa muy irregular. Si bien los papeles secundarios están que se salen casi todos, destacando los kryptonianos con Zod a la cabeza, y el protagonista es interpretado con nota Herry Cavill, su comparsa femenina, Amy Adams, la veo con el piloto automático puesto, y en ocasiones (momento de la entrevista) es para mandarla a la mierda, cosa que me dio mucha rabia porque es una actriz que me encanta. El resto, pues se puede destacar lo desaprovechado que está Laurence Fishburne y lo gilipollesco que es el papel de los militares, que más que guerreros parecen Lemmings buscando su muerte.

Hombre, no es que esperase un trasfondo enorme pero sí que le pusiesen un poco más de miga a la relación de Superman y Lois, pero como todo seguro que lo dejarán para una futurible segunda parte.

Negocio es negocio, ya sabéis.


ES...¡¡ZUPERMAN!!

En resumidas cuentas, una película entretenida, que no es tan terrible como le he oído a la gente decir, y que su principal problema sea un guión demasiado caótico.

Disfrutadla y no penséis mucho más, es lo único que os recomiendo.


NOTA: 7´5