Cartelicos: #pornovenganza


Lo mejor: un cortometraje que promete una vuelta de tuerca al trillado concepto del home invasion, además de suponer el inicio de algo más grande.

Lo peor: que te deje con ganas de más.

Lo que se espera de ella: considerando que hablamos un cortometraje llamado #pornovenganza debemos esperar lo inesperado.
Saber lo que se cuece en el interior de la mente demente del Señor López Vacas dará miedo, sí, pero también interés.

Ghost of the Needle (2003) de Brian Avenet-Bradley


Retrato de un asesino muy sieso.

Jacob (Brian Avenet-Bradley) es un modernillo de la gran ciudad (¿de cuál? ni idea) y fotógrafo/asesino en serie con ínfulas artísticas a tiempo parcial; saca fotos a mujeres sin que ellas lo sepan, luego las aborda con el pretexto de que le sirvan de modelos para posteriormente asesinarlas en una destartalada e inmensa fábrica industrial que le sirve tanto de estudio como de matadero. No contento con ello, tras sus fotografías oculta otras en las que pueden verse los cuerpos de sus víctimas. También pululan por ahí el padre y el promotor de Jacob quienes dada su indiscreción pondrán al protagonista en más de un aprieto.

Cinta indie que en una machada digna de Robert Rodrígez, dirige, produce, escribe, edita y protagoniza Brian Avenet-Bradley, quien por aquél entonces solamente tenía un crédito como director en su haber – Freez'er, para mí desconocida, aunque quien la ha visto no la recomienda demasiado -, y aquí nos ofrece una vuelta de tuerca a lo visto en el film El fotógrafo del pánico, salvando claramente las distancias dado que nos encontramos ante una película que resulta en ocasiones muy pesada, densa en su desarrollo, hasta que puntualmente se pone en materia y vemos algún asesinato, pero ojo, salvo en dos o tres momentos a penas vemos una gota de sangre, no vaya a ser que se hieran sensibilidades.

El modus operandi de Jacob de abordar a sus víctimas, las constantes peleas con el padre y el tira y afloja con el promotor se repiten hasta el hastío, y no hay un giro interesante hasta la hora de metraje, donde la trama deriva a una especie de análisis del propio asesino en un evidente homenaje al personaje de Joe Spinell en Maniac, pero esto tampoco cuaja del todo, porque todo está contado de la manera más sosa y atropellada posible. Y ese es el mayor de los problemas que aqueja este proyecto: nos encontramos ante una película que por ir de solemne peca de ser muy sosa.

Aún con todo, la película consiguió ganar sendos premios en el Festival fantástico de Reino Unido y en el Fright Fest aunque en apartados técnicos, donde ciertamente se encuentra la parte más trabajada de toda la película.

Por lo demás, actores que parecen estar actuando en una obra de teatro –el que interpreta al padre parece estar más perdido que un pulpo en un garaje – siendo la mayoría de ellos desconocidos recién salidos del circuito independiente. 

Se agradece el esfuerzo de Bradley haciendo de hombre orquesta, pero es de esas películas que quizás si se hubiese delegado en más gente el resultado hubiese sido mejor, o al menos más animado.

Trick 'r Treat (2007) de Michael Dougherty

Pesadillas festivas.


Es curioso como algunas películas reseñadas en esta página por h o por b no obtuvieron un estreno en cines. Ya fuese por su calidad, su apartado técnico, artístico o incluso sus pretensiones más comerciales, no consiguieron llegar a la gran pantalla con el consiguiente, como veremos a continuación, enfado de sus responsables. 

Uno de los casos más claros lo encontramos en esta traducida en estos lares como Truco o Trato: Terror en Halloween

Dirigida por Michael Dougherty - guionista de cabecera del director Bryan Singer, quien además apadrina este film; suyos son los libretos para la saga X- Men o la fallida Superman Returns – quien aquí encaraba su debut en la dirección con un film de segmentos autoconclusivos muy en la línea de lo visto en su momento en la saga Creepshow o en los cómics de la EC, aunque añadiendo para la ocasión un hilo conductor tan interesante como es la noche de Halloween. Las historias incluyen todos los tropos típicos tópicos (decidlo varias veces seguido) del folklore de la noche de todos los santos - yendo de vampiros a asesinos en serie pasando por fantasmas y leyendas urbanas como son las chucherías envenenadas-,  pero dados la vuelta  para regocijo del personal, además de reunir a un cast de campanillas con actores y actrices reconocidos por el público entre los que destacan Anna Paquin y Brian Cox.

Es decir, por lo que os cuento, esta debería de ser una película que a poco de habérselo sabido montar los de Warner (su productora) deberían haber arrasado en las taquillas de todo el mundo, ¿no? Pues no.

Como dije al inicio de la reseña, aunque llegó directamente a DVD, en un principio se pensó en un estreno en salas comerciales, en EE.UU al menos, pero no en Halloween como cabría esperar sino meses más tarde. Esto se debió a que como cada año por esas fechas, la saga SAW estrenaba su nueva entrega, la cuarta para ser más exactos, cosa que hizo que Warner retrasase el estreno de la película de Dougherty y así no competir en taquilla en una batalla en la que tenían las de perder. Sobra decir que esta acción enfadó al director, pero más cuando la fecha de estreno pasó de 2007 a 2008, luego a principios de 2009 hasta que finalmente se estrenó directa a video a mediados de ese año, haciendo que el siguiente proyecto de Dougherty como director, la notable Krampus: Maldita Navidad (2015) pasase a Universal y que acabaron por dejar en el limbo una secuela que por desgracia jamás nos llegó.


Sin duda alguna una de las películas más frescas, estimulantes y, por qué no decirlo, referenciales que podréis encontrar entre estas páginas. Si todavía no la habéis visto, dadle una oportunidad porque estoy seguro que no os dejará indiferentes.

Gacy, el payaso asesino (2003) de

El payacho que aburría.

Gacy, el payaso asesino nos narra los a priori interesantes últimos días en libertad del infamemente célebre asesino John Wayne Gacy, quien durante los años 1972 a 1978 violó y asesino a más de una treintena de jóvenes en la ciudad de Chicago, a los cuales enterraba en el sótano de su casa haciendo que esta oliese peor que una cuadra al sol. Ciudadano modelo de su comunidad, padre y esposo dedicado, el  mote de “Payaso asesino” le venía dado que el bueno de John se disfrazaba de un sosias de Bozo el payaso - Pogo - para realizar obras de caridad entre los niños del barrio, es decir, esta película tiene un payaso que asesina a gente ¿Dónde hay que firmar?

Cuando una película que debería tratar sobre la vida, obra y (ningún) milagro de un asesino en serie dedica más tiempo a la plaga de insectos que hay su sótano que a los asesinatos en sí sabes que hay un problemón muy gordo tras ella. Y no, ni tan siquiera el disfraz de payaso hace a penas aparición en pantalla – solamente en el asesinato de la bañera y de pasada para cubrir expediente -, así que el resto del metraje está dedicado en exclusiva a ver el rutinario día a día del protagonista, entrever su homosexualidad latente, los abusos físicos que le infligió su padre (interpretado por el rocoso Adam Baldwin) cuando este era un chaval y el modo que tenía de engatusar a sus potenciales víctimas. Esto pese a no ser el colmo del dinamismo, son cosas que deberían verse en pantalla cuando se habla de un serial killer, incluso resultarían interesantes si estas fuesen rodadas con cierto dramatismo por parte del director Clive Saunders - su film más destacado es este, con eso ya os estoy diciendo todo -, pero por desgracia la historia avanza con una parsimonia absurda y a poco que indagues un poco en torno a la figura del matarife te das cuenta que han desechado mucho material escabroso – el tipo se ensañaba tanto con sus víctimas que incluso llegaba al punto de castrarlas en vivo para acto seguido despellejarlas - en pro de ajustarse al tarjet televisivo. Cosa contradictoria cuando bien le cascaron una sorprendente calificación R (?)

Por cierto, cabe destacar  que al estar rodada en digital televisivo la imagen tiene una calidad más cercana al falso documental que al de una película, esto hace que de manera inconsciente se esté beneficiando a la narración al aportar cierto cariz de realidad, pero como casi todo en este telefilme podría haber dado más de sí si se hubiesen rodado más asesinatos, dotándolos de una sordidez que ya podíamos ver en algunas partes de, por ejemplo, Henry, retrato de un asesino (1986, John McNaughton). En según qué casos menos es más.

Como suele ser norma en estos telefilmes, el reparto está compuesto de muchos rostros televisivos, destacando el buen trabajo interpretativo de Mark Holton como Gacy, siendo lo mejor de sus eternos ochenta y ocho minutos de duración. Holton es conocido por el fandom  por aparecer junto a Jennifer Aniston y  Warwick Davis en la primera Leprechaun (1993, Mark Jones), repitiendo rol este mismo año en Leprechaun Returns (2019, Steven Kostanski).

Un aburrido y nada emocionante biopic en el que únicamente puede salvarse la interpretación de Holton. El resto un drama telefilmesco del que hay muchos y mejores ejemplos que veremos a continuación.

Feliz día de tu muerte 2 (2019) de Christopher Landon

Si algo funciona no lo cambies; mejóralo. 

La historia continúa un día después de donde la dejamos en la primera entrega, con Tree (Jessica Rothe) viviendo por fin la vida que quiere junto a Carter (Israel Broussard) sin la preocupación de repetir una y otra y otra vez el mismo día...hasta que el compañero de piso de Carter, Ryan (Phi Vu) es asesinado por, sí, lo habéis adivinado, un matarife ataviado con la desde ya icónica máscara de bebé, haciendo que vuelva a repetirse el ciclo de muertes y resurrecciones.

Quién iba a pensar que en esta etapa de los dos miles la empresa ama y señora del género de terror sería la Blum House. Una productora que nos ha acabado dando más alegrías (Oculus) que tristezas (saga La purga), sabiendo resucitar los clásicos del slasher (La noche de Halloween), revitalizado al psicokiller (Creep) y que allá por el ya lejano 2006 decidió apostar por una cinta de bajo, bajísimo presupuesto rodada cámara en mano llamada Paranormal Activity. El mega éxito dirigido por un novato Oren Peli que dejó patas arriba al género y que con el tiempo se harían hasta siete secuelas, precisamente una de ellas, Los Señalados spinoff latino que ha acabado siendo las mejores consideradas tanto por parte de crítica como por el público - dirigida por el director de la película que hoy nos atañe, Christopher Landon.

Landon - hijo del recordado Michael Landon - es un viejo conocido para los fans del horror; autor de los libretos de Disturbia o de casi toda la saga de Paranormal Activity a excepción de la primera y última entrega, y director de las geniales Zombie Camp o la primera Feliz día de tu muerte, con que al parecer quedó algo descontento Scott Lobdell, el autor del libreto, quien había preparado algo más macabro en cuanto a las muertes de Tree además de un enfoque más oscuro donde finalmente se acababa explicando el motivo del bucle temporal. El (sorprendente) éxito de esta película hizo que la Blum House decidiera poner lo antes posible en marcha una secuela contratando nuevamente a Landon aunque esta vez sin Lobdell por problemas de agenda.

Sin Lobdell ahora en las labores de guión y ocupando el puesto Landon, quien todo sea dicho rescata varios elementos descartados del primer libreto, se decide que la trama debe tender más hacia la comedia y a la ciencia ficción que al terror propiamente dicho, homenajeando de paso a cierta película que su protagonista da nombre a este blog. Esto que podría llegar a ser un problema dado el material que tenemos entre manos, logra salvarse el conjunto gracias sobre todo a la bis cómica de la inmensa Jessica Rothe - la muertes del cortárboles y del paracaidismo son para enmarcar -, el giro que mete la historia a media hora de metraje (y que te hace ver por dónde irán los tiros en una más que posible tercera entrega) por no hablar del balance entre estos géneros, aunque lo dicho, tal y como pasaba con la primera entrega no esperéis una cinta de terror repleta de jump scares y sí una comedia de terror de la que bien podemos pasar por alto sus pequeños fallos argumentales (sí, las heridas internas de Tree vuelven a hacer acto de presencia aún sabiéndolo ella).

Como fue la primera, una película de alta diversión y cero pretensiones. Si una película de terror actual merece tener una ristra de secuelas es esta. Nosotros tan contentos viendo morir a Tree una y otra y otra y otra vez.

El Reino (2018) de Rodrigo Sorogoyen

El reinado de las ratas.

Una de las escenas que mejor definen a El Reino, donde Sorogoyen acaba por rematar su exposición de la bajeza humana, no es en la por otro lado magnífica escena del balcón sino en una breve escena de cara al final en la que Antonio de la Torre con lágrimas en los ojos sujeta con rabia una botella de whisky, sin ser casualidad que esta sea de la marca que él ha ido bebiendo a lo largo del film ni dónde estaba guardada. Esa simple botella puesta de modo estratégico representa la traición de todos aquellos que a los que consideraba amigos, con quienes compartía vacaciones, comidas, risas y confidencias, pero que cuando han visto peligrar su (fraudulento) modo de vida han decidido colocarla ahí.
Porque hay que asumirlo: ni en la guerra ni en la política existen amigos.

Escrita también por Isabel Peña y dirigida por Rodrigo Sorogoyen, nos plantean en principio una trama de corrupción política, rodada a modo casi documental en el que podemos ver reflejadas las recientes operaciones contra ciertos PPartidos PreSuntamente sOspEchosos de lucrarse con los fondos públicos, y en el que también se nos muestra la maquinaria interna de favores y mamoneos varios que demuestran que no son simplemente casos aislados y sí una corrupción total del sistema, para poco a poco ir tornando en un thriller más cercano a clásicos como por ejemplo El informe Pelícano o La tapadera y donde Antonio de la Torre se esfuerza por todos los medios de demostrar su inocencia dentro de lo culpable que es.

Este quizás sea el punto más "flaco" de toda la película al pasar de una trama encargada de destapar los casos de suciedad en el sistema a una más focalizada en la acción sin descanso y que llegados a cierto punto de la historia puede resultar abrumador ante tal cantidad de información que se nos da. Eso sí,ya os digo que es un problema menor y la película se ve de principio a fin con sumo gusto, incluso diría que se hace algo corta pese a rebasar las dos horas de duración.

En cuanto a los actores, todos están perfectos en sus roles de gente amoral; un gigante como Antonio de la Torre que parece nacido para interpretar a este corrupto cateto de provincias, un Zahera que con cada aparición se come a todos, una Ana Wagener que imita a la perfección a cierta política finada y unos breves pero determinantes Josep María Pou y Bárbara Lennie.

Lástima que en su estreno la película pasase sin pena ni gloria por el exceso de estrenos - notorio ese fin de semana en el que fueron estrenadas ¡diecinueve! películas -, y se tuviese que conformar con congregar a poco más de 250.000 espectadores. Por suerte, con sus recientes galardones en los Premios Goya parece que la cosa se ha animado dándole una segunda vida comercial en salas.

En definitiva El reino puede ser visto como un agobiante thriller político donde Sorogoyen a penas da un respiro al espectador, pero también como una muestra de la realidad "oculta" de la política en la que el pueblo es un mero peón al que merece la pena exprimir. 
Todo lo bueno que oigáis de ella es cierto, así que id a verla.


Bohemian Rhapsody (2018) de Bryan Singer/Dexter Fletcher

Que la realidad no te disuada de hacer una película.

Hace unos meses fui al cine a ver el biopic sobre Mary Shelley en lo que creía que sería un interesante acercamiento para el gran público de lo que fue la no menos interesante vida de la autora británica. Para mi asombro, pese a un acabado notable sustentado por una ambientación lograda y unos actores que se manejaban en sus roles, la película no solamente pasaba por alto momentos cruciales en la vida de la creadora de Frankenstein, sino que se tomaban licencias/inventaba hechos - entre ellos convertir a su marido en un idiota integral cuando en realidad eran una pareja que se llevaban muy bien - en pro de dar mayor vistosidad a una vida que en realidad ya contenía hechos lo suficientemente potentes para mantener el interés.
Pues bien, esto mismo es lo que ha ocurrido con Bohemian Rhapsody.

Todo el mundo ha apuntado que lo mejor del film se sustenta en la esforzada interpretación de un Rami Malek transmutado para la ocasión...y sí, en cierto modo tienen toda la razón; Malek ha conseguido mimetizarse con Freddie Mercury a nivel gestual y personalidad - el final en el Live AID es una muestra de ello, donde, puestos a comparar su actuación, es IDÉNTICA a la realizada en su momento por Mercury - siendo muy merecidos todos los premios que ha ido cosechando, aunque como he dicho antes, en cierto modo no es que estemos viendo al verdadero cantante y sí a una copia de marca blanca que no explora del todo la personalidad excesiva del artista durante sus años oscuros. Claro está, esto es más culpa del guión escrito por Anthony McCarten adaptando la historia de Peter Morgan y Anthony McCarten que del propio actor, pero esta falta de desarrollo la podemos observar en el resto de personajes quienes quedan retratados de una forma muy extraña y, por qué no decirlo, maniquea con May retratado como una alma cándida, Taylor un capullo adúltero, Deacon totalmente desaprovechado y Mary Austin (que fue ex novia de May) pasada por el filtro de lo edulcorado, por no hablar del poco peso en la trama de John Reid - por cierto, en la realidad su despido no fue así, os aviso -, el escaso papel de Hutton o que directamente se inventen al productor musical Ray Foster para evitar así dar nombres.

Decisiones que al menos para mí acaban lastrando al film en favor de ofrecer al gran público un Queen irreal pero espectacular, todo ello debido a los problemas (polémica) que Bohemian Rhapsody ha tenido desde su rodaje hasta la postproducción, cosa que en principio parecían condenarla a pasar sin pena sin gloria en la taquilla y que tras varios remontajes, se ha conseguido que fuese un auténtico fenómeno de masas, consiguiendo incluso encumbrarla como una de las mejores películas del 2018 tanto a nivel de taquilla como de crítica. Y no, no quiero sacar el tema de la polémica de Bryan Singer, su despido y si su versión era mejor y se la recortaron y bla bla bla porque sinceramente ¿qué más dá? Pues eso, nada. Eso sí, me parece muy mal que Dexter Fletcher sea el director que se encontró con todo el marrón lo terminó como buenamente pudo y casi nadie lo acredita.

Una película que podréis disfrutar si no buscáis más allá de un rato entretenido 100 % Hollywood, pero más allá de eso tened por seguro que no veréis nada del icono excesivo que fue Mercury y su troupe. 

Manos: The hands of fate (1966) de Harold P. Warren

Palmas, palmitas, palmas de Mallorca.

Una familia típica estadounidense, conformada por una madre catatónica (Diane Adelson), un padre de rostro granítico (Harold P. Warren), una niña chillona (Jackey Neyman Jones) y un perrito simpático - el único que cobró (un solomillo) de todo el reparto -, se pierden en el basto desierto. Cansados de tanto va y ven por carreteras secundarias, deciden hacer noche en una extraña chabola custodiada por el no menos extraño Torgo (John Reynolds), que, aunque reticente a dejar pasar dentro a la familia, finalmente accede tras mirar el cu quedarse prendado de la belleza de la madre. Lo que no saben es que Torgo es sirviente del diabólico El Maestro (Tom Neyman) quien está siempre a la búsqueda y captura de pardillos para sacrificar a su Diox particular: Manos.

Lo que comenzó siendo la descabellada apuesta entre un vendedor de pesticidas, el propio director Harold P. Warren, y un guionista de éxito, Stirling Silliphant autor de El coloso en llamas (1974), en el que se jugaron que Warren no lograría rodar una película de baj(ísim)o presupuesto - 19.000 dólares - y hacer de ella un éxito de taquilla, acabó convirtiéndose en una de las películas con más culto de la historia del cine...y ya. Porque fuera de ese culto conseguido durante años y años entre los fans fatales - los mismos que encumbran a "films" como Troll 2 o What is it? -, por mal que nos pese hay que reconocer que salvo la historia que hay tras su producción, Manos: The hands of fate es un truño como la tapa de un piano.

Un director que no tenía idea de realización pero sí mucho mal carácter, un rodaje insoportable en el desierto (bichos incluidos), un guión escrito entre bajones de LSD y un reparto de actores sin experiencia pero mucha oligofrenia/droga - el bien sabido que John Reynolds hizo todas sus tomas drogado y que falleció por ello -, fueron los factores unidos a que la cámara tenía el obturador roto, haciendo que cada toma durase treinta y dos segundos exactos, hicieron de esta película una obra atípica dentro del panorama de producciones casposas de la época, aunque cabe decir que en su momento no destacó ni tan siquiera en los drive in de la época, algo raro dada la (nula) pretensión de los programadores de esos sitios, siendo relegada de manera temprana a la televisión donde quedaría olvidada hasta que fue rescatada por el mítico programa Mystery Science Theater 3000, siendo un fenómeno entre los jóvenos estadounidenses comenzando así su andadura hacia el culto.

Una mierda, pero una mierda entrañable y eso ya es mucho decir.

Off (2002) de Antonio Dyaz

Off-line.

Es curiosa la vida, obra y milagros del director Antonio Dyaz; novelista de varias novelas, precursor de Manuscritos.com - la primera editorial de Internet especializada en editar libros en castellano -, fundador del sello Hyades Arts, músico del conjunto musical El sueño de Hyparco, cortometrajista, guionista, productor con varias películas actualmente en producción, profesor...vamos, un hombre que cual renacentista ha tocado todos los palos y que con Off daba el salto al largometraje de corte indie, más cercana al video-arte experimental que a un film al uso.

La película en resumidas cuentas es ver como una mujer (Pepa Slas) hace su día a día mientras de fondo se oye la voz en off del título (el actor de doblaje Camilo García) la cual asegura que está muerta (!). Además, esta voz va ordenándola lo que debe o no de hacer - incluso desnudarse o liarse con féminas para regocijo de la pervertida vocecilla - so pena de meterla un calambrazo capaz de dejarla en el sitio. Estas órdenes incluyen repetidos viajes al rededor del globo para encontrar las partes de una fotografía que al igual que un puzzle irá ensamblando, mientras entre búsqueda y búsqueda la mujer reflexiona sobre la dualidad vida/muerte y demás morralla para llegar a la hora y veinte de duración.

Recuerdo cuando por primera vez supe de la existencia de la película. Estaba leyendo la revista Fotogramas y me fijé en un publireportaje sobre Off cuando la empresa cervecera Mahou ayudaba a levantar proyectos cinematográficos. Eran los principios de los dos miles y aún veías como empresas españolas más allá de las televisiones subvencionaban películas - Mahou había metido dinero en producciones como Descongélate o La mala educación - por lo que curioso de mí decidí echar un ojo al asunto. El artículo era bastante completo, destacando el uso del aún en pañales cine digital y una narración que incluía la voz en off tiránica por parte de Camilo "Hannibal Lecter" García además de viajes por el mundo en busca de un enigma ¡Coño! no pintaba nada mal el asunto, por tanto, durante meses esperé expectante el estreno del film... y ya podía esperar sentado porque ni una triste crítica se hizo sobre la película. Hasta donde sé, ésta nunca llegó a verse en las salas comerciales, aunque he leído por ahí que sí tuvo exhibición festivalera, y tras verla comprendo que nadie se arriesgase a hacer un estreno en cines al no ser más que un experimento por parte de Dyaz, quien equipado con una Mini-DV en modo guerrilla total va grabando de manera clandestina a Slas mientras esta visita ciudades tan diversas como, Moscú, El Cairo o Nueva York con un descarado plano general de las Torres Gemelas incluido.

El problema principal de la película es que lo que se nos cuenta y el modo en el que se nos cuenta está TAN esquematizado que resulta muy aburrido. En ningún momento te dá la sensación de estar viendo el gran viaje vital que el director nos quiere vender, por contra, todo se ve como una misma escena repetida una y otra vez sólo que cambiando el emplazamiento de las piezas a buscar. Iría así la cosa: la chica coge de una taquilla de Atocha un sobre verde, la voz en off le pide que se desnude, el vecino de al lado (el director Fernando Merinero) le trae comida para intentar ligar con ella, la chica mira la pista y se embarca en un vuelo a una ciudad, la chica encuentra al lado de un cuadro el nuevo recorte de la fotografía y se vuelve a Madrid, y así cinco veces más pero contado con el interés de ver al musgo crecer. Todo ello está coronado por un final absurdo que creo intenta homenajear a la ciencia ficción, pareciendo más una tomadura de pelo que otra cosa. 

Si tenéis interés por ver una ¿película? diferente, adelante, si no es así mejor pasad de largo.

The Hillz (2004) de Saran Barnun

Aviso: Paris Hilton no es lo peor.

Algunas veces me pregunto por qué me hago éstas cosas y acabo dándole al play a estos subproductos que harían levantarse de la butaca y abandonar la sala con indignación al mismísimo Tommy Wiseau. Sí, lo que habéis leido; os aseguro que esta película  esto es peor que The Room la (mal) llamada Peor película de la historia. Y es que este producto, en teoría hecho a mayor gloria de Paris Hilton, es de esa clase de películas malas de castigo.

Un pandilla de chavales con claras carencias de sopapos en la cara, viven en una idílica existencia en las colinas de los Ángeles. Su existencia de niños ricos cambia cuando porque sí deciden matar a sangre fría a todo aquel que les contraríe. Pasa un año y la vuelta de uno de ellos tras la universidad es el inicio de un fin marcado por revanchas, los amoríos, las drogas y las pésimas actuaciones.

Intentando (creo) ser una película generacional como lo fueron en su día, y salvando las distancias, American Graffiti, Rebelde sin causa o la patria Historias del Kronen, The Hillz muestra a la chavalada pija, salida y drogadicta que pulula por Los Ángeles yendo de fiesta en fiesta esperando un día morir de coma etílico o un balazo, lo que llegue antes. Vamos, o eso expone durante su hora y media, en la que asistimos atónitos ante la ciudad sin ley que debe ser ese sitio en el que ni las muertes son investigadas - hay como veinte muertos a balazos, uno de ellos de la policía, y las fuerzas del orden no asoman ni para saludar - y las armas de fuego y todo tipo de drogaína proliferan como coliflores. Incluso para estar ambientada en Estados Unidos ésto resulta excesivo. ¿Crítica a un sistema corrupto o simplemente que se les fue de las manos el guión? Emmm...¿he dicho ya que sale la pequeña de los Hilton, verdad? Pues eso.

Hablando de Paris Hilton, aunque mas sosa que el arroz integral, no acaba siendo lo peor dentro del surtido panel de treintañeros con cuerpos bonitos y cero seso que interpretan a los héroes de la historia, unos adolescentes. Hay una escena en la que el protagonista, haciendo gala de una moralidad un poco discutible, va a matar al novio del personaje de Hilton, pues bien, al tipo le dá un ataque de nervios y no puede haciendo que su colega tenga que ejecutarlo. Es una escena que en cualquier otra película hubiera dado matices a la personalidad de los personajes, pero que aquí mis cojones 33 y tenemos a carapalo haciendo que vomita por la ventanilla del coche y a otra cosa mariposa. Nefastos es decir poco.
Ah, sí, se me olvidaba, sale a modo de cameo James DeBello, conocido sobre todo por sus papeles en Cero en conducta y Cabin fever. Para lo que has quedado pollito.

Dirigida por Saran Braun, quien ha producido otros productos directos a vídeo y que aquí se lanzaba a la dirección como su última aportación al cine.

Voy a decir algo que de verdad me va a doler: si os dan a elegir entre esta o Mentiras y gordas quedáos con la segunda.

¡Cartelicos!: John Wick Chapter 3 Parabellum (2019) de

La protectora de animales llama a su puerta

Lo mejor: Que exista.
Lo peor: Que quede relegada al ostracismo en este pais como las dos anteriores.
Lo que se espera de ella... Una vuelta al Keanu vengador y revienta personas que ya vimos en las otras dos etregas anteriores. Pirotecnia mediante, claro.

Maximum Shame (2010) de Carlos Atanes

EVergüenza debería daros.

Una pareja se encuentra recostada en su cama. La mujer habla de teorías numéricas relacionadas con el mundo del ajedrez. El hombre sabe que un agujero negro se va a tragar toda existencia por lo que accede a un ruinoso mundo paralelo, situado bajo su cama, donde el ajedrez ha cobrado vida y es gobernado por una Reina Negra dominatrix capaz de todo por ganar una partida.

En ciertos momentos de la historia se dá la circunstancia de que una película llega a tal nivel de pretensión psicodélica que o bien consigue calar de manera favorable en el inconsciente - ahí tenemos la filmografía de David Lynch - , o bien se pasa de frenada llegando a ser tan mala como divertida. Estos no son los casos de Maximum Shame la cual consigue llegar a ser una experiencia que compite con What is It? de Crispin Glover en nivel de provocación pasado de vueltas, pero sin llegar la ida de olla que nos "regaló" el padre de Marty McFly a principios de siglo, transitando entre el "¿pero qué está pasando?" - la escena de la Diosa del Amor catalán, tan marciana que hay que verlo para creerlo - y el "por favor, acábalo ya" - su final alargaaado hasta el extremo - que para suerte o desgracia nunca termina por rematar la jugada.

Hay una escena de cara al final que termina por definir toda la película; en plano fijo un hombre (el peón) se zurra la sardina en la cara de las dos actrices (respectivamente Reina y Alfil) quienes simplemente hablan y hablan, una de ellas con ese bozal que la obliga a tener la boca abierta. Pues bien, el director Carlos Atanes, de quien únicamente conozco está película, quería hacer un exorcismo/exposición de sus filias, cosa que no me parece mal pero por amor del cielo, ¡dejad de hablar tanto y QUE PASE ALGO! Y ese es el principal problema de la cinta, no pasa nada de nada, solamente tenemos a mujeres vestidas para un casting de BDSM, palabrería barata y escenas que intentan ser profundas para luego quedar en nada.

Entre los actores encontramos a gente más o menos amateur en esto de la actuación o que se ha centrado en producciones independientes, aunque vemos también a la actriz Marina Gatel como la Reina. Gatel es recordada sobre todo por su papel en la serie de Antena 3 La Lola y que aquí da un recital de muecas y exageración que haría las delicias de Jim Carrey, aunque visto resto del elenco tampoco desentona e incluso es graciosa de verla hacer el cabra mientras va sobre patines (!).

La verdad que el argumento no va más allá que cualquier producto de porno soft - incluso en IMDB te la meten en ese saco - pero su palabrería incesante y sus pretensiones artísticas se antojan más como una pesadez de la que no hay a penas nada que destacar más allá de haber conseguido levantar el proyecto. Cómo siempre os digo, vedla para sacar vuestras conclusiones, pero en lo que respecta a un servidor he acabado saturado con esta partida de ajedrez.

Spiderman: Un nuevo universo (2017) de Bob Persichetti, Peter Ramsey y Rodney Rothman

Los Spidermans que merecemos.

Mucho se ha hablado de la nueva aventura de nuestro trepamuros favorito. Que si es una inteligente vuelta de tuerca al personaje, que si era una revitalización necesaria, que si era la mejor película de Spiderman hasta la fecha...y, sí, salvando las distancias con las anteriores adaptaciones, sorprendentemente sí que lo es.

La historia nos pone en el punto de vista de Mike Morales (Shameik Moore, Dope) un adolescente normal y corriente de Nueva York al que su padre (Brian Tyree Henry, Viudas) ha internado contra su voluntad en un colegio privado alejado de su barrio. Eventualmente queda con su Tío Aaron (Mahershala Ali, Moonlight) para hablar de sus dudas a cerca de lo que hace y deja de hacer en la vida. Es en una de esas quedadas cuando es picado por una araña que le transfiere poderes arácnidos y...¿Os he dicho ya que en este mundo ya hay un Spiderman? ¿No? Pues agarraos que viene curvas porque ahora os va a costar contarlos debido a un desgarro en las realidades alternativas provocado por Kingpin (Liev Schreiber, Scream 2) que hará que varios Spidermans alternativos, entre ellos SpiderGwen (Hailee Steinfeld) o Peter B. Paker (Jake Johnson), acudan para solucionar la papeleta. 

En una inteligente maniobra por parte de Sony, el foco esta vez no se centra en el personaje de Spiderman, o mejor dicho en Peter Parker. Al menos no en el Peter Paker que nosotros conocemos. Demonios, el Parker que creemos que adiestrará a Miles, con quien formará equipo para derrotar a los malos, muere a la media hora de película - en un claro homenaje al Universo Ultimate - y será el alternativo Peter B. (deja clara su escala con el nombre) Parker barrigudo, hastiado de la vida y al que Mary Jane ha dejado por su falta de compromiso, quien será el ejemplo a seguir del novato. Esto es maravilloso porque no sólo tenemos un héroe que en verdad no tiene ni idea de qué hacer, sino DOS personas que creen que las mallas les quedan grandes pero que por el bien común lucharían hasta el final porque, al final, nadie más que lo haría. Es cierto que luego vienen Spider Gwen (¿Silk?) y el resto de Spidermans alternativos añadiendo más seguridad/dinamismo al conjunto, pero decidme ¿esto no es un reflejo de lo que supone ser un héroe y algo que Spiderman lleva arrastrando desde sus comienzos? Incluso la motivación del villano - Kingpin machacando literalmente a Spiderman por pura frustración es una de las mejores escenas - podemos entenderla dado que es el reverso oscuro y egoísta de lo que intentan nuestros héroes, es decir, salvar la vida de aquellos que aman sólo que anteponiendo la vida de los demás. Sin duda un acierto el plantearnos estas dudas que no veíamos desde las películas de Raimi y de pasada en Homecoming  (2016).

Otro acierto lo encontramos en la elección los actores de doblaje. Mucho se criticó a Jake Johnson (Seguridad no garantizada) cuando se anunció quedaría voz a Peter B. Parker, pero en verdad su tono roto, irritado, casi tirado, que preferiría de quedarse en casa comiendo pizza y ver la tele encaja a la perfección para la situación actual del personaje. Por otro lado tenemos a Hailee Steinfeld, quien me gustaría ver como SpiderGwen de imagen real, unos descacharrantes Lily Tomlin, Nick Cage y John Mulaney, un sibilino Liev Schreiber que está gozando el hacer de malo malísimo y alguna sopresita que prefiero que descubráis por vosotros mismos. Como curiosidad decir que este será el último trabajo donde oiréis (por partida doble) al recientemente fallecido Stan Lee.

Entre los aspectos negativos podemos destacar ciertas pequeñeces que no ensombrecen el resultado final, como son el poco papel que tiene Mary Jane (Zoe Kravitz) más allá de dos escenas contadas o que nunca se diga la verdadera relación que hubo entre Gwen y Peter, dejándolo en un "éramos amigos" que supongo se hizo para no liar más el asunto pero que hubiesen dado un mayor trasfondo a ambos personajes. Lo dicho, minucias que no restan interés al film y que seguro en una futurible segunda entrega se logren suplir.

Una agradable sorpresa ver como Sony ha recuperado el tono del personaje como no veíamos desde Spiderman 2, haciendo de paso una película que puede atrapar tanto a fans del cómic como aquellos que únicamente busquen un entretenimiento 100% a prueba de bombas.

Por cierto, si valoráis unas buenas risas os recomiendo quedaros hasta el final de los créditos.

Pasado, presente y futuro: Chopping mall, Aquaman y Capitana Marvel



El pez y la alienígena se van al centro comercial.

Iniciamos este "Pasado, presente y futuro" con dos superhéroes, uno de DC y otra de Marvel, dispuestos a reventar las taquilla mundial y un slasher tecnológico ochentero (tres términos que deberían ir más a menudo de la mano) dirigido por el gran Jim Wynorski. 

Sin más demora, comencemos.

Pasado: Chopping mall (Robots Asesinos) - Jim Wynorski, 1986.


¿De qué va? 

En un centro comercial canadiense han implantado una serie de robots último modelo con todos los avances en cuanto a armamento no letal se refiere, capaces de ser tan implacables como persistentes en su cometido de salvaguardar el inmueble.Algo excesivo sin duda, pero nadie esperaba que por culpa de una tormenta eléctrica, los robots sufriesen un CORTOCIRCUITO, convirtiéndolos en asesinos en serie que irán masacrando a todo aquél que pulule por el centro fuera de horario comercial.

Dirección

Un primerizo Jim Wynorski en su segundo film acreditado como director antes de pasarse a dirigir porno soft, Munchies, ser el ojito derecho de la factoría Asylum, secuelas infames de los Ghoulies y películas de perritos que salvan la Navidad, y que en esta ocasión simplemente cumple en su función, algo que no se podría decir de algunos trabajos posteriores. Según cuentan, en el rodaje se llevó a matar con la actriz Suzee Slater, cosa que hizo que su personaje se redujese a la mitad y tuviese un final, digamos, explosivo...

Intérpretes

Como final girl tenemos a nada más y nada menos que a la mítica Kelli Maroney, A.K.A, Samantha Belmont de La noche del cometa (1984), y en roles más secundarios a una Barbara Crampton post Re- Animator (1985), Russell Todd (Viernes 13: Parte 2), Karrie Emerson (Evils of the night) y a modo de cameos unos Dick Miller y Gerrit Graham (El fantasma del paraíso) quienes pasaron únicamente a saludar.

Lo mejor

Su falta total y absoluta de pretensión/vergüenza capaz de pasar al lado oscuro al personaje de Johnny 5 por triplicado. La estética ochentera de la que hace gala con orgullo. El protagonismo de Kelli Maroney, quien pasa de ser la mojigata del grupo a una Sarah Connor capaz de desarmar a los robots de una patada en el culo. El final no deja de ser un homenaje a Tiburón (1975), así que todo bien.

Lo peor

Dejar a Bárbara Crampton en un papel secundario debería estar penado por la ley. Los robots en cuestión nunca parecen una amenaza, todo locontrario, parecen cafeteras cromadas que bien podrías mandar al desguace con un matamoscas. No se aprovecha el espacio donde se ambienta, reduciéndolo a unas pocas secciones por las que los protagonistas pasan una y otra vez como en un bucle.

La escena

La muerte de Dick Miller, electrocutado por el táser de uno de los robots.

La frase

- "Gracias, que pase un buen día." (Los robots)

Curiosidades

De sobra sabida pero siempre es agradable recordar que en Commando (1985) se rodaron varias escenas en este centro comercial.

¿La recomendaría? 

Sin duda. Como entretenimiento falto de pretensiones, claro y directo funciona a las mil maravillas. Darle una oportunidad y seguro que la veréis de principio a fin.


Presente: Aquaman (2018) de James Wan



¿De qué va? 

Tras los sucesos narrados en La liga de la justicia, Aquaman es un reconocido metahumano que trata por todos los medios salvaguardar los mares de todos los males que puedan acechar. Pronto la cosa cambiará, ya que la tierra firme será amenazada por el Reino de Atlantis, el hogar natal de nuestro héroe quien se verá arrastrado a una búsqueda contrarreloj de una reliquia que podría poner fin a la contienda. 

Dirección

El malayo James Wan es un viejo amigo por estos lares. Conocido por su magnífica labor en el terror como son las dos primeras partes de Saw, Silencio desde el mal, las sagas Insidious o El caso Warren, pero lo que de verdad llamó la atención de los grandes estudios fue lo bien que se manejó con la séptima entrega de Fast & Furious haciendo que Warner contase con él para llevar a buen puerto (JA) las aventuras del héroe acuático por excelencia, y en vista del resultado final, muy bien visto. 

Intérpretes

Jason Momoa como  Lobo  Aquaman, Amber Heard como Mera y Patrick Willson como el Rey Orm en los papeles principales, pero lo bueno llega al ver la cantidad de secundarios de lujo con los que cuenta la cinta; estos son, atención: Willem Dafoe, Nicole Kidman, Temuera Morrison, Dolph Lundgren, Graham McTavish (John Rambo) y Randall Park (The disaster artist) entre otros. Casi nada.

Lo mejor

No deja de ser un Masters del Universo bajo el mar con todo el divertimento que esto implica. A Momoa y a Heard les sientan como un guante sus personajes y se ve que lo están disfrutando al cien por cien. Wan siempre es garantía de que al menos bien rodada estará, a parte de meter algún que otro guiño cómplice a los fans de horror, cosa que es de agradecer. Los primeros diez minutos con Atlanna y Tom Curry son oro puro. La construcción de personaje e interpretación de Patrick Willson como villano de la cinta del cual comprendemos cada acción por el bien de su pueblo. los efectos especiales está realmente conseguidos.

Lo peor

Se alarga demasiado la parte situada en Sicilia, que, pese a ser necesaria para dar un desarrollo emocional entre los personajes, se ve como algo que de no estar ahí hubiese dado igual. Manta negra, me encanta como está descrito y sus motivaciones, pero se desaprovecha al solamente presentárnoslo para siguientes entregas donde seguramente pase a ser el villano principal. Los modelados faciales parecen sacados de Ken y Barbie. Muy avanzados los de Atlantis, sí, pero como los de Wakanda eligen a su Rey mediante un combate a muerte.

La escena

La llegada a la Fosa. Una escena que hará gozar a todo fan que sueñe con que un día se adaptará buenamente a Lovecraft.

La frase

"Pues creo que hemos empezado la casa por el tejado. A apechugar." (Aquaman en una clara crítica al DCU)

Curiosidades

El piloto que lleva a nuestros protagonistas al desierto del Sahara es nada más y nada menos que Leigh Whannell, amigo, guionista y ocasional actor de Wan con quien ha trabajado desde sus inicios.

¿La recomendaría? 

Dentro de la locura generalizada que supuso La liga de la justicia (2017), Warner ha sabido frenar y tomarse su tiempo en construir algo que de verdad mereciese la pena. Tarde o no, Aquaman ha resultado un soplo de aire fresco y un entretenimiento de primer orden para todos aquellos que todavía esperábamos algo.

Futuro: Capitana Marvel (2019) de Anna Boden y Ryan Fleck


¿De qué va? 

Carol Danvers, una soldado Kree cae a la Tierra tras una batalla contra su nemesis la raza Skrull. Ya allí no sólo se dará cuenta que los Skrulls caminan entre los humanos, sino de su auténtica procedencia.

Dirección

 Anna Boden y Ryan Fleck en el primer tandem de directores dentro de Marvel si obviamos lo que pasó con la primera Ant-Man. Ambos conocidos por películas más orientadas hacia el drama como son Half Nelson (2006), Sugar (2008) o La última apuesta (2015) donde coincidieron con Mendelsohn, esta es su primera película de estudio.

Intérpretes

Como es norma en la casa de las Maravillas, reparto de lujo encabezado por Brie Larson y Samuel L. Jackson como una pareja que puede rivalizar con la de Memoria Letal, y secundados por Annette Bening, Jude Law, Lee Pace, Djimon Hounsou, Clark Clegg, Ben Mendelsohn y Gemma Chan. Casi nada.

Lo que se espera de ella

La antesala perfecta a End Game y la presentación en sociedad de una heroína que seguro dará mucho que hablar en el futuro del MCU.

La escena

Carol en el metro dándole la del pulpo a un Skrull camuflado como una ancianita de aspecto adorable.

La frase (promocional)

 "Más alto", "Más lejos" "Más rápido" en homenaje al cómic.

Curiosidades

Se tanteó a Keanu Reeves como Mar-Vell, pero por problemas de agenda su rol pasó a Jude Law.

¿La recomendaría? 

Todo lo que ha hecho y hará Marvel es garantía de calidad dentro de un concepto que todavía ni imaginamos en su repercusión dentro de la historia del cine. Una piedra más en ese mural que aún a once años vista sigue sorprendiéndonos...y nosotros encantados de poder asistir en directo.

Pasado, presente y futuro.

Pasado, presente, futuro.

Como bien sabéis queridos Mcflys, la vuelta al ruedo ha sido larga, lenta y tortuosa cual día sin pan de lembas. 

Días y días de quedarte viendo películas hasta las tantas mientras apuras un vaso de JB del rancio. Rebanándote los sesos pensando qué hacer para que el blog se diferencie del resto que circulan por la red de redes, esperando que entre pesadilla etílica y mañana de resaca una luz cegadora iluminase las sombras del conocimiento...sin resultado alguno.

No fue hasta hace unos días a la salida de cierta película de la factoría del ratón, cuando de pronto me vino la inspiración; había estado viendo películas de ayer y hoy sin mesura ni medida desde que cerré el blog, además de tragarme cada trailer que aparecía en You Tube de manera religiosa, por lo tanto veía elementos cinematográficos que estaban tanto en el pasado, como en el presente y por supuesto el futuro en mayor o menor medida.

¿No iba de eso Regreso al futuro? Bueno, no, en realidad iba de un chaval que accidentalmente se carga el continuo espacio tiempo unas cuantas veces - creando de paso el Rock&Roll moderno de manera accidental - , pero pilláis el concepto. 

Por tanto, a partir de ahora cada crítica que ponga por aquí irá en un bloque de dos películas, una de ahora y otra del pasado inmediato (de los dos miles para atrás), y al final un trailer reciente del cual mencionaré lo que espero de él sin analizar cada plano o detalle porque eso sinceramente no me va.

En fin, sin más, espero que lo disfrutéis, al menos a vuestros hijos les va a encantar.

Don't Hang Up (2016) de Damien Macé y Alexis Wajsbrot


Si lo de "caranchoa" nos pareció poco...

Es por la noche. Suena el teléfono en un chalet del típico barrio residencial estadounidense. Una somnolienta mujer contesta. Su cara torna poco a poco en un rictus de terror; al otro lado del aparato una voz informa que alguien armado se ha colado en la casa y está a punto de entrar en la habitación. La mujer lógicamente desesperada, se atrinchera a la espera de que la gente tras el teléfono la ayude...pero nadie ha entrado. De pronto risas. Todo se trata de una broma pesada orquestada por una pareja de chavales, quienes en sus ratos libres se dedican a grabar este tipo de situaciones para luego colgarlas en la red. Un "negocio" bastante lúdico que les da no poca fama dentro del mundillo de las pranks (putadas) de internet. Pero no saben que sin darse cuenta han jodido a la persona equivocada, y ahora la broma se la van a hacer a ellos. 

Desde Inglaterra nos llegó en 2016 este curioso home invasion el cual señalaba las evidentes, aunque aquí (claro está) llevadas al extremo, carencias morales de algunos elementos que pululan por internet como puedan ser ciertos youtubers o influecers, quienes por un puñado de "me gusta" venderían a su propia madre. Teniendo en mente ese punto de partida, el guionista Joe Johnson escribe una historia con ciertos altibajos que en cierto modo supone una relectura del clásico de Fred Walton Llama un extraño (1979) añadiendo unos nada sutiles guiños al slasher de los 90 - según cuenta, sus principales referentes fueron las películas Scream (1996, Wes Craven) y Sé lo que hicisteis el último verano (1997, Jim Guillespie), ambas cintas con guión de Kevin Williamson - solamente actualizando ese factor de incertidumbre que suponía el no saber quién había tras el teléfono a el no saber quién hay tras la pantalla del móvil/ordenador. ¿Es esto un argumento novedoso? No, en realidad los peligros que esconde la red ya se nos vienen avisando desde lejos, sirva de ejemplo ese ataque de ansiedad fílmico llamado Megan is missing (2011, Michael Goi), donde esta temática era tratada de una manera tan cotidiana, tan cruda - recordemos la escena del barril - que asistíamos horrorizado a algo que verdaderamente podría suceder.


Por suerte para nosotros en esta ocasión la introducción de personajes es breve y directa, haciendo que los protagonistas sean tratados desde el minuto uno como dos capullos integrales que únicamente se sienten realizados cuando consiguen poner a la gente al límite, por no hablar del grupo de gilipollas personajes que les rodean, a cada cual más antipático como son la novia con secretos, el amigo que les ríe las gracias o los padres que no saben si tienen un hijo o un caniche con camiseta. Quizás el personaje de Gregg Sulkin sea con quien consigamos empatizar más, no en vano es "el protagonista" de la historia, pero siendo sincero en ningún momento me importó demasiado si el chaval sobrevivía a la noche o no. Con esto no quiero decir que los actores hagan un mal trabajo, todo lo contrario; sus personajes son descritos de manera tan asquerosa que consiguen serlo, y eso tiene su mérito. Otra cosa es que sean descritos de una manera más plana que el papel de fumar y no se nos hable demasiado de ellos salvo dos o tres apuntes al comienzo de la película. Destacar el pequeño pero decisivo papel de Sienna Guillory como primera víctima de los chavales.


Los responsables del film fueron Damien Macé y Alexis Wajsbrot, viejos conocidos de la industria por hacer los Fx de diversas superproducciones como son Sherlok Holmes (2009 Guy Ritchie) o Watchmen (2009, Zack Snyder), dejándolo patente en este film con el secuencia que sirve de presentación más alguna escena localizada de cara al final. Esta fue su carta de presentación como directores...y también su último trabaho, dado que no han vuelto a ponerse en tras la cámara. Eso sí, Waisbrot sigue ejerciendo su labor como responsable de efectos para películas de la Marvel nada más y nada menos.


Pese a tener una historia que tiene un inicio rompedor pero que acaba flojeando, como entretenimiento sin pretensiones va más que sobrado. Técnicamente impecable, nos encontramos ante una rara avis dentro del colmado subgénero de casas invadidas, por tanto os recomiendo al menos darle una oportunidad.