Rincón Minsingno: Red State

Esta semana pasada, el fin de semana para más señas, he estado bastante pocho con un gripazo, haciendo que mis planes cambiasen de tal manera que me perdí cierta sesión de cine y las fiestas de las Rozas (Bea y Carlos, tenemos que ir de vacaciones). Aún así mis ganas de ver buenas películas no disminuyeron si no que me hicieron más creativo.

El sábado decidí rememorar a ese gran incomprendido que es y será Kevin Smith, autor de la mejor etapa de DareDevil que he leído. Para dicho homenaje desempolvé mi cofre con las dos de "Clerks"- caja de lujo, ojo -, saqué "Mallrats" de su prisión de plástico y para finalizar me dispuse a ver "Red State", film que no veía desde hace bastante, y que adquirí este verano por pura casualidad durante una visita al videoclub que está debajo de la casa del Sr. Raúl. 
No recordaba mucho de ella, sólo que me había gustado (verla en el quiosco es lo que tiene), así que no dudé ni un minuto en poner esa antes que "Vaya par de polis".

Desde el minuto uno el film te muestra sus cartas, demostrando que esta no va ha ser la película al uso que nos ha ofrecido el director de Nueva Jersey en sus años de carrera. Aquí el humor grueso a dado paso a unos diálogos currados y con mucha sal gorda, amén de un constante crítica de la sureña/paleta América del Norte, esa en la que los grupos integristas católicos son peor que el "mal" que tratan de remediar, manifestación en el entierro de un homosexual incluido.
Pero mejor no me centro en el argumento, porque sería destripar el film y este es de esos que cuanto menos sepas mejor.

La labor de Smith fue reconocida durante el Festival ¿Internacional? De Sitges 2011, en la que la película fue merecedora del premio a mejor película, y no es para menos, ya que, pese a no ser su mejor película (ese mérito lo tiene Mallrats), sí que demuestra que tiene dos cojones y que si se tiene que poner serio de pone...y de qué manera. Durante apenas una hora y cuarto tenemos una suma de géneros que van desde la comedia juvenil, terror (torture porn), drama social, suspense, policiaca y acción, y lo mejor de todo es que todos casan a la perfección como si hubiesen estado destinados a entenderse desde el principio. Lo que más se puede tachar de la labor de Smith, si bien no es un problema muy gordo, es que el film sea tomado como una pataleta de este en contra de sus críticos. Un "aquí manda mi polla y no me importa lo que digáis porque haré lo que quiera" que tan de moda está, tanto que Emmerich lo hizo con "Anonimous". Pero bueno, lo dicho, lo hace tan bien que se le perdona.

En cuanto a los actores destacar al tridente formado por Michael Parks, Melissa Leo y John Goodman, que interpretan a los villanos y al "héroe" de la película respectivamente. Los tres hacen un trabajo ejemplar, y se lucen con cada aparición que tienen ante la cámara, en especial Parks que se marca unos discursos de esos que provocan una punzante sensación de miedo con sólo escuchar su voz rasgada, no en vano, su trabajo fue premiado también en Sitges.

Para finalizar, y según leía en la portada del DVD, advertiría que obviéis el comentario que equipara esta película a una de Tarantino y los Coen, ya que es más falso que una moneda de Homer Simpson. 

Este film es puro y duro Kevin Smith.


Thabatomorphse




Prometía bastante esta película.

Demasiado.

Tanto las críticas que había oído, el director del film (el canadiense Éric Falardeau) cómo los espectadores que había visto hablaban de la película más "enferma" jamás filmada, incluso superior a la depravación que supuso a su modo la saga de "The Human Centripede", que por cierto, Manu, te debo un tirón de orejas por compararlas cuando NO se parecen en absoluto, así que me medio ilusioné creyendo que podría ser una autentica experiencia el ir a verla en una sala con gente, más o menos como pasó cuando vi "A Serbian film".

Así que la pregunta es ¿cumple las expectativas creadas? No, la verdad es que no, aunque una cosa buena que tiene es que no llega a defraudar en ningún momento.

POR PARTES.

La película nos narra la historia de una chica que un día comienza a sufrir una descomposición tanto física como psicológica...y ya.
No hay más argumento que contar.
Esta es una película que transcurre según las imágenes (explicitas) que nos muestran en pantalla. Porque aquí no hay dilema moral de algún tipo, o un giro de guión o un trasfondo elaborado de personajes, aquí simplemente es ver el proceso que sufre ella hasta pudrirse por completo, sin explicación alguna que valga, es decir, una película que en teoría va directa a lo que importa. Dicho eso, el guión es arritmico, peca de plano y tiene demasiados planos de relleno - la de veces que va la protagonista al baño a mear - incluso podría decirse que su primer acto, que debería ser el que te enganchase a la historia, llega a provocar tal sopor que me hizo salir del cine en dos ocasiones, no por asco, si no para que me diese el aire porque si no acababa por dormirme en la butaca. Por suerte para nosotros, según va avanzando historia, pese a que sigue sin ahorrarse los planos de relleno - conozco el baño de esa chica de memoria -, el nivel de putrefacción empieza a ser tal que se extiende a su nuevo apartamento, en donde la sangre mezclada con excrementos salpica la cámara, y empieza a sumar interés ya que estás atento a la pantalla para no perderte la próxima burrada que salga, y ya os aviso que aun quedan muchas hasta el clímax final, en el que ya  Falardeau hecha el resto (nunca mejor dicho) y hace una (larga) secuencia de la que me ahorraré en detalles.
Por cierto, hablando de Falardeau, destacar que, pese a todo, intenta aportar algo novedoso al panorama actual, volviendo al mal sano cine de los años ochenta, pero por desgracia pronto acaba por caer por culpa de alargar demasiado muchas de las escenas, o metiendo otras que no pegan - la escena onírica que te deja descolocado -, además de un uso del gore que a más de uno que tenga el estómago curtido en mil batallas le parecerá pobre o incluso gracioso, como es la escena de la mamada.


DESCANSE EN PIEZAS.

En cuanto a los actores, decir que Émile Beaudry es la película. A secas. Todo y todos orbitan a su alrededor, cada plano que hay en el film es de ella, y se deja cuerpo (se pasa desnuda toda la película) y alma (cuando chilla parece que aulla) en cada escena. Lo único a lo que se le puede poner pega a su interpretación, es que llegado un momento del film dan ganas de ahorcarla puesto que su histrionismo llega a tocar techo.
De los demás actores poco o nada se puede decir, simplemente no molestan o aparecen para desaparecer en la siguiente escena, como es el caso de los amigos de la chica.

SIN MAS PICADILLO.

En resumidas cuentas: Un irregular intento, aún así espero ver el siguiente film de este franco-canadiense, en el que ojalá se deje de pretenciosidades por su bien.

NOTA: 6