Aviso: Paris Hilton no es lo peor.
Algunas veces me pregunto por qué me hago éstas cosas y acabo dándole al play a estos subproductos que harían levantarse de la butaca y abandonar la sala con indignación al mismísimo Tommy Wiseau. Sí, lo que habéis leido; os aseguro que esta película esto es peor que The Room la (mal) llamada Peor película de la historia. Y es que este producto, en teoría hecho a mayor gloria de Paris Hilton, es de esa clase de películas malas de castigo.
Un pandilla de chavales con claras carencias de sopapos en la cara, viven en una idílica existencia en las colinas de los Ángeles. Su existencia de niños ricos cambia cuando porque sí deciden matar a sangre fría a todo aquel que les contraríe. Pasa un año y la vuelta de uno de ellos tras la universidad es el inicio de un fin marcado por revanchas, los amoríos, las drogas y las pésimas actuaciones.
Intentando (creo) ser una película generacional como lo fueron en su día, y salvando las distancias, American Graffiti, Rebelde sin causa o la patria Historias del Kronen, The Hillz muestra a la chavalada pija, salida y drogadicta que pulula por Los Ángeles yendo de fiesta en fiesta esperando un día morir de coma etílico o un balazo, lo que llegue antes. Vamos, o eso expone durante su hora y media, en la que asistimos atónitos ante la ciudad sin ley que debe ser ese sitio en el que ni las muertes son investigadas - hay como veinte muertos a balazos, uno de ellos de la policía, y las fuerzas del orden no asoman ni para saludar - y las armas de fuego y todo tipo de drogaína proliferan como coliflores. Incluso para estar ambientada en Estados Unidos ésto resulta excesivo. ¿Crítica a un sistema corrupto o simplemente que se les fue de las manos el guión? Emmm...¿he dicho ya que sale la pequeña de los Hilton, verdad? Pues eso.
Hablando de Paris Hilton, aunque mas sosa que el arroz integral, no acaba siendo lo peor dentro del surtido panel de treintañeros con cuerpos bonitos y cero seso que interpretan a los héroes de la historia, unos adolescentes. Hay una escena en la que el protagonista, haciendo gala de una moralidad un poco discutible, va a matar al novio del personaje de Hilton, pues bien, al tipo le dá un ataque de nervios y no puede haciendo que su colega tenga que ejecutarlo. Es una escena que en cualquier otra película hubiera dado matices a la personalidad de los personajes, pero que aquí mis cojones 33 y tenemos a carapalo haciendo que vomita por la ventanilla del coche y a otra cosa mariposa. Nefastos es decir poco.
Ah, sí, se me olvidaba, sale a modo de cameo James DeBello, conocido sobre todo por sus papeles en Cero en conducta y Cabin fever. Para lo que has quedado pollito.
Dirigida por Saran Braun, quien ha producido otros productos directos a vídeo y que aquí se lanzaba a la dirección como su última aportación al cine.
Voy a decir algo que de verdad me va a doler: si os dan a elegir entre esta o Mentiras y gordas quedáos con la segunda.
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