La sombra de "Paranormal Activity" es tan alargada que llegó a la luna...
Siempre me he considerado un fanático de las conspiraciones, o mejor dicho, de las teorías de la conspiración. Me creo todas, incluso las más disparatadas, aunque en el fondo se que muchas de ellas no son verídicas, me pasa como con Santa Claus, aunque ya sepa toda la verdad me sigue haciendo ilusión. Pues bien, el film que nos ocupa narra lo que sucedió según una de estas conspiranoicas teorías; el Apollo XVIII. Los principales responsables de la película, el realizador español Gonzalo López-Gallego (autor de la flamante "Open Grave") y el visionario productor ruso Timur Bekmambetov (encargado de "Los Guardianes de la Noche" o la reciente "Abraham Lincoln Cazador de Vampiros") fueron asesorados durante el comienzo de la producción por la mismísima NASA para que el film fuera lo más fiel posible a la forma de trabajar profesionalmente en el espacio (en ese aspecto parece cumplir bastante), cosa que no es de extrañar, ya que al parecer la multimillonaria maquinaria norteamericana se enrolla cada dos por tres y colabora con proyectos cinematográficos casi sin pararse a pensarlo. El caso es que aquí, sí se paró a pensarlo, cuando ya había entrado en el proyecto y cuando vio los derroteros por los que tiraba el mismo decidió abandonar el asesoramiento. Los motivos del desmarque fueron al parecer que la NASA no aprobaba lo narrado en el guión ya que la versión oficial según la agencia americana es que el último Apollo tripulado lanzado a la luna fue el número 17 en 1972. Aquí se aprovecha lo que supuestamente aconteció según la teoría de la conspiración en la que existió un Apollo 18 que posteriormente fue ocultado por la
NASA y el gobierno americano con intención de que no se conocieran los paranormales hechos que se narran para crear un espectáculo de horror found footage repetitivo pero con varios toques a reivindicar. Y es que aunque el metraje sea un experimento a lo "Paranormal Activity" versión mas allá de la atmósfera, el que las acciones se desarrollen en el espacio exterior, es lo novedoso de la propuesta y lo cierto es que juega a favor de la cinta y he de decir que funciona. La tensión creada tanto en el interior de la aeronave como fuera de ella es suficiente así como la fotografía espacial, que da bastante el pego y el ajustado reparto sin hacer alarde de excepcionalidad interpretativa cumple en sus roles con sobriedad, lo justo y necesario en una cinta de estas características. Despuntar como curiosidad a Patrick Lussier director responsable de "Drive Angry" o el remake de "San Valentín Sangriento" en facetas de edición de la película. El aprobado lo tiene garantizado ya que es un producto apreciable por ser una producción con pocos medios, un film barato de pocos actores y contadas localizaciones creadas para interior. Eso sí, un aprobado rasgadito, ya que la sensación de deja vu que te deja este "Apollo 18" si eres un nervioso consumidor de found footages de horror es alta, aunque gustará sin duda al aficionado al fantástico, como lo es servidor.