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A Ghost Story (2017) de David Lowery

Fantasmikos a mí.

Es escuchar A Ghost Story y venirme a la cabeza una tarta.
Así es. 
Una tarta.
Tal cual.
Una tarta enorme de chocolate, de aspecto impecable que empiezas a comer con ganas, pero que poco a poco te va saturando su sabor hasta que finalmente has de dejar de comerla porque si no la vomitarás.
Para mí eso es A Ghost Story.

Una pareja vive feliz y sin apenas problemas en una pequeña casa de la cual se van a mudar dentro de poco, hasta que un fortuito accidente de automóvil acaba con la vida del chico quien acaba convertido en un fantasmiko con sábana y todo. Su paso por el tiempo, inapreciable dada su forma actual, hará que pasado, presente y futuro se entrelacen.

Una de las cosas que más gracia me hizo durante el pasado Festival de Sitges fue un día que al coger el diario del festival leí una critica donde se hablaba de A Gosht Story. Esta alababa la maestría de la dirección, la potencia de sus imágenes...y la magistral interpretación de Casey Affleck, la mejor de su carrera. Espera. ¿¡Qué!? Luego a posteriori vi muchas otras que señalaban lo mismo... A ver. Mira que me cae simpático el pequeño Affleck, pero decir que aquí, en esta película realiza la mejor interpretación de su carrera no sólo sería una mentira sino que demuestra que mucha de la llamada crítica especializada NO ve las películas que reseña: Affleck pasa la mitad del film tapado con una sábana- siendo este el mejor recurso de todo el film -, en silencio, bagando de aquí para allá, haciendo cosas de fantasmas - la mejor escena: el momento Poltergeist con los hispanos - y ya. Vale que los primeros minutos le podemos ver, y la verdad que no lo hace mal (aunque para nada destacable), pero de ahí a decir que sea la mejor interpretación de su carrera es pasarse y mucho. Por otro lado, Rooney Mara lo hace bastante bien, sobretodo en la mentada escena de la tarta donde se pega un atracón, pero lo dicho, tampoco me parece nada sorprendente.

Dirige David Lowery, director, guionista y editor estadounidense quien anteriormente había trabajado con Mara en Un lugar sin ley (2013) y que en 2015 fue contratado por Disney para dirigir el remake de Peter y el dragón, la cual me parece uno de los mejores films de imagen real facturados por la empresa del ratón Mickey hasta la fecha. Por cierto, en A Ghost Story se reutiliza parte de los Fx creados para esta última. Aquí demuestra su estilo pausado y contemplativo, pero en esta ocasión se me antoja más aburrido y falto de material que otra cosa, bordeando por momentos de manera peligrosa la fina línea que separa el minimalismo de la pedantez. Cierto que trata temas interesantes, como son la perpetuidad, el paso del tiempo y el legado que deja uno tras su muerte - la charla pseudo filosófica a mitad de film, aunque ¿quién habla de eso durante una fiesta con tanto alcohol? - pero no sé, quizás si hubiesen estado mejor narrados en vez de irlos lanzando sin ton ni son hubiese entrado más en la historia.

Entre las curiosidades, las más destacables son que la cantante y ocasional actriz Kesha interpreta al fantasma de la casa vecina y que Lowey grabó el film en (un falso) 16 mm ¿Para qué? Pues ni idea.

Como podéis ver la película no me ha emocionado demasiado. Quizás no he comprendido dónde se encuentra esa bella historia de amor que todo el mundo menta o la magnífica metáfora del paso del tiempo, pero con esto no os disuado de verla. Como siempre digo, dadle una oportunidad y echarle un ojo porque seguramente saquéis más de lo que saqué yo.

Feliz día de tu muerte (2017) de Christopher Landon

Feliz, feliz en tu...

Vive. Muere....y vuelve a morir.

Todos coincidimos en que vivimos unos tiempos rarunos en lo que se refiere al cine de terror; las fórmulas se agotan, las historias enganchan cada vez menos, secuelas tardías, muchas películas optan por un menor presupuesto para así sacar mayor rentabilidad dejando la calidad a veces por los suelos y la creatividad de los directores/guionistas están más atadas en corto de lo que llegamos a imaginar. Pero para nuestra suerte, la productora Blumhouse ha sabido dar con la tecla exacta para lograr que al menos haya un empaque de calidad tanto por delante como por detrás de las cámaras, resucitando a viejos iconos del cine de terror (La Noche de Halloween), apostar por las nuevas espadas (Oculus), consiguiendo megaéxitos nivel de taquilla con una facilidad pasmosa y de paso lograr la difícil tarea de colmar las expectativas del siempre “complejo” gran público que demanda su dosis de sangre en taquilla pero que a la vez sirva como un entretenimiento 100% palomitero (en el mejor sentido de la palabra).

Y este es el caso de Feliz día de tu muerte.

Con un comienzo, en teoría, de slasher rutinario conocemos a nuestra protagonista Tree (la en principio odiada y luego amada Jessica Rothe) amaneciendo el día de su cumpleaños tras una noche de borrachera. El problema es que no está en su cama, sino en la del pipiolo Carter (Israel Broussard) quien la acompañó la noche anterior. Rápidamente huye de allí en dirección a su Colegio Mayor topándose en el camino con varias de sus compañeras que la recuerdan una inminente fiesta que habrá por la noche. De camino a la fiesta, Tree se topará con un extraño individuo ataviado con una máscara del equipo local de fútbol americano - una máscara de bebé diseñada por Tony Gardner , quien en los 90 también diseñaría la icónica máscara de la saga Scream - y que la perseguirá hasta finalmente asesinarla...¿o no? Porque nuestra protagonista se despertará de nuevo en la cama de Carter, dudando si lo que ha visto ha sido un mal sueño o la realidad.

Nos encontramos con una cinta que mezcla con bastante ingenio y buen tino el terror y la ciencia ficción con la vista siempre puesta en cierta película de los noventa protagonizada por Bill Murray, la cual es mentada en cierto punto, pero en vez de tener a un fanfarrón presentador de cuarenta tacos tenemos a una pija universitaria de fraternidad a la que un asesino quiere matar. Curiosa mezcla que nunca llega aburrir para nuestra suerte, ya que con cada nuevo deceso de Tree tenemos la oportunidad de ver cómo toma el día de una forma u otra, aportando además de espectáculo visual - las muertes, aunque ligeras de sangre, son muy variadas además de estár bien rodadas - un empaque mayor al conjunto que podía haberse quedado corto.

Dirige Christopher Landon - el hijísimo del recordado Michael - quien a finales de los dos miles se anotase un tanto al escribir mega éxito Disturbia (2007) y que hará unos años dirigiese la mejor entrega de Paranormal Activity: Los Señalados (2014) para encadenar con la divertida Zombie Camp (2015) y que aquí vuelve a demostrar su buen hacer tras la cámara, aunque más comedido en cuanto a nivel de violencia de lo que nos tiene acostumbrados para evitar así la temida calidfR. Cosa lógica por otro lado al tener a Universal detrás, pero bueno, soñar es gratis.

Entre las curiosidades destacar que el guión original de Landon y Scott Lobdell contenía una altísima cantidad de escenas explícitas debido a la cantidad de muertes de Tree a lo largo del film, cosa que se rebajó en una segunda reescritura para evitar la tan espeluznante calificación R, haciendo que Lobdell no acabase muy contento con el resultado final. Otra curiosidad es que durante los primeros pasos de la producción, allá por 2008, la cinta iba a estar producida por Michael Bay e interpretada por...Megan Fox.

Queda decir que, como viene siendo habitual en la Blumhouse, la película fue un absoluto éxito con una recaudación sólo en EE.UU de casi 50 millones de dólares, costando apenas 5 millones de presupuesto. Ahí es nada.

Pese a ser tener una vena más cómica que terrorífica, Feliz día de tu muerte es de las mejores opciones actuales dentro del género y bien seguro que la disfrutaréis de principio a fin.

Top 5: Películas de Halloween para Halloween.

¿Qué esperabais? ¿A Jack Skellington?

Venga ¡que corra la cerveza de calabaza!

Digámoslo así: Ni Navidad ni pollas en vinagre; la mejor festividad del año es Halloween. Adornos, disfraces, mujeres y hombres que pierden toda compostura en pos de beber chupitos de gelatina...¡TODO! es maravilloso la víspera del 1 de noviembre y más aún si eres un fanático del cine de terror como (ejem) yo.
Para este año, a parte de haceros la consabida recomendación de films de terror para esta fecha, quiero recomendar las películas que están ambientadas en Halloween o que tengan esta festividad como parte importante en la trama.

Sin más dilación, he aquí mi Top 5 de Películas de Halloween para Halloween.

5 - La casa de los 1.000 cadáveres (2003) de Rob Zombie con Chad Bannon,  Sid Haig,  William Bassett,  Karen Black,  Bill Moseley, Michael J. Pollard,  Joe Dobbs y Sheri Moon Zombie.
Venga, tocaos fanboys, tocaos...
¿De qué va? Un grupo de viejóvenes se adentran en las profundidades de la América sureña para buscar al asesino en serie Doctor Diablo. Pronto se darán cuenta que el buen  Doctor será el menor de sus males...
Lo mejor: El grupo de maníacos comandados por el ya mítico Capitán Spaulding (Sid Haig), el uso del tempo narrativo que hace gala Zombie (en ocasiones brutal y en otras comedido hasta sacarte de tus casillas) el tramo final dentro del laboratorio y los momentos homenaje a las estrellas del cine de terror.
Lo peor: Zombie en ocasiones peca de añadir todo lo que se le pasó por la cabeza al escribir el guión (cosa nada rara en un primer film) y queda algo sobrecargado su conjunto. Algún que otro personaje secundario fostiable hasta dejarle en el suelo, pero es lo suyo.
¿La recomendaría? Zombie construye su mejor film junto a la secuela de esta, Los Renegados de Diablo (2005), y consigue que nos volvamos a (re) comer las uñas con la tensión que provocan sus escenas rodadas con una mala uva oficio increíble. Para ir abriendo boca, nada mejor.

La sonrisa de la felicidad.
4 - El aprendiz de satanás (2004) de Jeff Lieberman con Alexander Brickel,  Katheryn Winnick,  Stephen Graham,  Amanda Plummer y Wass Stevens.
¿De qué va? Un jovencito fan de Satán (y de Carabanchel) encuentra durante la pedida de caramelos a un hombre que reúne todas las características para ser el mismísimo señor de las tinieblas, máscara incluida. El resto mejor lo veis porque no tiene desperdicio.
Lo mejor: Lo gamberra que es de principio a fin, una maravilla en cuanto a nivel de ambientación y representación de lo que significan esta fiesta allá en los USA y los actores, pese a estar dónde están no lo hacen para nada mal.
Lo peor: No lo peor, pero la factura televisiva le pesa algo, pero no mucho. En cierto momento de cara al final la trama entra en una especie de bucle que por suerte se ve resuelto en su término.
¿La recomendaría? Una de las primeras películas que alquilé en videoclub para ver en Halloween, mostrándome un mundo más allá del cine "convencional"y que sin duda os dejará un buen sabor de boca si optáis por ella. Mala leche en barra muy, muy, pero que muy divertida.

Happy, happy Halloween...
3 - Halloween III: El día de la bruja (1983) de Tommy Lee Wallace con Tom Atkins,  Stacey Nelkin,  Dan O'Herlihy,  Ralph Strait,  Michael Currie, Jadeen Barbor,  Bradley Schachter, y Garn Stephens.
¿De qué va? Una serie de inexplicable crímenes, todos ellos relacionados con la festividad de Halloween (especialmente sus máscaras) hace que el GRAN Tom Atkins vaya a investigar qué ocurre.
Lo mejor: En su momento se vio mal, pero saber apartarse de la saga iniciada por Carpenter fue un acierto, el tono festivo donde es más Halloween que en cualquier otra entrega de la saga, los actores, la dirección de Wallace y sobretodo esa canción y esta BSO.
Lo peor: Algún apunte del guión resulta pelín caótico por incomprensible. Si esperas otra desventura del buen o de Michael lo llevas claro.
¿La recomendaría? No llega al nivel de tensión y sobriedad de la primera entrega, pero tampoco es que lo necesite. Todo en  Halloween III: El día de la bruja es un tren de la ídem perfecto para esta noche en la que las emociones fuertes siempre son necesarias.

2 - Halloween (1978) de John Carpenter con Jamie Lee Curtis, Donald Pleasence, Nancy Loomis, P.J. Soles, Charles Cyphers, Kyle Richards y John Michael Graham.
¿De qué va? De niño, Michale Myers asesinó a su hermana mayor el día de Halloween y años después escapa del manicomio en el que se encuentra para volver a casa por estas entrañables fechas.
Lo mejor: El manejo de la tensión por parte de John Carpenter, el personaje de Myers - de quien sabemos poco y mejor así - siempre acompañado de su máscara de capitán Kirk, Jamie Lee Curtis llegando a ser la Scream Queen de todos los tiempos (sí, lo fue en El tren del terror, pero yatusabe) y un Donal Pleasence por momentos peor que el propio asesino.
Lo peor: Posiblemente ciertas cosas se hayan quedado desfasadas sobretodo a nivel argumental y a nivel de casquería, pero eso ya sería de muy tiquismiquis.
¿La recomendaría? El clásico entre los clásicos de Halloween. Se dice que con ella se inventó el slasher y el concepto del psico killer moderno...cosa que es mentira, pero Carpenter lo hizo también que, coño, casi cuarenta años después te lo llegas a creer.

Recomendable ver acto seguido su segunda parte, llamada por estos lares con el sugerente nombre de ¡Sanguinario!, y que siempre tendrá un hueco en mi corazón.

Ha estado muy reñido, pero no ha podido ser que Carpenter consiguiese el trono de oro (no me matéis fans del autor de Fantasmas de Marte), pero antes de pasar al número uno quisiese recordar a las películas que no han llegado a entrar por diversos motivos. Por si os quedáis con ganas de más:

- Slugs, muerte viscosa (1988) de Juan Piquer Simón. Aportación patria a la lista, aunque ésta tenga de ambientación española lo que yo de lapón, con una Monster Movie de la mano del internacional Juan Piquer Simón. Si bien consigue transmitir la sensación de estar en un pueblecito del medio este norteamericano (Inglaterra en realidad) por contra la sensación de estar en Halloween se disipa según avanza la trama. Con todo resultan muy divertidas las babosas asesinas.

- Halloween, el origen (2007) de Rob Zombie. Sí, lo sé, meter precisamente esta de Zombie hubiese estado mal y me hubiese canjeado más de un capón por parte algún fan, pero lo cierto es que le quedó tan bien que por momentos (preparando para abrir el paraguas anti-hostias) logra apartarse con bastante tino de la original por su hipervitaminada violencia. Incomprendida lógicamente en su momento al igual que su más irregular segunda entrega (2009).

Tales of Halloween (2010) de varios directores. Buen compendio de historias, en las que vemos nombres como el de Darren Lynn Bousman, Neil Marsahall o Lucky McGee. Lo malo es que vemos muchas historias que acaban resultando bastante flojas - sirva de ejemplo la que cierra la cinta es mala por no decir bochernosso - pero sin duda si la veis os alegrará la noche gracias a lo macarra que es y a sus innumerables referencias al cine de terror.

-  The Houses October Built (2014)  de Bobby Roe. Curiosamente esta iba a ser el número cinco del Top, pero finalmente me decanté por La casa de los 1.000 cadáveres. Y es una pena, porque de las "recientes" es la que mejor consigue mantener el tipo en cuanto a nivel de sustos como representación de la festividad de Halloween. Si tenéis tiempo entre tanta película no lamentaréis su visionado. Se prepara una segunda entrega.

All Hallows' Eve (2013) de Damien Leone. Al igual que la anterior, casi se cuela este divertido compendio en la lista. No es para menos, con una historia raíz con el foco puesto en una niñera acosada por un payaso cabrón, el resto de historias se van desenvolviendo según esta las va viendo en un VHS. Divertida y sin pretensión alguna, muy en la línea de la que será el número uno. La segunda parte si bien es peor, también se disfruta lo suyo.

- Livide (2010) de Alexandre Bustillo y Julien Maury. Esta vez juego haciendo algo de trampas, ya que el film de Bustillo y Maury pese a estar enmarcado en la noche de Halloween, lo cierto es que no vemos por ningún lado su parafernalia, aún así este cuento de ¿vampiros? es lo bastante interesante para captar vuestra atención. Lástima que su tercer acto la cosa se vuelva tan loca y no sepas lo que pasa la mayoría de veces, pero aún así dadle un voto de confianza.

- 31 (2016) de Rob Zombie. Sí, otra vez el integrante de White Zombie se pasa por aquí (le gusta esta fiesta, qué le vamos a hacer) y en esta ocasión nos ofrece un survival horror de manual enmarcado en la noche del 31 de octubre. Por muchos odiada, por otros amada y como, siempre que nos toca al hablar de Zombie, incomprendida por el resto, lo cierto es que no deja ni un segundo de respiro y acaba siendo film muy entretenido, aunque ya os aviso que miedo tirando a poco. Eso sí; tiene al mejor Joker de la historia...sin ser el Joker.

¿Esperabas Pesadilla antes de Navidad?
1 - Truco o trato (2007) de Michael Dougherty con Quinn Lord, Brian Cox, Dylan Baker, Leslie Bibb, Rochelle Aytes y  Anna Paquin.
¿De qué va? Historias cruzadas en una terrorífica noche de Halloween en la que se dan cita fantasmas, vampiros, brujas y demás seres de la noche.
Lo mejor: Su tono cómic de la EC, la división en segmentos, su ambientación totalmente relacionada con la festividad de Todos los Santos, el mal rollo colorido que acompaña todo el metraje, la mitología que hace gala, Sam el niño calabaza...en fin, todo.
Lo peor: Por ponerle una pega, como suele pasar en estos casos no todas las historias consiguen ser tan buenas y pueden apreciarse unas pocas bajadas de ritmo, pero vamos, nada acusable dado que todas resultan divertidísimas a más no poder.
¿La recomendaría? El número uno, claramente. Se trata de la película definitiva sobre la festividad de Halloween. Una macarrada facturada de una manera tan genuina que todavía no le ha salido un digno sucesor. Si queréis una película que cierre de la mejor manera vuestra noche, no dudéis, Truco o Trato es la apuesta segura.

Pues ya queda poco o nada que decir. Disfrutad de estas fechas tan nuestras y recordad que nada de beber...el alcohol para mí y para los de Aguas turbias.

La piel fría (2017) de Xavier Gens

Aguas tranquilas. Tierras de guerra.

Antes de empezar, quiero admitir que (aún) no he leído la novela en la que se basa el film, escrita por mi tocayo Albert Sánchez Piñol, aunque según he oído, esta incide bastante en la batalla interna entre las diferentes personalidades de los dos protagonistas y su enfrentamiento individual con la amenaza de los seres, lo cual se puede ver más o menos en el film resultante solamente que con algo menos desarrollo.
Dicho esto continúo con la reseña.

Un hombre viaja para relevar a un compañero de su puesto en una estación meteorológica situada en una remota isla, pero ya allí descubrirá que en la isla únicamente queda un habitante: el sombrío encargado del faro. Pronto se dará cuenta que la actitud huraña del hombre se debe a que cada noche este se enfrenta a un horda de seres que emergen de las aguas con intenciones aviesas.

Simpático survival coproducción ente España y Francia y rodada en inglés (sí, menuda mezcla), es, como decía al principio, una adaptación de la novela de Albert Sánchez Piñol, donde dos hombres con diferentes personalidades son puestos a prueba en una situación que van más allá del límite humano por culpa de una entidad que desconocen. Y sinceramente, eso se plasma bastante bien a lo largo de la película. El personaje de Gruner (un genial Ray Stevenson) es un hombre roto que ha pasado las de Caín y ha tenido que sobrevivir en condiciones infrahumanas, eso añadido a una soledad en principio autoimpuesta forma un contraste bastante interesante con Friend (sosillo David Oakes), quien todavía está asimilando lo que ocurre y sigue viendo la vida desde un punto de vista más optimista y, siendo algo clave para el final, resolutivo. En medio de estos dos se encuentra Aneris (irreconocible Aura Garrido), una de las criaturas que por extraño que parezca desarrolla una relación con ellos, al principio como mascota y luego como... ejm... algo más, creando una especie de triángulo donde la simbiosis es la clave.

Es posible que La piel fría pasado el ecuador de la hora puede llegar a resultar algo formularia en cuanto a su estructura de monstruos atacando cada noche y los protagonistas sobreviviendo a duras penas, pero logra salvar los muebles ya que en vez de mostrarnos unas motivaciones claras en los ataques de ambas partes, el guión sabe apartarse y no tomar un bando claro. Es decir, todo el mundo está equivocado y todo el mundo está en lo cierto según se mire. Eso sí, siendo puntillosos me hubiese gustado saber un poco más acerca de esas criaturas (parientes lejanos de Abe Sapiens) y se podían haber ahorrado la historia de "amor" para evitar ciertos tiempos muertos.

Como curiosidades señalar que en un principio los roles de Gunar y Aneris estaban adjudicados respetivamente para Stellan Skarsgård y Elena Anaya, y que la isla, ese paraje nevado y desértico, no deja de ser...Lanzarote.

Dirige de manera más que correcta el francés Xavier Gens (Frontera(s)) quien fue uno los directores que junto a Alexandre Aja (Alta Tensión), Pascal Laugier (Martyrs), Marina de Van (Dans ma peau),  A. Bustillo y J. Maury (A´l Interieur) formaron parte de la "nueva ola de terror francés" que despuntó la década pasada, siendo el propio Gens uno de los pocos que aún a día de hoy sigue trabajando de una forma más o menos regular. También estrena este mismo año The Crucifixion.

Muy entretenida.

Top 5 Sitges 2017 : ¿Pero qué diantres hago viendo este engendro?



Un año más termina esta nueva edición del Festival Internacional de Sitges (se tiene que decir así o no se dice) y , si bien ha sido uno de los años en los que más he disfrutado con casi todas las películas vistas - unas treinta y pico, nuevo récord -, he echado en falta esa Película del Festival que aunase opiniones favorables (y desfavorables) y me cabreara que se fuese de vacío. Una lástima que en este 2017 no lograse verlo en la abundante cantidad de films presentados, si bien, afortunadamente muchas han sido lo bastante entretenidas para dejarme este buen sabor de boca.

Es decir, nada mal.

Peeeero (Meneillos) como la malicia rompe el saco, sin tristeza no hay alegría y el dolor es mi señor, quiero empezar esta serie de Tops 5 con lo más bajo, lo más tremebundo, lo más doloroso que he conseguido ver sin irme de la sala, pero que ha dejado tal desazón en mí corazón que...vale, exagero como viene siendo habitual, pero que no me han gustado, vamos.

Sin más, comenzamos con este Top al que me gusta llamar ¿Pero qué diantres hago viendo este engendro?

5 - A Ghost Story (2017) de David Lowery con Rooney Mara y Casey Affleck.
¿De qué va? Una pareja vive feliz y sin apenas problemas en una pequeña casa de la cual se van a mudar dentro de poco, hasta que un fortuito accidente de automóvil acaba con la vida del chico quien acaba convertido en un fantasmiko con sábana y todo. Su paso por el tiempo, inapreciable dada su forma actual, hará que pasado, presente y futuro se entrelacen.
Lo mejor: Posiblemente la caracterización de Affleck haya sido lo más (in)conscientemente gracioso de todo el festival. El empleo del paso del tiempo para narrar las etapas de la pérdida - ver el cambio de escenarios y que el protagonista no pueda irse de ahí está muy conseguido - consigue ser de lo más interesante, pero...
Lo peor: ...acaba resultado muy pesada. Entiendo que haya a quienes les atrapó su ritmo pausado, pero creo que para que una película de menos de hora y media se te haga larga es para mirarlo. Se habla de Rooney Mara y su maravillosa actuación, pero yo la vi menos expresiva que la tarta que se zampa de una tacada en la escena cumbre. Me sobra lo del falso formato 16 mm ¿Para qué?
¿La recomendaría? Sí. En realidad meto A Ghost Story en este Top porque es la clase de película que podría haber dado más de lo que da y se queda en un ejercicio más de estilo que sustancioso. Quizás si Lowery hubiese sido menos pretencioso...

4 - Jupiter´s Moon (2017) de Kornél Mundruczó con Zsombor Jéger,  Mónika Balsai y Merab Ninidze.
¿De qué va? Arya, un joven refugiado, recibe un balazo por intentar cruzar de manera ilegal la fronera. Dicha herida le otorga el poder de levitar haciéndole escapar del campo donde se encuentra confinado.
Lo mejor: Zsombor Jéger, su actor principal, no lo hace nada mal. Ciertos momentos con bastante carga visual, la mayoría condensados en sus primeros minutos.
Lo peor: Cuando pasada la media hora te das cuenta que el componente fantástico importa más bien poco y la trama se estanca. Ese simbolismo "religioso" de parvulario que acabó por sacarme de quicio por repetición de topicazos.
¿La recomendaría? Sí, al menos para opinar sobre la ganadora a Mejor Película. Por lo demás es bastante sosa en comparación con muchas otras competidoras que bien hubiesen merecido el galardón. Aunque, siendo sinceros ¿alguna vez estaremos de acuerdo con el palmarés de cualquier certamen? Pues eso.

3 - Muse (2017) de Jaume Balagueró con Elliot Cowan,  Franka Potente,  Ana Ularu,  Leonor Watling,  Christopher Lloyd y Manuela Vellés.
¿De qué va? Un profesor universitario tras pasar una situación traumática, tiene una serie de visiones donde es testigo del sacrificio ritual de una mujer, quien al poco aparece muerta de tal forma como en el sueño. Pronto, el hombre y una misteriosa mujer (la cual también tenía visiones con ese evento) se verán envueltos en una trama tan terrible como sobrenatural.
Lo mejor: Sin duda las musas del título. Sin hacer los tan temidos destripes, imaginad a las madres de Argento y convertidlas en empresarias sin escrúpulos que no aceptan un no por respuesta. Esa sería la aproximación más cercana. Algún apunte gore, una ambientación lograda y un Christopher Lloyd al que siempre resulta agradable ver.
Lo peor: Empiezo a darme cuenta de una cosa; cuando no está acompañado de Paco Plaza alguien que le ayude a no perder el norte, Barlagueró se pierde y no sabe cómo desarrollar ni rematar las películas, quedando estas tan bonitas como vacías. Pululan por la trama unos personajes tan anodinos que parecen contagiados por la enfermedad de la mosca tse-tse, excepto el interpretado por Manuela Vellés, quien parece que por segundos está recuperando su rol de Caótica Ana.
¿La recomendaría? Barlagueró sabe como crear ambientes sombríos y cargados de inquietud, así que si queréis ver un ejercicio de estilo, adelante, seguramente la disfrutaréis. El resto, en los que me incluyo, esperaba más, sobretodo por lo interesantes que son sus "villanas".

Suicide Squad

2 - The Maus (2017) de Gerardo Herrero Pereda con August Wittgenstein,  Alma Terzic,  Ella Jazz,  Aleksandar Seksan, Diana Fernández Pérez y Sanin Milavic.
¿De qué va? A punto de irse de Bosnia, una pareja se pierde en un bosque de camino al aeropuerto. Lo que no saben es que el bosque está plagado de minas y no son los únicos que están por ahí.
Lo mejor: Empieza bien, generando bastante tensión y mucho juego entre lo que es real y lo que no. La localización.
Lo peor: Los intérpretes y los personajes a los que interpretan. Se hace pesada cuando en teoría empieza la trama a cobrar fuerza. El componente fantástico...sólo digo eso. Su final es, a falta de otro término, incomprensible.
¿La recomendaría? Pese a tener cosas interesantes en un primer momento, la película empieza a desbarrar hasta conseguir aburrirte con tanto falso flashback y con tantas salidas de tiesto en cuanto a las reacciones de los personajes. Si hubiese sido un survival estilo Desfensa o Eden Lake hubiese estado mejor.

Antes de finalizar con el número uno, quisiese citar unas dignas competidoras que no han entrado porque no tenía ganas de hacer más amigos:

The Endless (2017) de Justin Benson y Aaron Moorhead. Una scifi tanto aburrida pero bastante conseguida su manera de generar tensión.
Annabelle: Creation (2017) de David F. Sandberg. Secuela de la infinitamente peor Annabelle pero no por ello deja de ser igual de fallida. Eso sí, muñeca sigue dando miedo.
Fashionista (2017) de Simon Rumley.  Estéticamente impecable pero con menos sustancia que una bebida isotónica. Demasiado larga.
Nevesta (La novia) (2017) de Svyatoslav Podgayevskiy. Se hace muy dura, aunque contiene dos o tres sustos que funcionan.

1 - Caniba (2017) documental de Lucien Castaing-Taylor y Verena Paravel.
¿De qué va? En los años ochenta en París, un joven estudiante japonés mató a su compañera de clase francesa para acto seguido deborar sus restos mortales. Pronto fue encarcelado y declarado mentalmente inestable, haciendo que fuese repatriado a Japón, donde desde entonces vive con su hermano y (mal) viviendo de la fama que le dio su crimen.
Lo mejor: Ciertos momentos - como la parte del manga sobre el asesinato - donde verdaderamente se meten en materia, pero están tan alargados que acaban siendo tapados por el sinsentido general.
Lo peor: La manera tan pomposa en la que está rodado el documental, con unos desenfoques, salidas de cuadro y empleo del sonido que claramente pretenden incomodar al espectador pero lo único que hacen es sacarte de quicio. Pretenciosa a más no poder.
¿La recomendaría? Sólo a aquellos que puedan apreciar / aguantar tanta pedantería. Lucien Castaing-Taylor y Verena Paravel nos hacen un calvo durante hora y media en la que se mide la paciencia del espectador, para finalmente darte cuenta de lo poco que te han contado acerca de un tema tan (terroríficamente) interesante como es la historia de este hombre.

Bien, como podéis ver no todo el monte fue orégano y no todas las películas consagradas en esta edición han sido de mi agrado, aunque como siempre digo, mejor echarle un ojo a todas para tener una opinión fundada...si os atrevéis.

¡Hasta la próxima amiguismos!

¡Cartelicos! Wonders of the sea (2017) de Jean - Michel Cousteau

Sí, habéis leído bien
Lo mejor: Que el importante mensaje se oiga alto y claro.
Lo peor: Que acabe relegada a "ese documental con Schwarzenegger como narrador".
Lo que se espera de ella... Una patada en la boca a todos aquellos que se entusiasmaron con los documentales 3 D de Cameron.

Parada en el infierno - Stop over in hell (2017) de Víctor Matellano

Próxima parada: una bala en la cabeza.

Un grupo de forajidos que se dedican al robo y asesinato en el salvaje oeste, deciden dar el golpe de sus vidas atracando una diligencia cargada hasta los topes de monedas de oro. Para ello, toman una de las paradas donde hacen escala las diligencias, secuestrando a todo aquel que esté hospedado allí. Las torturas y vejaciones se sucederán haciendo que los pocos supervivientes tomen la decisión de contraatacar.

Western sucio y sangriento rodado en escenarios naturales (salvo algún set de interior), alejado del glamour habitual que una vez tuvo el género - allá por años 40, 50 y 60 - y curiosamente también alejado, en cierta medida, del spaguetti-western ya que salvo contados homenajes, a voz de pronto me viene Keoma (1976) no en vano de Enzo G. Castellari quien aquí interpreta un breve papel, estamos ante una película de suspense muy en la onda de Secuestrados (Miguel Ángel Vivas, 2011) y similares con personajes sacados de las novelas de a duro de la marca Estefanía. Ambientada en un salvaje oeste que bien podía aparecer en las páginas de Predicador - incluso uno de sus personajes principales se viste de manera similar al Santo de los Asesinos -, donde las balas no hieren a las personas, más bien les revientan las cabezas en un festival de sesos. Sólo hay que ver la escena inicial, donde El Coronel y su troupe asaltan salvajemente una diligencia, como una autentica declaración de intenciones, y ciertamente, es en esos momentos donde el film alcanza sus mejores momentos,  donde además se pueden admirar los admirables efectos prácticos del siempre esforzado Colin Arthur, quien ya trabajase junto a Matellano en su anterior film Vampyres (2015).

En el reparto parte de Pablo Escola como villano de la función, pasan por la pantalla sendos cameos ligados al género; el ya citado Castellari, Nadia De Santiago (Las chicas del cable), Conrado San Martín (Gritos en la noche), Antonio Mayans (Empusa), Ramón Langa o Guillermo Montesinos.

No marcara un hito, pero sin duda alguna Stop over in hell se ha convertido en uno de los films más divertidos, sangrientos y salidos de madre que podréis ver actualmente en cines.

Cartelicos: Leatherface (2017) de Alexandre Bustillo y Julien Maury

Negro del WhatsApp origins
Lo mejor: Los directores. 

Lo peor: Todavía resuena la hostia de La matanza de Texas: El origen (Jonathan Liebesman, 2006).

Lo que se espera de ella... una nueva visión del desde ya mítico "Cara de cuero" y de paso revitalizar una saga que, por desgracia, llevaba tiempo necesitada de algo así.

Cartelicos: Stop over in hell


Lo mejor: Su inmejorable casting, con un villano que da auténtico pavor a la cabeza del cartel. El amor que demuestra Víctor Matellano por el género.

Lo peor: ¡Queremos más Enzo G. Castellari!

Lo que se espera de ella... que Víctor Matellano recupere para nosotros el eurowestern más crudo y descarnado.

La seducción (2017) de Sofia Coppola



Seduce lo que ves. Repele lo que cuentas.


Durante la Guerra de Secesión Americana, un soldado confederado herido (Colin Farrell) llega a las puertas de un internado femenino sureño regentado por Miss Martha (Nichole Kidman). Ya allí, pese a que en un principio crea un "relativo" miedo entre las mujeres, el soldado pronto irá seduciéndolas una a una hasta desembocar en un trágico acontecimiento que cambiará la vida no solo del propio soldado sino también la de todas las internas.

"Coma, coma..."
Remake descafeinado de la infinitamente superior película de 1971 - llamada por éstos lares con el directo El seductor - dirigida por el gran Don Siegel e interpretada por unos no menos grandes Clint Eastwood y Geraldine Page, los cuales ahora asumen sus personajes sin apenas emoción los mentados Farrel y Kidman respectivamente. Lo cierto es que la película sigue hasta cierto punto a pies juntillas tanto la novela escrita por Thomas Cullinan como el film de Siegel - aunque curiosamente vemos como se ha eliminado al personaje de la esclava del internado y el flashback donde vemos a McBurney en la Guerra Civil - pero Coppola lo vuelve eso, descafeinado al llevarlo a su terreno intimista y de mayor hermetismo, perdiendo gran parte de ese juego de celos que se crea y, sobretodo, se pierde la visión del propio soldado, quien aquí es retratado de una manera más secundaria en pro de los personajes interpretados por Kidman, Dunst y Fanning.

No digo que esa ampliación, por denominarlo de alguna manera, del material original sea un mal detalle, incluso diría que eso es algo de lo cual estaría bastante agradecido, pero, ay, lo cierto es que en ningún momento Coppola logra hacer interesante ninguno de los personajes, plus añadido que sean interpretados por una sosez pasmosa, en especial una siempre eficaz Elle Fanning y que aquí extrañamente está directamente insufrible. Ahorrándome en sutilezas, nos la venden como una futura femme fatal pero que a fin de cuentas no deja de ser realmente una cabeza hueca con la edad del pavo en ciernes. Salvo Dusnt, quien está con el piloto automático puesto desde el minuto uno, el resto de las actrices no hacen nada más que pasar por ahí y apenas tienen peso en la trama salvo a excepción del final.

La pelirroja. Nunca mejor dicho.

Y hablando del final, aquí me quería parar yo, si bien transcurre de una manera muy similar a la vista en el film del 71, lo cierto es que es tomado de una forma tan estética, tan "vacía" que no nos consigue impactar esa angustia que vive el personaje. Es decir: nos da igual. Ese es el problema. Nos importa un comino todo lo que suceda dentro de ésta lánguida mansión sureña, más o menos como pasaba en Las vírgenes suicidas (1999) o María Antonieta (2006) sólo que ésta vez partía de un material harto interesante con el que poder exponer sus ideas. Una pena.

En donde de verdad acierta de pleno Sofia Coppola es en que cuida al detalle el plano estético. Cada forma, cada color, cada composición está medida al dedillo por Jennifer Dehghan (directora de arte) y por equipo de cámaras, es decir, hay mucho plano de "mira que bien filmo" pero verdaderamente es lo mejor del film.
Ritmo no, pero la actriz del Padrino III saber hacer unos planos francamente bonitos.

En resumen, tan bonita como sin alma. Si queréis ver un cuadro en imágenes adelante, pero a mí me deja frío.

Nota: 5

Sesión triple: Abracadabra (2017) de Pablo Berger




Terminamos ésta sesión triple con uno de los platos fuertes de la temporada cinematográfica a lo que cine español se refiere, y yo, como romántico que soy, aún conservo la esperanza de ver una buena película nacional éste verano...que no encontré en Abracadabra. Y mira que tenía ciertas expectativas con el tercer largo de Pablo Berger, director del clon de combate de The Artist (Michel Hazanavicius, 2011) ,  Blancanieves (2012) - film que, ojo cuidado, me gustó bastante, pero cuando Berger realizó unas declaraciones donde desmentía lo obvio, me cabreó en extremo, con lo orgulloso que podría sentirse de haber hecho una película bastante digna pese a ser claramente lo que era - además de esa oda la caspa que nos alegró las Navidades hace tres años, ya que prometía ser una vuelta al microcosmos de esa familia de clase media/baja española-cañí que tan bien supo recrear en la simpática Torremolinos 73 (2003). Pero ay amigos, aquí estamos lejos de ese film caricaturesco pero veraz donde una pareja tiene que recurrir al porno para salir de su miseria económica, y nos planta un esperpento camuflado como una comedia disparatada de enredo cuando se trata de un drama con grandes dosis de ... terror y fantástico (¿¡E!?).

Carlos (Antonio de la Torre), es el típico garrulo de barrio de extrarradio el cual sólo tiene un objetivo en la vida: criar una imponente barriga cervecera ante la televisión. Carmen (Maribel Verdú) es su sufridora esposa, quien aguanta sus constantes desplantes viéndose arrastrada junto a su hija (Priscilla Delgado) a una vida rutinaria, pero todo ésto cambia el día de la boda de su sobrino, en la cual, mientras están asistiendo en el convite a un espectáculo de hipnotismo orquestado por el primo de ella, Pepe (José Mota), es poseído por el espíritu de un antiguo camarero del salón donde se encuentran (Quim Gutiérrez). Los efectos pronto se hacen notar, y el otrora saco de carne es ahora un marido atento y un padre ejemplar...eventualmente, porque la personalidad de Carlos se niega a irse, creando confusas situaciones llenas de (supuesta) hilaridad, que harán que Carmen busque el origen de esta extraña posesión y, a ser posible, recuperar al 100% a su marido. Y os estaréis preguntando ¿pa´qué quiere traer a un amargas existencias de ese calibre? Pues porque el espíritu es un homicida en potencia...y bailón.

El principal problema de Abracadabra no se encuentra en la fusión de géneros, incluso eso se le puede ver como un acierto - la escena que mejor funciona es cuando el clavo inmobiliario (Julián Villagrán) cuenta en penumbra la historia de la casa que trata de vender -, sino más bien su falta de cohesión dentro de un guión que hace aguas nada más ponerse en materia, por no decir que éste nunca termina de pillar el tono ni en la comedia ni en el drama, haciendo que todo se convierta por instantes en una maraña sin sentido. Sirva de ejemplo la escena en la que Verdú, Mota y Josep Maria Pou (el mejor personaje de la historia y el actor que mejor se lo pasa), embutidos en ropas de enfermeros, tratan de "matar" al ente encerrándolo en el cuerpo de un moribundo hospitalizado (cameo de Saturnino García). Bien. A priori la escena tendría que estar enmarcada en el terreno del drama, pero Berger rueda la escena de una manera tan confusa, añadiendo unos chascarrillos sonrojantes como son esos calzoncillos de Superman (pose de Saturnino incluida). Además, esta escena es
contradicción dentro de la personalidad del personaje de Carmen, quien en el último segundo se apiada del espíritu (quien es un homicida recordemos, debe dar unos masajes de puta madre), salvándole en el último momento de ser expulsado del cuerpo de su marido ¿Confundidos? Pues agarraos donde podáis, porque todavía tenemos el final, donde monos, matanzas , cuchillos nupciales y números de magia casposa se dan cita en un aquí vale todo para dar punto y final a la historia.

Pese a éste barullo argumental, se pueden sacar momentos verdaderamente interesantes a la película, que entroncarían dentro del terreno del fantástico o terror, es decir, lo que mola: El vídeo de ¡Informe Semanal! donde relatan los hechos acaecidos treinta años atrás y que involucran a la entidad, no sé si estará rodado con una cámara MiniDv pero da el pego y ante todo impacta; la escena del dentista-médium; el baile entre Maribel Verdú y Antonio de la Torre al ritmo de (como no) la canción compuesta por Steve Miller o la alucinación donde el personaje de de la Torre cree que - y ésto no es coña - un mono ha matado a todo el equipo de catering de una boda. Además, salvo casos puntuales - Mota sobreactuando a más no poder, algo normal - el caso es que no me chirrían mucho la interpretación de los actores quienes se defienden bastante bien en sus roles. Al menos se les entiende al hablar.

Para terminar, decir que éste film es uno de los tres seleccionados para representar a España en Eurovisión la ceremonia de los Oscars del año que viene junto a 1898. Los últimos de Filipinas (Salvador Calvo, 2016) y Verano 1993 (Carla Simón, 2017), y donde seguramente, como viene siendo tónica general durante los últimos años, no nos comeremos ni un rosco.

Nota: 5

Azpiri, de profesión vendedor de sueños.


Escribo éstas líneas nada más enterarme del fallecimiento del dibujante madrileño Alfonso Azpiri Mejía por culpa de esa lacra llamada cáncer.

Nadie, absolutamente nadie ha vendido tantos videojuegos como él aunque la mayoría fuesen penosos y tirando a injugables. Daba igual. Era ver esa portada que había dibujado para tal juego de carreras o aventuras poligonales - que ni él mismo sabía de qué iban, salvo pequeños resúmenes que él mismo preguntaba y los cuales le ayudaban a dibujar, reconoció en múltiples ocasiones - que directamente hacían que fueses hacia él, imantado por esa mujer rubia/pelirroja que te guiñaba el ojo de manera pícara. No sabías cómo sería, sólo veías esa portada y tú corazón se enamorabas del juego que tenías entre las manos para  acto seguido pasar por caja para finalmente hacerte con él.

Sobran ya las palabras en éste post y solamente queda decir que hoy, como siempre que muere un icono de éstas características, el mundo ha perdido parte de su magia.

Descansa en paz compañero. Siempre te recordaremos.

Sesión Triple: Emoji la película (2017) de Tony Leondis

Antes de empezar con la crítica, quisiese haceros una pequeña recomendación, y si en algún momento decidís hacer una escapada a ese lugar increíble que es Dénia, hagáis un parón entre tanta playa y paelladas y no dejéis escapar la oportunidad de ir al Auto Cine Drive In, donde pude ver en pase triple la serie de películas que comentaré durante éstos días y que sin duda alguna es un tesoro que se debería disfrutar.

Dicho ésto continúo con la reseña.

Miedo. Mucho, mucho, muchísimo miedo me daba ésta película distribuida por los amigos de Columbia y producida por  Coca Cola  Sony Pictures Animation, quienes son capaces tanto de lo mejor como son Hotel Transylvania y secuela, pero también de lo peor, como han ido demostrando con todo trabajo en el que Genndy Tartakovsky no estuviese involucrado. No ayudó que en un primer avance en el que se entreveía la trama, ésta fuese una fusión un tanto bastarda entre Rompe Ralph y mi adorada La LegoPelícula  - película, al igual que ésta, con alma mercantilista pero que por casualidades del destino se convirtió en una de las mejores de la temporada - cumpliéndose mis augurios cuando las primeras críticas al otro lado del charco eran poco más que nefastas. No mejoró la cosa cuando se supo que como viene siendo norma en la casa de Sonycola, los encargados de doblar a los personajes principales serían actores como Quim Gutiérrez, Macarena Gómez, Carlos Latre, Úrsula Corberó o (Diox mío) Mario Vaquerizo en vez de contar con actores de doblaje profesionales. Es decir, Emoji: La película tenía todas papeletas para ser una mierda tan grande y hedionda como la que sale en el cartel...y el caso es que sí, lo ha sido, pero no de la magnitud esperada o la que cabría esperar dado el aluvión de ídem que se ha dicho sobre el film de las caritas.
La trama de Emoji: La película podría resumirse en la servilleta de un bar de carretera en la que hacer la gracia de GRACIAS PUTITA  , tras haberse puesto hasta el culo de LSD, claro está:
En nuestro móvil hay un mundo habitado por los emojis (las caritas del WhatsApp) entre las que hay un inadaptado/repudiado por los suyos, que emprenderá un viaje para cambiar su forma de ser pero por el camino descubrirá que no hay nada como la amistad y serbla bla bla bla.
Sí amigos, todos hemos lo hemos visto en innumerables ocasiones, plagiando con gusto a las dos películas anteriormente mentadas - el personaje principal saltando entre "mundos", con chuches incluidas, un protagonista a priori insulso, la aparición de una princesa ... - , y creerme cuando os digo que aquí no encontraréis una vuelta de tuerca a la fórmula o un posible soplo de aire fresco dentro del panorama actual de animación colmado por franquicias nacidas muertas pero harto lucrativas, como son los Gru y sus molestos cojones amarillos o los Cars - que ya directamente plagia sin ningún tipo de disimulo sagas icóRockynicas del cine -, pero he de decir que, si lo miras bien, al menos es un film sincero en el contenido de su mensaje. No me malinterpretéis, sigue siendo un mensaje muy perezoso y contado de la forma más perezosa que os podáis imaginar, pero es de agradecer que no se líen en exceso con las más que evidentes pretensiones de trascendencia que sí tienen compañías como Pixar, yendo directamente al grano para "intentar" entretener sin ningún tipo de pretensión por el camino. Que ésto se haya logrado por pura chiripa es otra cosa, pero al menos la cosa está bastante clara durante todo el metraje, y eso es algo que acaba haciendo de Emoji: La película un producto tan orgullosamente malo como orgullosamente sincero de ser como es.
Se hacen varias coñas a lo largo del film a costa del mundillo que rodea Internet, como es la hilarante escena, y posiblemente la mejor llevada, en la que los protagonistas entran a un bar hacker regentado por un trollano (con cara de caballo) y entre la clientela encontramos desde Spams a Trolls de la red, o cuando se meten en la aplicación de Facebook y se dice la que posiblemente sea la línea más incendiaria de la película: "¿Quién quiere tener amigos de verdad teniendo seguidores?". También se pueden ver otras Apps como son el Candy Crush, Just Dance, YouTube o Instagram aunque apenas se les saca el partido que cabría esperar.
Sin embargo hay algo que no pude pasar por alto y eso son las voces de la versión en castellano. No tanto los personajes de Latre y de Úrsula Corberó que al menos saben coger el tono con cierta gracia, pero Quim Gutiérrez y en especial Macarena Gómez sueltan sus frases con una falta de vida pasmosa...¡y eso que la personalidad de sus roles son todo lo contrario! No hablo de Mario Vaquerizo porque al menos sale poco y no lo hace tan mal en comparación, pero resulta estúpida ésta práctica (por suerte ya menos en boga si se compara de unos años hasta ahora) que solo quiere equipararse al modelo estadounidenses, sólo que los actores/famosos de turno de aquí han demostrado que no llegan por más que quieran, no dejando así a los profesionales ejercer su oficio. Una pena, pero lo dicho, por suerte cada vez se hace menos.
Hablando del doblaje, en la versión original tenemos a T.J. Miller (Deadpool), Anna Faris (May), Patrick Stewart (X-men) o el cómico James Corden además de muchos actores salidos del programa SNL, no obstante a quien me sorprendió ver en los créditos fue al músico y ocasional actor Steven Wright, quien en los noventa también dobló a la tortuga de La princesa cisne, y que aquí presta sus calmadas cuerdas vocales al padre de protagonista. Lo más curioso es que en una licencia algo algo extraña por parte de la versión castellana está doblado con acento cubano (¿!EH¡?).
Pese a todas las penosas críticas por parte tanto del público como de la crítica, la película ha recaudado (y sobrepasado) su presupuesto sólo en territorio estadounidense a falta de estrenarse en otros mercados, lo que ha supuesto un negocio redondo para Sony quienes necesitaban un tanto así junto al de Spiderman Homecomming tras encadenar varios fiascos en su sección de imagen real, donde aún les duele el culo tras el relativo descalabro que supuso Cazafantasmas el verano pasado.
Dirige el asunto Tony Leondis, realizador y guionista curtido en animación estrenada directamente para el mercado doméstico bajo el sello Disney El emperador y sus locuras 2: La gran aventura de KronkLilo & Stitch 2: El efecto del defecto - y que en 2008 dirigió la simpaticona Igor, la cual fue masacrada de manera un tanto injusta por la crítica y por el público estadounidense, haciendo que en nuestro país fue editada directamente en DVD.

Nota: 5

Sesión Triple: Atómica (2017) de David Leitch


Lorraine Broughton es una agente secreto del MI6 quien tras la muerte de un colega/amante en la Alemania pre caída del muro es enviada para esclarecer el caso y de paso conseguir una lista con nombres de agentes que custodiaba el finado. Ya allí descubrirá dos cosas: la Guerra Fría sigue más caliente que nunca (siempre quise soltar ese topicazo) y que no debe confiar en nadie, ni tan siquiera en sus presuntos aliados (otro topicazo, me encantan).

Basada en la novela gráfica de Antony Johnston, Atomic Blonde: The Coldest City - la cual no he leído, pero por lo que he oído está adaptada de una forma más o menos fiel, al menos inicialmente -, Atómica es un proyecto nacido de la mano de una Charlize Theron deseosa de consolidar su faceta de heroína de acción que tan buenos frutos le aportaron en la gloriosa Mad Max: Fury Road (2015), y de paso, por qué no decirlo, sacarse la espinita que supuso el fiasco de la que fuese otra apuesta personal: Æon Flux (2005). Para tal empresa, la buena de Charlize pidió consejo a su compañero inmortal actor Keanu Revees, quien por aquél entonces estaba rodando John Wick (Otro día para matar) (2014) y le recomendó para que llevase tal empresa a buen puerto al cincuenta por ciento de los cineastas que hicieron posible la primera entrega del sicario "retirado", es decir, David Leitch.
Leitch, director ocasional pero especialista y doble de acción de la vieja escuela - atesora en su curriculum más de ochenta títulos, entre los que destacan Blade (1998), El club de la lucha (1999), Matrix Reloaded y Revolution (2003) y 300 (2006) - , era la opción evidente para un film en el presumiblemente las hostiejas volarían libres como palomas en una película de John Woo, todo ello aderezado por las licencias creativas que le han permitido al guionista Kurt Johnstad, autor también del libreto de 300 y su secuela (2013), frente al material original de Johnston. Sí, unas líneas más arriba he dicho "presumiblemente" y no, no es una errata, ya que Atómica  decepcionará a todos aquellos que esperasen ver a un John Wick con cromosoma XX masacrando a media URSS en el contexto de la caída del Telón de Acero.
Con esto no quiero decir que en Atómica no encontremos espectaculares coreografías de acción (que las hay) y muertes de boches de la forma más sangrienta y enrevesada posible (que también), pero en éste caso hay una trama de espías de toda la vida, la cual por momentos cuesta seguir el ritmo por lo liada que está, muy en la línea de Spy Game (2001) con muchos saltos temporales - no en vano, la historia está narrada a modo de flashback durante un interrogatorio -, amén de las consabidas traiciones cada cinco minutos. No es algo que llegue a sacarte de la película, la verdad que es muy entretenida, pero si consigue resultar un tanto frustrante tener que hacer un repaso a todos los nombres que hay en la película para saber de quién/con quién cojones están hablando, no ayuda que sean la mitad nombres alemanes. Pero bueno, ya centrándome en las espectaculares set pieces de acción donde Charlize demuestra todo su potencial físico y Leitch su oficio como planificador, como decía sí las hay, pocas pero ciertamente muy espectaculares, sobretodo el (falso) plano secuencia que empieza en las calle de Berlín Oeste, continúa en un edificio donde se desata toda la acción y culmina en una persecución en coche. Leo en IMDb que se rodó con unas cámaras Arri Alexa MHawk V-Lite Vintage, y por lo que se ve en pantalla les sacaron todo el partido imaginable.
La película, que costó unos 30 millones de dólares, está funcionando bastante bien y ya lleva recaudados casi el doble de su presupuesto, además de estar respaldado tanto por crítica como por público, con un 63/100 en Metacritic y un 7,1 en IMDb, con lo que Charlize (también productora) puede sentirse orgullosa de éste triunfo. Y nosotros tan contentos.

Nota: 7

Musas: Alex Essoe



Nombre: Alex Essoe

Edad: ¿?

Nacionalidad: Estadounidense. Nacida en  Dhahran, Arabia Saudí.

Debut: Surviving Crooked Lake (2008)

Descubrimiento: Cuentos de Halloween (2015)

Conocida mundialmente por... The Neighbour (2016)

Última aparición en pantallas: Midnighters (2017)