Hace unas semanas pude disfrutar en la pantalla del Artistic Metropol de una de las películas míticas de mi infancia: La pequeña tienda de los horrores del no menos mítico director de directores, Roger Corman, antes de encaminar su carrera
AVISO: Verla en Blanco y _Negro.
Seymour Krelboin, un joven dependiente de una floristería, está enamorado de su compañera Audrie. Un día compra una extraña planta, a la que bautiza como Audrie II. La planta crece rápidamente, gracias a que Seymour le proporciona el alimento que necesita, y se convierte en un ejemplar espectacular, una verdadera atracción para la ciudad.
Como dije al principio de la reseña, esta es una de las películas de mi infancia y vista aún a día de hoy me sigue resultando igual de divertida, incluso ahora de mayor aprecio más el trabajo que hizo Corman, que apenas contaba de presupuesto las vueltas del pan y con sólo unos dos días de disponibilidad del set dónde rodaban (se demolería cuando acabasen), hizo un guión bastante sólido y sin apenas fisuras, salpicado de unas situaciones que de locas te partes de la risa - la persecución en la fábrica de retretes debería de revisarla más de uno -, además, todo ello sumando a las sobresalientes actuaciones de todos sus actores principales, en especial el trabajo del protagonista Jonathan Haze, hacen de esta película una imprescindible para todo fan del fantástico-terror que se precie.
Claro que tiene sus fallos, en especial ese poder hipnótico chusquero de la planta, y a día de hoy se puede ver como un poco ingenua, pero el buen rato lo tendréis asegurado.
...y ya si eso me véis la de Rick Moranis, la hostia de divertida, pero sólo con el final "bueno".