Spiderman: Un nuevo universo (2017) de Bob Persichetti, Peter Ramsey y Rodney Rothman

Los Spidermans que merecemos.

Mucho se ha hablado de la nueva aventura de nuestro trepamuros favorito. Que si es una inteligente vuelta de tuerca al personaje, que si era una revitalización necesaria, que si era la mejor película de Spiderman hasta la fecha...y, sí, salvando las distancias con las anteriores adaptaciones, sorprendentemente sí que lo es.

La historia nos pone en el punto de vista de Mike Morales (Shameik Moore, Dope) un adolescente normal y corriente de Nueva York al que su padre (Brian Tyree Henry, Viudas) ha internado contra su voluntad en un colegio privado alejado de su barrio. Eventualmente queda con su Tío Aaron (Mahershala Ali, Moonlight) para hablar de sus dudas a cerca de lo que hace y deja de hacer en la vida. Es en una de esas quedadas cuando es picado por una araña que le transfiere poderes arácnidos y...¿Os he dicho ya que en este mundo ya hay un Spiderman? ¿No? Pues agarraos que viene curvas porque ahora os va a costar contarlos debido a un desgarro en las realidades alternativas provocado por Kingpin (Liev Schreiber, Scream 2) que hará que varios Spidermans alternativos, entre ellos SpiderGwen (Hailee Steinfeld) o Peter B. Paker (Jake Johnson), acudan para solucionar la papeleta. 

En una inteligente maniobra por parte de Sony, el foco esta vez no se centra en el personaje de Spiderman, o mejor dicho en Peter Parker. Al menos no en el Peter Paker que nosotros conocemos. Demonios, el Parker que creemos que adiestrará a Miles, con quien formará equipo para derrotar a los malos, muere a la media hora de película - en un claro homenaje al Universo Ultimate - y será el alternativo Peter B. (deja clara su escala con el nombre) Parker barrigudo, hastiado de la vida y al que Mary Jane ha dejado por su falta de compromiso, quien será el ejemplo a seguir del novato. Esto es maravilloso porque no sólo tenemos un héroe que en verdad no tiene ni idea de qué hacer, sino DOS personas que creen que las mallas les quedan grandes pero que por el bien común lucharían hasta el final porque, al final, nadie más que lo haría. Es cierto que luego vienen Spider Gwen (¿Silk?) y el resto de Spidermans alternativos añadiendo más seguridad/dinamismo al conjunto, pero decidme ¿esto no es un reflejo de lo que supone ser un héroe y algo que Spiderman lleva arrastrando desde sus comienzos? Incluso la motivación del villano - Kingpin machacando literalmente a Spiderman por pura frustración es una de las mejores escenas - podemos entenderla dado que es el reverso oscuro y egoísta de lo que intentan nuestros héroes, es decir, salvar la vida de aquellos que aman sólo que anteponiendo la vida de los demás. Sin duda un acierto el plantearnos estas dudas que no veíamos desde las películas de Raimi y de pasada en Homecoming  (2016).

Otro acierto lo encontramos en la elección los actores de doblaje. Mucho se criticó a Jake Johnson (Seguridad no garantizada) cuando se anunció quedaría voz a Peter B. Parker, pero en verdad su tono roto, irritado, casi tirado, que preferiría de quedarse en casa comiendo pizza y ver la tele encaja a la perfección para la situación actual del personaje. Por otro lado tenemos a Hailee Steinfeld, quien me gustaría ver como SpiderGwen de imagen real, unos descacharrantes Lily Tomlin, Nick Cage y John Mulaney, un sibilino Liev Schreiber que está gozando el hacer de malo malísimo y alguna sopresita que prefiero que descubráis por vosotros mismos. Como curiosidad decir que este será el último trabajo donde oiréis (por partida doble) al recientemente fallecido Stan Lee.

Entre los aspectos negativos podemos destacar ciertas pequeñeces que no ensombrecen el resultado final, como son el poco papel que tiene Mary Jane (Zoe Kravitz) más allá de dos escenas contadas o que nunca se diga la verdadera relación que hubo entre Gwen y Peter, dejándolo en un "éramos amigos" que supongo se hizo para no liar más el asunto pero que hubiesen dado un mayor trasfondo a ambos personajes. Lo dicho, minucias que no restan interés al film y que seguro en una futurible segunda entrega se logren suplir.

Una agradable sorpresa ver como Sony ha recuperado el tono del personaje como no veíamos desde Spiderman 2, haciendo de paso una película que puede atrapar tanto a fans del cómic como aquellos que únicamente busquen un entretenimiento 100% a prueba de bombas.

Por cierto, si valoráis unas buenas risas os recomiendo quedaros hasta el final de los créditos.

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