Retrocrítica: Freddy vs Jason

Ayer por la tarde tuve la suerte de asistir al Artistic Metropol a un pase de la última película en la que se daban cita y mamporros las encarnaciones clásicas de los Jason y Freddy originales. Recordemos que lo que hubo a continuación (casi seis años después) fueron dos remakes, uno muy correcto y otro que digamos no cumplió las expectativas suscitadas, pero que al menos abren la puerta para ver futuras secuelas. Algo es algo.

Volviendo a la película, tras verla y disfrutarla sólo me queda una pregunta que hacer:
¿Por qué no se hicieron más de estas películas? Es decir, ¿por qué dado el éxito que generó este film, tanto monetario como de crítica, no se probó a meter a Michael Myers, Chucky o Pinhead? Cierto es que mucho se habló de una secuela en la que aparecería nuestro asesino favorito del día de los muertos, pero con el paso de los años nadie quiso arriesgar y en vez de eso optaron por los citados remakes, tan en boga últimamente, aunque sí que apareció una secuela en cómics llamada "Freddy vs Jason vs Ash", en la que el héroe de Michigan mediaba con su motosierra en la contienda de los dos asesinos y que sobra decir el si no estáis leyendo ese cómic ya tardáis en conseguirlo.
La cinta la dirige el interesante Ronny Yu, el director que devolvió a la vida (y al interés) al muñeco diabólico en "La novia de Chucky", y lo hace de manera ejemplar. En ningún momento de la cinta cae en la autoparodia barata y se toma bastante en serio las bases por las que ambas sagas se han sustentado a lo largo de los años (sangre y sexo), e incluso las expande para goce y disfrute del personal. Como ejemplo de ello, tras un prólogo que podría calificase de diez (Freddy como narrador incluido), ahí está la primera muerte en la que un chaval, tras el fornicio, se tumba en la cama para que a continuación Jason le haga una cirugía machetil para acto seguido ser rematado al doblarse la cama (¡!). Acaba de comenzar y ya tenemos sexo, desnudos gratuitos y muertes aún más gratuitas, por no hablar del uso que hace del suspense (yo hubiese apostado por la negra chillona), así que tenemos un comienzo de diez. Lástima que lo que viene a continuación es algo más soso, incluso los momentos de la fiesta, que deberían ser masacre continua, son de un lento que asustan, incluso Yu afirmó que él lo que quería era hacer en vez de una macrofiesta un funeral pero que New Line no le dejó por falta de presupuesto (sí...claro) y que si se piensa bien hubiese sido más lógico. Para nuestra suerte y disfrute encontramos que según avanza la película el ritmo aumenta cada vez más, incluido hay un amago de boca a boca a Jason, hasta tocar techo con el clímax en el que vemos nuestro ansiado enfrentamiento, y que me cuelguen si no cumple o sobrepasa las expectativas. Pura delicia friki en una ensalada de golpes bajos y machetazos sin control, de esos que verías una y otra vez en bucle y que por desgracia te dejan con ganas de más.

Referente a los actores decir que los "humanos" son mera carnaza, como suele ser habitual, y tanto sus motivaciones como trasfondo nos importan más bien poco, aunque la galería de chicas y chicas random de cuerpos neumáticos es amplia eso sí y al menos la vista lo agradecerá, en especial la protagonista (muy parecida a la finada Brittany Murphy) y sus dos gemelos siameses calvos. Carnaza nada más al servicio de Jason y de Freddy, que son el verdadero motivo por el que vemos esta película, y la verdad es que cumple más que de sobra. Robert Endgulnd es de esos actores que con sólo su voz y presencia logran que miremos embobados a la pantalla (también llamado el "síndrome Freeman"), y nos atrapa cada vez que aparece en pantalla ya sea caracterizado, a rostro descubierto o simplemente una sombra. Un grande entre los grandes, sin duda alguna. Por el otro lado tenemos a Jason, interpretado esta vez por el especialista Ken Kirzinguer, un mostrenco de dos metros diez, y que aporta poco más que presencia y mala baba al personaje del asesino de Cristal Lake, dada cuenta que ya sabemos su tendencia a ser parco en palabras. No se explota mucho al personaje en realidad, dado que poco mas se puede mostrar que no se haya visto ya en sus diez entregas anteriores, aunque casi al final vemos como fue el momento del ahogamiento de un pequeño y deforme Jason en el lago, y que queda la mar de chulo todo sea dicho.

En resumidas cuentas, una monster movie con asesinos que sabe ser entretenida hasta decir basta, y que es sin duda alguna un choque de titanes que nadie debería perderse.

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