Ah, la Navidad, esa bonita época del año en la que los hospitales se llenan hasta rebosar con casos de comas etílicos, atragantamientos, indigestiones, peleas, accidentes de tráfico y un kilométrico etcétera, por no hablar de que es la época en la que se registra el mayor índice de suicidios.
Vamos, una cruda realidad que contrasta con ese falso buenrollismo que nos intentan vender las grandes superficies, y que sinceramente, me terminan de dar más miedo que lo mencionado con anterioridad.
Por eso, y por muchas otras cosas más, la Navidad para mí es una basura, una mierda decadente y una gran mentira en la que la falsedad prolifera, mientras que los buenos sentimientos, esos que en teoría deberían de valer para todos los días del año, son más falsos que el árbol de poliestireno que adorna el salón de tu casa.
El causante de todo ese odio descarnado al veinticinco de diciembre puede que, en gran medida, sea Shane Black, el autor de esas pelulazas llamadas "El último Boy Scout", "Kiss Kiss Bang Bang", Memoria Letal o, la que nos atañe hoy, "Arma Letal", y que en toda su sabiduría ambienta la mayoría de sus películas en esa temporada. Casualidad, que no lo creo, es cierto que gracias a este guionista muchos de mi generación empezamos a disfrutar de las películas de acción, pero no de la acción sin freno y sin cerebro de la década pasada, si no de una acción más realista (dentro de los cánones) y cruda pese a tener unos golpes de humor que rozaban la ironía. Unas películas que nos aventuraban que la década noventa sería mucho más dura y carente de esperanza, en donde por ejemplo un ex combatiente de Vietnam suicida, y no un hipermusculado ranger, era el héroe que debería salvar el día.
Alentador, ¿eh?
"Arma Letal" fue dirigida por Richard Donner, el autor también de "La profecía" o "Superman", y que aquí pega un giro de ciento ochenta grados a su carrera para ofrecernos una "BuddyMovie", en el que dos policía de Los Ángeles deberían de colaborar juntos en un caso, pese a que al principio son patentes sus diferencias. Un argumento que a priori puede parecer manido hasta el exceso, incluso más de uno diría ya paródico, pero que aquí funciona a las mil maravillas dada la maestría conjunta de la que hacen gala Donner, los actores y de Black.
Por un lado tenemos al serio Murtaugh interpretado por Danny Glover, un responsable padre de familia que está deseando la jubilación, y por el otro tenemos a Riggs interpretado por Gibson, un ex militar al que todo el mundo cree que le falta un tornillo. Decir que ambos actores hacen de sus personajes unos seres absolutamente fascinantes sería el quedarme muy corto, la verdad que sólo hay que ver la escena del suicida o la charla previa al tiroteo en el desierto para saber que ellos dos, su complicidad y sus motivaciones son tan reales que hasta podrías creer que son ellos de verdad.
Son varias las escenas en esta película que vistas a día de hoy siguen siendo míticas; la mentada escena del suicida, el principio con la chica saltando, el tiroteo en la autopista, las torturas a las que someten a los protagonistas, o la batalla final entre Riggs y Joshsua (Gary Busey haciendo de...Gary Busey) en el jardín de Murtaugh, pero la que sin duda considero La Mejor Escena con diferencia, es en la que Riggs trata de suicidarse con la bala de punta hueca. A día de hoy, vistas tantas películas como las que he visto, algunas de ellas muy sórdidas, esta escena aún consigue ponerme los pelos como escarpias, pero aún es más cuando está Murtaugh presente y Riggs le presiona para que le "ayude" a apretar el gatillo, ya que el trasfondo se aventura más sombrío que el que habríamos imaginado y hace que comprendamos que Riggs no es simplemente un pirado que quiere morir.
Los diálogos no se quedan atrás y nos dejan unos continuos toma y daca entre Murtaugh y Riggs, reforzadas con la improvisación de ambos actores (trabajo magnifico el de Gibson), en el que directamente ya se olvidan sus textos y se disponen a lanzarse puyas, como por ejemplo en las escenas de la comisaría o del bar tras haberse tirado al vacío Riggs.
Contaría más y más sobre esta película pero dadas las fechas en las que estamos y como esta es una película navideña...¿a qué esperáis para volver a verla de una vez?
Lo merece y mucho.
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