Gangs of Wasseypur 1/2 (2012)


Gracias al amigo Eduardo, autor de esta Pedazo de crítica. Espero que pronto vuelva por aquí.


En parte expectante (por las buenas referencias que  tenía) y en parte con cierta curiosidad, el pasado 25 de abril asistí al programa doble Gangs of Wasseypur ofrecido por Artistic Metropol.  Teniendo en cuenta la duración de cada una de las películas que forman la ambiciosa propuesta, cuando salí de la sala tuve la sensación de que había sido un tiempo bien invertido. 
Y mucho.
Reconozco no ser un experto en cine hindú. Más allá de haber visto alguna retrospectiva del maestro Satyajit Ray, algunas producciones típicamente “Made in Bollywood” (nunca me han enganchado especialmente) y bizarradas ocasionales, mi desconocimiento de lo que se hace cinematográficamente por aquellos lares es bastante grande. Y siempre me ha parecido bastante “sospechoso” el hecho de que las producciones típicamente “bollywoodienses” se hayan ido paulatinamente convirtiendo en lo que cualquier aficionado medio al cine en occidente tomaría como “el cine que se hace en la India”. Cosas de la industria supongo. Que a menudo todo lo deforma o lo amplifica. Y es que pienso que uno de los motivos -entre otros- por los que no he logrado conectar con estas películas es por la imagen edulcorada que transmiten de la India.
En esas estaban mis pensamientos justo antes de sumergirme en la(s) película(s).  Y lo que recibo nada más comenzar el visionado es una auténtica “patada en el estómago” con la potente escena inicial que desde bien pronto te deja a las claras que lo que vas a ver va a ser duro, directo y sin contemplaciones.
En un arco argumental que abarca varias décadas (desde prácticamente la descolonización británica hasta la actualidad) Gangs of Wasseypur narra la lucha de poder de dos familias por el control de la ciudad que da nombre al título de la película. Con un ritmo acertado y unos actores  creíbles, la(s) película(s) logra que te adentres en un mundo de corrupción, venganza y violencia que te atrapa desde el primer momento.
Es cierto que en algunos momentos se echa en falta una mayor profundización en la presentación y desarrollo en alguno de la multitud de personajes que aparecen -sin duda provocado por la necesidad de no aumentar el ya de por sí  elevado minutaje- y que en algún momento esto puede provocar que el espectador se sienta algo perdido (esto en particular se produce más en la segunda parte por la necesidad de acelerar el desenlace final), pero en mi opinión esto se compensa con creces por todo lo que la película ofrece.
Igualmente me parecen adecuadas esas pequeñas pinceladas en estilo documental sobre aspectos sociales, y económicos de  la historia de Wasseypur durante el periodo en que transcurre la trama. Ayudan a contextualizar mejor los acontecimientos narrados y a entender mejor el origen de los enfrentamientos.
Por otro lado, y en el mejor estilo de “El Padrino”, las escenas de tipo familiar y costumbrista (con sus correspondientes dosis de números musicales), tan importantes en una película de estas características, me parecen correctas en términos argumentales y con el peso adecuado en el conjunto de la(s) película(s).
Y ahora que menciono a “El Padrino”, uno no puede evitar pensar que la gran trilogía de Francis Ford Coppola era el modelo que tenía en mente Anurag Kashyap al concebir su film, pues los paralelismos son más que evidentes y que su objetivo era –entre otros- que la India tuviera su propio “El Padrino”. Lo que desde luego ha conseguido es que a partir de ahora el que escribe le tenga en el radar como director a seguir. 


Película muy recomendable y que gustará a todos los que les guste EL CINE en mayúsculas.