Contracrítica: Godzilla (2014)



Con fuerzas de la naturaleza así, ¿quién necesita al Capitán Planeta?

Tras la lectura de cartilla hecha por el amiguete Raúl en su crítica sobre este nuevo "Gordizilla", ha hecho despertarme de mi letargo (la siesta, siempre de siete horas) y ahora toca hacer crujir mis nudillos, respirar hondo, aspirar óxido nitroso y ponerme ante el teclado para escribir esta contracrítica, en la que trataré de defender el film de Gareth Evans, puesto que en mi opinión es un film loable, por momentos brillantes, que, como no, tiene fallos pero no tan garrafales.
Así que, preparad los helicópteros, vayámonos a un sitio lo más alejado posible de estas bestias y desde la lejanía disfrutemos de este espectacular choque de titanes.

AVISO: Esta crítica contiene LEVES SPOILERS.

"Godzilla" tiene la primera media hora más acojonante que he visto en el cine reciente, incluso más que los vistos en "Capitán América: El Soldado de invierno" (que son puro mojo). Desde los créditos de inicio, el descubrimiento de la fosa de los MUTOS, el ataque a la central nuclear, la intrusión en ese pueblo fantasma - en el que vemos las primeras muestras de los brutales efectos especiales de la cinta -, concluyendo con la apertura de la crisálida y el primer ataque de uno de los monstruos. Treinta minutos exactos, donde el director Gareth Edwards demuestra que no sólo sabe hacer películas de bajo presupuesto, y que luzcan bien, si no que sabe hacer películas con un presupuesto equiparable al PIB de un país pequeño, y que luzca de puta madre. En esos minutos, en los que, ojo, no sale Godzilla más que una décima de segundo en los créditos, define los personajes sobre los que girará la acción y acabarán por ser los narradores de la historia al situar su foco frente a ellos.
De los actores destacaría el trabajo del siempre sublime Bryan Cranston, que aquí se aleja sabiamente de su rol badass en la serie "Breaking Bad", interpretando a un hombre herido, incapaz de asumir la muerte de su mujer, y obsesionado por saber lo que en verdad está pasando. El resto del reparto digamos que simplemente está bien. Aaron Taylor-Johnson y Elizabeth Olsen tienen química pero les falta algo de personalidad para destacar más que como narradores de la acción. Ken Watanabe y David Strathairn están ahí para aportar canas y caché, pero aparecen en la historia de manera tan episódica, y algo descontrolada, que no acaban de cuajar. Lo que he entendido, al no poner a los humanos como los verdaderos salvadores/héroes de la historia, en favor de cierto lagarto gigante que es el auténtico protagonista, y a su lado no somos más que guiñapos. Y es ahí donde reside su principal baza; el mostrarnos a nosotros mismos como unos seres frágiles, unas diminutas partículas de polvo inútiles ante esos enormes animales que acaban por ser el ejemplo rotundo de que ante la naturaleza poco o nada podemos hacer cuando esta se encabrona, salvo apartarnos...o morir. Ver la muerte de uno de los actores principales durante los primeros acordes del film, es, aparte una sorpresa de tal magnitud que te deja clavado al asiento, una muestra palpable de que Edwards tiene un discurso bien construido y mejor definido a lo largo del film, y que acabará llevándolo hasta sus últimas consecuencias, una cosa sorprendente en un blockbuster veraniego, y más viniendo de la todopoderosa Warner, así que un punto a su favor.
En cuanto al apartado técnico, decir que es simple y llanamente magistral. Los escenarios generados por ordenador, el nivel de destrucción de edificios y terreno, la física de objetos...todo el entorno está hecho como si fuera real, apoyado por una fotografía apagada muy en la línea de las originales, y constantemente quedas asombrado por las cotas de detalle que llega a alcanzar, aunque sin duda alguna, la verdadera alma de la fiesta es, como no, Godzilla. Y eso que el cabroncete tarda en salir, salvo en momentos contados, en los que sólo conseguimos ver un brazo, un ojo, una garra...pero cuando sale entero demuestra no sólo lo bien que está hecho si no que se han respetado bastante los diseños originales del animal, siendo una mezcla entre pasado y futuro que te dejará boquiabierto. En cuanto al diseño de los enemigos, los MUTOS tienen nombre de telecomedia de los setenta , tienen un diseño igual de impresionante pero acaban por lucir menos cuando se les pone enfrente a frente contra el protagonista. Supongo que de hacerse nuevas entregas irán añadiendo más enemigos las originales, como Gamera o el clon robótico de Godzilla (ojalá), con unos diseños capaces de rivalizar con este en cuanto a nivel de ser impresionantes, mientras tanto estos dos villanos funcionan, y, sobretodo, destruyen.
La música viene firmada por Alexandre Desplat, conocido por las bandas sonoras de "El discurso del rey" y "Argo", y en esta ocasión firma un trabajo acorde con la épica que intenta proyectar el film, en el que abundan las reminiscencias al sountrack de las primeras películas. Un detallito agradable para los fans de la saga, en una banda sonora monstruosa.

EL REY DE LOS MONSTRUOS.

Con esto no quiero decir que el film sea la quinta maravilla de las películas sobre monstruos, al contrario, sigo considerando a "Monstruoso" o a "Pacific Rim" superiores a esta en cuanto a tensión como en diversión, además de tener un mayor ritmo narrativo el cual el guión de (como no) David S. Goyer y Frank Darabont carece. La película no deja de tener momentos "cortahipo", como la pelea en Honolulu, la destrucción de las Vegas o la batalla final en san Francisco, pero en ningún momento vemos que estas escenas se acaben de ser rematadas al estar todo el rato intercaladas con distintas subtramas o puntos de vista que traslada la acción a pie de calle, como si todas se trataran de un constante clímax final donde nunca se diera la puntilla, acabando por hacerse molesto cuando empezamos a ver a los bichos curtiéndose el lomo y de pronto se acaba porque el protagonista queda encerrado en un búnker.
Otro de los fallos a tener en cuenta es el carácter que le dan a Godzilla. Hasta hace poco creía, por unas declaraciones del director, que este sería un animal que ni es bueno ni malo, sólo un animal enorme que arrasa con todo lo que hay a su paso...y no. Godzilla es bueno, es un protector del equilibrio natural, como le tilda en un momento dado el personaje de Ken Watanabe, y las destrucciones que comete son por y para salvar la tierra de los MUTOS. Coño, si hasta hay un momento que va a la par de un grupo portaaviones y se sumerge para no dañarlos cuando tiene que pasar al otro lado. Podría decirse que esto no es raro, al fin y al cabo el Godzilla original se volvía bueno en la tercera entrega, pero sí un poco sobrada por parte de Edwards, cuando en realidad ha intentado ser lo más fiel a las originales también en ese aspecto.

En resumidas cuentas, con todos sus fallos y carencias, sin duda es una (muy) disfrutable película de catástrofes, enmascarada como una película de monstruos, que capta de manera excelente la impotencia del ser humano ante la lucha de estas fuerzas de la naturaleza.
A Edwards le ha acabado pesando el haber sido tan fiel a las películas originales, pero que eso no os eche para atrás al echarle un visionado.
Ah, y el 3D merece la pena.

NOTA: 7

P.D.
Yo no le vi tan gordo al pobre bicho. Bueno, algo sí se ha dejado tras tantos años sin dar caña a otros monstruos. Veremos en las secuelas si se pone del todo en forma.