Pues arranca Nocturna en el mejor ambiente imaginable. Un festival hecho por amantes sinceros del fantástico para amantes sinceros del fantástico. En pleno centro de la capital y con un buen puñado de títulos que esperamos con ganas todos los aficionados al cine de género.
Y es que amigos, con todo lo genial que tiene encontrar títulos esperados (The Sacrament, Edge of Tomorrow, The Raid 2, Lord of Tears) , independientes, reestrenos de clásicos con toda calidad y asistencia de vacas sagradas del fantástico (Dario Argento, Tobe Hopper, Jaume Balaguero...) lo mejor, lo mejor de este festival es el ambiente. Reencontrarse con amigos, personas estupendas que viven y disfrutan este género tanto o más que tu. Realmente es lo mejor y más reconfortante que uno se lleva del festival.
Por eso cuando he comenzado a ver el cortometraje que precedía al pase de la primera película de la tarde (y del festival), apenas me enteraba de algo, con la euforia y alegría de reecontrarme con gente que no veía hace tiempo, y compartir con ellos unos días del cine que más amas ¡que grande amigos!
Pues como digo, de Runaway, el cortometraje que precedía a The Station, poco me he enterado por la emoción del momento, y su corta duración. Es un cortometraje de ciencia ficción, protagonizado por un anciano que presencia una batalla entre robots, que vemos en off, Godzilla (2014) Style. Parecía bien resuelto técnicamente, pero como digo, no estaba muy concentrado por la emoción del momento.
Tras el llegaba el primer largometraje del día. The Station es un film austriaco (el primero de esta nacionalidad que ve un servidor) que tras ver su trailer se perfila como una suerte de cruce serie B entre La Cosa de John Carpenter y El Alimento de los Dioses.
Película de buena factura técnica y con buenos actores en los principales roles. Una fotografía muy buena y lograda, sobretodo en cuanto a extensos paisajes montañosos, que no obstante acusa una primera hora realmente soporífera, pero que remonta un poco en cuanto a diversión en su media hora final, con mucha abundancia de heridas purulentas, mutaciones explosivas y un personaje que conquistó a la audiencia durante el pase, el de la anciana (y aparentemente inofensiva, aunque hay que ver luego como las gasta) Ministra, interpretada nada menos que por la madre del director(¡!), arrancando no pocas risas y aplausos entre la concurrencia.
Aunque aburre durante gran parte de su metraje, hay que aplaudir sus meritos en cuanto a una ídea final que pone un interesante broche al arco argumental de los protagonistas y algunas escenas de lograda tensión. Si se hubiese trabajado un poco más esa primera hora y algunas escenas (demasiada cámara con Parkinson) violentas no muy logradas, tendríamos un producto serie B mucho más decente. No obstante es un producto honesto en cuanto a sus pretensiones y no engaña a nadie, así que tampoco se la puede condenar.
Y llegaba el segundo pase de la tarde. Mientras en la Sala 1 tenía lugar el evento fan de Juego de Tronos, en la Sala 2 de los Palafox empezaba el Cortometraje Nothing Stays, que nos habla de una súbita fiebre que afecta a la juventud y obliga a los ancianos a cuidar de esta, haciendo que el mundo se paralice. Una ídea interesante pero de poco efectiva puesta en escena. Igual que algunos cortos están demasiado alargados, este parece ser demasiado fugaz.
Le seguía el largometraje Fractured. Una especie de Neo-Noir con toques fantásticos y leves reminiscencias de David Lynch protagonizado por Callum Blue (al que tengo muy presente como Zod en la Serie Smallville) y Vinnie Jones.
Comienza con una narrativa leve y morosa en detalles, lenta y pausada (un poco el mismo problema que The Station en distinto género). Pero poco a poco, va enganchando su trama de misterio y la busqueda de identidad por parte de su esforzado actor protagonista. La ambientación muy de cine negro (neones, ambientes callejeros taciturnos y peligrosos...) la meritoria labor interpretativa (gracias sobretodo al mentado Callum Blue, a la fuerza de Vinnie Jones y a la estupenda Nicole LaLiberte) y las potentes escenas de violencia y sexo que asaltan al espectador cuando menos lo espera; terminan de hacer interesante y atractivo un film, que aunque no es especialmente memorable, si que acaba resultando un visionado sugerente. Y el que es, en mi modesta opinión, el mejor de los tres largometrajes proyectados en este primer día de Nocturna 2014.
Y llegaba la sesión inaugural de este nuevo Nocturna. The Zero Theorem de Terry Gilliam. Precedida de una bonita presentación del festival, Luis M. Rosales, que agradecía a todos los presentes su asistencia "¡esto es posible gracias a vosotros! ¡larga vida al fantástico", nos decía, tras agradecer a todas las entidades y personas que han ayudado a que Nocturna sea una realidad.
Después de un adelanto del film de animación de próximo estreno, Pos Eso, hemos podido ver lo que para mi ha sido lo mejor de este primer día, el cortometraje español Time After Time, un tributo a los 80 y Regreso al Futuro muy divertido, disfrutable y altamente recomendable, no os lo perdáis si tenéis ocasión de verlo. Tras un cortometraje de ciencia ficción más discreto, con muy buena factura técnica pero poco contenido, llamado Entity, comenzaba el plato fuerte, lo nuevo de Terry Gilliam.
The Zero Theorem es una película única, como todas las de Terry Gilliam. Compleja, barroca, original, inclasificable...merece un analisis más detallado. Baste decir que decepcione o no, siempre es un visionado fundamental cualquier nuevo film de Gilliam. Es un creador único, y siempre resulta estimulante, más aún en el entorno de una sesión inaugural de un festival de cine fantástico. Pero como digo, merece un analisis más extenso que el que aquí puedo darle.
Y finaliza así un primer día discreto en lo cinematográfico, pero muy emocionante, y que augura sin duda grandes emociones, sorpresas y momentos inolvidables. Citando al Sr. Rosales ¡larga vida al fantástico!