Entramos en la
recta final. Después de esta reseña, tan solo nos quedaran tres películas para
despedirnos. Y si, esas tres películas que quedan son verdaderas obras de arte,
pero no así la de hoy. Aún y que muchos
de vosotros seáis fan de esta peli, después de verla me he vuelto a desencantar
con la opinión de los terceros que la
ponían por las nubes. Este film no es otro que “Bad Santa” de Terry Zwigoff.
A todas luces
esta película podría ser genial. El punto de partida lo es. Tenemos a un
borracho que cada año es contratado de Santa Claus en centros comerciales. Y mientras
recibe niños y se hace fotitos con ellos –y con la ayuda de su elfo enano-
descubre donde están los objetos de valor y el día de Nochebuena se hace con
ellos. Y cuando desvalija un centro comercial se va a la otra parte de Estados Unidos
para preparar su siguiente golpe.
Decidme si esto
no daría para una melocotonazo de miedo. Pero el problema es que este director
se cree que es más gracioso que lo que realmente es, y también más intenso y
profundo; un protohipster como bigotillo, vamos. Esto mismo ocurría con “Ghost World”, una película que se
vendía como un “American Pie” para tías,
pero de la que tan solo recuerdo un diálogo racista entre un redneck y un griego: “Los griegos
inventaron la democracia” “Y a los maricas”. En resumidas cuentas, sus películas tienen
premisas más divertidas de lo que son en realidad.
Esta última
aseveración se ve en este “Bad Santa” cuando
aparece el niño gordito con ricitos de la portada y la peli pasa de una especie
de cara B de “Miracle on 34th Street”
a una película cuasi familiar con algún que otro chiste subido de tono, falsa incorrección
política –porque el mensaje final es más blanco que la unos vaqueros lavados en
lejía- y personajes que pasaban por allí,
como los de John Ritter o Lauren Graham.
Si hay una cosa
por lo que recordar la película, además de por ser el testamento
cinematográfica de John Ritter, es por la gran actuación de Billy Bob Thorton.
Este actor es especialista en brillar en películas o series que no merecen tal
esfuerzo. Es decir, es un tío que se moja con sus trabajos. Algunas cintas que
se amoldan a esta descripción son “Fuera
de control” de Mike Newell, “Giro al
infierno” de Oliver Stone o la serie “Fargo”
donde en mi opinión es lo único salvable. Aunque tampoco se debe decir
tajantemente que solo actúa en películas malas o fallidas, ya que tiene grandes
papeles en films de gran calidad: “El
hombre que nunca estuvo allí”, “Un plan sencillo” o “Love Actually”.
Podemos resumir que es un actor de esos de
carácter.
En definitiva,
una comedia que tiene el peor defecto que estas pelis puede tener: el no ser
graciosa. Me revienta que una película vaya de graciosa y rompedora sin serlo,
y por eso este “Bad Santa” queda expulsada
de mi videoteca para siempre. Tan solo recomendable para saber si alguien es un
cuñao de libro o no.
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