DIA 15: Chocolate con rima asonante.
Volvemos hoy
con la animación, pero con más calidad que ayer. Y para no centrarnos solo en
Disney, el mediometraje de hoy viene de la mano de Warner Bros: “How the grinch stole Christmas” de Chuck
Jones y Ben Washam, basado en la obra homónima del Dr. Seuss. Un cortometraje
de 1966 que puede ser el equivalente al Sorteo de Navidad en España: Cuando se
televisa, oficialmente empieza la Navidad.
Y, ¿Quién es este
Dr. Seuss? Para resumir, sería el equivalente americano de Gloria Fuertes. Sus
libros son obligatorios en todos los parvularios estadounidenses, siendo lo
primero que leen los niños yankis. Puede que hayas oído de algunos de ellos: “The Lorax”, “The cat in the hat” o “Horton hears a Who¡”. Son libros que se
caracterizan por sus dibujos, rimas musicales y juegos de palabras que hacen
casi imposible una traducción que le haga justicia
La historia de
la cinta que nos ocupa hoy es sencilla. Tenemos el pueblo de Whoville, todo
nevado y con sus habitantes que son una mezcla de hormiga y ardilla. Todos parecen
contentos, menos un eremita –el Grinch- que vive en una cueva que odia el ruido
y la algarabía. Y en Navidad, festividad que celebran los Whos –habitantes de
Whoville- entre luces, villancicos y regalos; son unas fechas que el Grinch
odia con todo su pequeño corazón. Y para
fastidiarlos, decide bajar al pueblo y robarles los árboles, luces y regalos.
Estamos ante un
corto que destaca por dos aspectos: su animación, y las voces. En cuanto a la
primera, estamos ante un corto de Warner y se nota. Los responsables de este
corto, son los creadores de personajes como
Pepe le Pew, Coyote o el Correcaminos… entre muchos otros. Y este estilo
se traslada a “How the grinch stole Christmas”. Estamos ante un corto con
personajes de bordes marcados y muy muy colorido, perfecto para que los más
pequeños de la casa se queden embobados cual gatos de escayola ante la tele. Y
en cuanto al apartado actoral, destaca por encima de todo Boris Karloff poniendo
su voz al Grinch y al narrador. El hombre marcado por el papel de Frankenstein
se marca un doblaje de esos que hace época. Estoy seguro que si lo hubiera
hecho otro actor el resultado no sería el mismo, ya que su voz queda como un
guante ante la rima particular del texto original del Dr. Seuss.
En definitiva,
un corto de animación de esos que hay que ver, sin discusiones. Quizás quede un
poco cursi, pero abstraeros y pensar que la cinta tiene casi cincuenta años. Y
por favor, huid de doblajes ya que aunque no os enteréis de mucho disfrutareis mucho
más con el vozarrón de Karloff que con cualquier imitador.
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