Y hoy volvemos
a Finlandia. Porque, si llevamos muchas películas con Santa Claus de
protagonista, ¿Cómo no vamos a hablar una sobre su posible origen? ¿Y quiénes
mejor que los finlandeses para tratar el asunto?
La película de
hoy se llama “Joulutarina. A Christmas
Story”, que resultó un gran éxito en su país de origen y colindantes en
2007. El director de la misma es Juha Wuolijoki, el cual desgraciadamente no ha
hecho mucho después de este film. Digo desgraciadamente, ya que quienes han
visto la película en cuestión saben que talento no le falta.
En el film,
conocemos a Nikolas. Es un niño que pierde a toda su familia en el frio Círculo
Polar Ártico finés en una época no
datada, pero que podemos decir que es en algún momento entre los siglos
XVII-XVIII. En la aldea de pescadores en la que vivía son tan pobres que
ninguna familia puede hacerse cargo de él, por lo que deciden que cada familia
lo mantendrá durante un año, y entonces pasará su custodia a otra. Nikolas está
tan encantado, que siguiendo una tradición que tenía con su hermana pequeña,
les fabricará juguetes de madera a estas familias en Navidad, cosa que es vista
como una excentricidad. Pero un duro Invierno años después hará que ninguna
familia pueda hacerse cargo de Nikolas, el cual finalmente acabará en casa de
un comerciante con pocos escrúpulos que parece ser solo quiere sacar tajada de
su don fabricando juguetes.
Lo primero que
destaca del film es su ambientación: Los paisajes, ropajes, props y demás estructuras de atrezzo. Todo está cuidado hasta el más mínimo
detalle. Y si a esto sumamos su cuidada y premiada fotografía, nos situamos en
el marco ideal para ver una película que entra por los ojos.
También
destacaría las interpretaciones. Por un lado tenemos a un grupo de niños que no
son los típico niños patada dickensianos
que suelen aparecer en este tipo de películas para dar penica al personal, si
no que todos ellos están muy naturales y dan bien el pego. Y sobre todos ellos destaca
Hannu-Pekka Björkman como Nikolas un actor muy poco conocido aquí al Sur, pero
de gran renombre en el país suomi. Björkman se marca un papelón, ya que
interpreta a Nikolas desde su adolescencia hasta su senectud. Y en cada uno de
esos momentos se nota este envejecimiento, no solo en el maquillaje si no en la
mirada y movimientos. Aunque se esforzasen no hubieran encontrado a un actor
mejor.
En definitiva,
estamos ante una película familiar con todas las de ley. Pero aun y esta
familiaridad, estamos ante una película que no toma a ningún miembro de la
familia por tonto, si alguien muere, este está muerto; o si tiene que mostrar
miseria lo hace. No obstante, una película llena de magia para disfrutar en
estas fiestas.
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