Nuestra sección
En serie pide paso en este Especial
Navideño. Porque si ya hemos hablado de películas, cortometrajes y
mediometrajes, las series no iban a ser menos. Y la que os traigo es una gran
elección para aquellos amantes de la comedia noventera.
La serie que os
traigo no es otra que “Seinfeld”.
Puede que para muchos tan solo sea conocida de nombre, o sabran que el
protagonista es un cómico, pero puede que algunos ni eso. Así que voy a
realizar una pequeña sinopsis de la misma. Esta serie trata sobre… nada.
Exacto, hasta ellos mismos lo dicen. No hay argumento. Es decir, en “Como conocí a vuestra madre” por
ejemplo tenemos como eje central la identidad de la mujer de Ted, o en “Friends” tenemos como hilo la historia
de Ross y Rachel. Pero en esta serie eminentemente neoyorkina –y judía- no
tenemos ninguna trama que nos guie durante las nueve temporadas de emisión. Lo
único que se repiten son los personajes: Jerry –Jerry Seinfeld-, un cómico de monólogos,
su mejor amigo George – Jason Alexander- , Kramer –Michael Richards- el más que
excéntrico vecino y Elaine – Julia Louis Dreyfus- la ex novia de Jerry. Tan
solo hay siempre dos argumentos que comienzan y resuelven en el mismo episodio.
Y esos pueden ir de algo tan banal como buscar el coche en un parking a
instalar un aire acondicionado o la creación de un sujetador para hombres. ¿Suena
aburrido? Setenta y seis millones de estadounidenses no pueden estar
equivocados.
Y el capítulo
que traigo hoy, el décimo de la última temporada, es en mi opinión el último
gran capítulo de una serie que nos ofreció episodios inolvidables como “The contest”, “The nazi soup” o ”The pilot”. El capítulo de hoy, como
casi todos, sigue la estructura de los dos argumentos. En el primero tenemos a
Kramer, al que creíamos un parado en verdad estaba de huelga. Y en vísperas de
Navidad le llaman debido a que se ha desconvocado dicha huelga… después de doce
años. El segundo argumento es el importante. Antes he nombrado a George, el
amigo de Jerry. Pues este tiene unos padres muy especiales, y que conforman un
gran dúo de secundarios: Frank –interpretado por el Jerry Stiller, el padre de
Ben Stiller- y Estelle –interpretada por Stelle Harris- . Cuando George era
niño, Frank estuvo como loco buscando el muñeco que su hijo quería para Navidad.
Cuando finalmente lo encontró, había otro padre que también estaba a la caza de
dicho muñeco. Como ya os podéis imaginar, la cosa acabó a ostias. Frank se
pilló tal mosqueo que renunció a celebrar la Navidad y se inventó una fiesta
llamada Festivus.
Festivus, que
se celebra la noche del 23 de Diciembre, tiene tres cualidades principales. La
primera es que no existe árbol de Navidad, en su lugar se coloca un poste de aluminio
de metro ochenta. En segundo lugar, no se cantan villancicos, si no que cada
uno expondrá una lista de reproches dirigida a cada uno de los presentes. Y en
tercer y último lugar, el momento álgido de la noche no será la entrega de
regalos, si no la prueba de fuerza, donde uno de los invitados tendrá el
privilegio de retar al señor de la casa a una pelea.
Como veis, el
argumento es demencial. Pero esa es la idea de “Seinfeld”. Y entre postes de aluminio, reproches y leches,
tendremos a Jerry saliendo con una chica que pasa de guapa a fea conforme le da
la luz, a Kramer saboteando su lugar de trabajo, a George entregando donaciones
falsas y a Elaine tratando de recuperar un vale para un bocata gratis.
En definitiva,
un episodio glorioso, de los de no parar de reír. Perfecto para aquellos que no
tuvieron tiempo de llegar a la novena temporada de la serie o para aquellos que
se quieran acercar por primera vez. Porque como he dicho antes, da igual que
empieces por la cuarta, la segunda o la última temporada esta serie, no va de
nada… Y al que se queje, nos vemos el día 23 con mi lista de reproches.
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