Psicodelia sólo apta para "franquianos"
Tras el triste fallecimiento de Jesús Franco, mucho se habló en su día de su legado cinematográfico "Al Pereira vs. the Alligator Ladies". Una cinta experimental y libertaria que fue repudiada por la gran mayoría de todos los que se aventuraron a verla. Una gran mayoría que al parecer no conocían el resto de la obra, sobre todo reciente, del señor Franco. Ahora nos llega de verdad la última película del Tío Jess, por lo menos en parte.
De nuevo con Antonio Mayans como cabeza visible del proyecto, Franco rodó un 50% aproximado de la película antes de su muerte, para que posteriormente Mayans terminara el film con un equipo formado por Víctor Olid, Adán Latonda, y Maria Kaltembacher que se unirían a Naxo Fiol, las "Alligator Ladies" y a el mismo.
Siguiendo la estela de metacine que se nos ofrecía en la primera parte, donde no se sabe donde acaba Al Pereira y donde comienza Antonio Mayans y viceversa "Revenge of the Alligator Ladies" juega en ocasiones al efecto espejo, con excéntricos movimientos de cámara que hipnotizan al espectador abierto, combinando todo ello con una gran parte del minutaje dedicado a las tres musas y a las partes más íntimas de sus curvilíneos cuerpos, o como diría Jesús Franco: culos, tetas y coños. Completan entre las tres una interpretación satírica que pone punto y final a lo iniciado por Jess cuando el productor Ferrán Herranz le dio la oportunidad de embarcarse en esta loca aventura.
Vemos, entre gags minoritarios que le dan cuerpo a la historia, el revisionismo que lleva a cabo el personaje de Al Pereira, inmerso en una crisis personal y familiar. Está además, tan decepcionado con el resultado de su última película que da la espalda al mismísimo realizador de "Vampyros Lesbos" (1971) para no querer trabajar más con él. Al ser acechado de nuevo por las imponentes "Alligator Ladies", es tal su desesperación que llega incluso a cuestionarse su propia sexualidad. Delirante.
Hablando de su familia, se agradece la incursión de Maria Kaltembacher, que interpreta a su hija y que le da a la película un punto exótico (más si cabe).
Se hace especialmente sentimental poder ver ciertos momentos y saber que estos fueron los últimos del maestro Jess en un set de rodaje y ver las últimas tomas que se filmaron con él tras el monitor. Acompañado como no por su amigo, compañero y actor fetiche Antonio Mayans.
Solo me queda objetar que si otro tipo de cine experimental, video-artes, Tarkovsky, y demás gafapastadas son arte, esto señores, le pese a quien le pese, también lo es. Mientras otros echen pestes y se mofen de la película con maldad, a mi solo me queda ponerme de pie y aplaudir a un cineasta que como dijo él mismo "murió con la cámara al hombro" filmando a sus 82 años y siempre fiel a sus principios. Siga descansando en paz maestro.
De nuevo con Antonio Mayans como cabeza visible del proyecto, Franco rodó un 50% aproximado de la película antes de su muerte, para que posteriormente Mayans terminara el film con un equipo formado por Víctor Olid, Adán Latonda, y Maria Kaltembacher que se unirían a Naxo Fiol, las "Alligator Ladies" y a el mismo.
Siguiendo la estela de metacine que se nos ofrecía en la primera parte, donde no se sabe donde acaba Al Pereira y donde comienza Antonio Mayans y viceversa "Revenge of the Alligator Ladies" juega en ocasiones al efecto espejo, con excéntricos movimientos de cámara que hipnotizan al espectador abierto, combinando todo ello con una gran parte del minutaje dedicado a las tres musas y a las partes más íntimas de sus curvilíneos cuerpos, o como diría Jesús Franco: culos, tetas y coños. Completan entre las tres una interpretación satírica que pone punto y final a lo iniciado por Jess cuando el productor Ferrán Herranz le dio la oportunidad de embarcarse en esta loca aventura.
Vemos, entre gags minoritarios que le dan cuerpo a la historia, el revisionismo que lleva a cabo el personaje de Al Pereira, inmerso en una crisis personal y familiar. Está además, tan decepcionado con el resultado de su última película que da la espalda al mismísimo realizador de "Vampyros Lesbos" (1971) para no querer trabajar más con él. Al ser acechado de nuevo por las imponentes "Alligator Ladies", es tal su desesperación que llega incluso a cuestionarse su propia sexualidad. Delirante.
Hablando de su familia, se agradece la incursión de Maria Kaltembacher, que interpreta a su hija y que le da a la película un punto exótico (más si cabe).
Se hace especialmente sentimental poder ver ciertos momentos y saber que estos fueron los últimos del maestro Jess en un set de rodaje y ver las últimas tomas que se filmaron con él tras el monitor. Acompañado como no por su amigo, compañero y actor fetiche Antonio Mayans.
Solo me queda objetar que si otro tipo de cine experimental, video-artes, Tarkovsky, y demás gafapastadas son arte, esto señores, le pese a quien le pese, también lo es. Mientras otros echen pestes y se mofen de la película con maldad, a mi solo me queda ponerme de pie y aplaudir a un cineasta que como dijo él mismo "murió con la cámara al hombro" filmando a sus 82 años y siempre fiel a sus principios. Siga descansando en paz maestro.
Para enfatizar este tipo de cine, no hace falta menospreciar a Tarkovsky (y demás gafapastadas, según tú).
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