ESPECIAL VERANO. DIA 21: "California dreams" (1992-1997) de Robert B. Salomon y Brett Dewey.

Toca serie. Si, porque nuestra sección En Serie pide paso. Y viene a pegarnos una patada baja, a lo Blanka, en la nostalgia. Viene a despertar esas mañanas tardonoventeras en Antena 3, mientras llegaba la hora de irse a la playa y los programadores ponían series americanas en barrena. Y la que destacaba por encima de todas, sobretodo cuando repitieron por quinta vez “Salvados por la campana”, era esta “California Dreams”.


Oh si, sientes eso dentro de ti. Significa que hemos desbloqueado un recuerdo. ¿Y de que iba la serie? Pues sencillo. Esta sitcom nos acerca a un grupo de adolescentes que tienen una banda, mezcla de AOR trasnochado con blandipop –pero ¡Cuidado! Que tienen una guitarra eléctrica- que luchan por un lado aprobar el curso y por otro por hacerse un grupo  en el panorama blandito de la música californiana noventera.

Pero lo que más se recuerda no son sus tramas, si no sus personajes. Esta serie fue bastante pionera en introducir personajes de diferentes etnias como personajes principales, aunque la premisa para introducir  dichos personajes estaban cogidas por los pelos. Entre los personajes más importantes de las cinco temporadas de la serie tendríamos:
En primer lugar a Tiffani Smith, interpretada por Kelly Packard, la bajista del grupo y una de los culpables de mi gusto por las rubias. Y cuidado, que además de tocar el bajo, fue una vigilante de la playa junto a Mitch Buchannon… Casi nada.
También resaltar a Tony Wicks –William James Jones- como el batería, negro para más señas, del grupo. El cuál, como si fuera un Phil Collins wannabe, también cantaba.
 Durante las primeras temporadas destacaría Matt Garrison –Brentley Gore-, el vocalista del grupo. Un tío con pelete típico engominado pero, en mi opinión con el carisma justito para ser el prota de la serie. Zack Morris se lo merendaría en un segundo, si este Matt se atreviera a poner un pie en el Instituto de Bayside.
Jenny, la hermana de este –interpretada por Heidi Noelle Lenhart- también tuvo su peso en la primera temporada, aunque termino yéndose al poco de la serie. Y la audiencia nunca la lloró.
Tras las primeras temporadas, hubo nuevas incorporaciones al grupo. Destacando, como he dicho anteriormente, el componente étnico. Por ejemplo la hongkonesa Sam Woo –interpretada por Jennie Kwan- o la latina Lorena Costa –en la piel de Diana Uribe-.
Y el mejor de la función para el final. En esta época era normal que las series tuvieran el típico secundario que poco a poco se hacía con la misma. Ejemplos tenemos como Steve Urkel en “Cosas de casa” o Jazz en “El príncipe de Bel Air”. Y en esta “California Dreams” tenemos a Sly Winkle – interpretado por Michael Cade-, el manager del grupo y cuyo grito Baboom se transformó en una de las señas de identidad de la serie.




Y todos estos personajes y tramas provienen de la mente de dos personas con mucho callo en esto de la tele noventera para chavales: Ronald B. Solomon y Brett Dewey. Esta dupla, que casi siempre han trabajado a cuatro manos, fueron nada más y nada menos que los creadores de series –seriazas podríamos decir- como “Salvados por la campana” –y sus secuelas- o “Un equipo con clase”… por lo que el éxito de esta serie donde el Verano es perpetuo no fue algo casual.


En definitiva, una serie que muestra lo mejor y lo peor de la televisión de los noventa. Con su multietnicidad, sus tramas serias –esos episodios sobre odio racial o drogas, donde los protagonistas terminan hablando a cámara-, las canciones, la playa… Pero también, sus clichés: el buenrollismo perpetuo, esos veinteañeros que aún están repitiendo tercero de ESO… ¡Pero que narices! Meteos en Youtube –donde están todos los capítulos- y dadle cancha a la nostalgia. Y si amenazan con hacer un reboot de “California Dreams”, no os metáis en change.org … No merece la pena.

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