Hay
un tipo de vacaciones que en este especial aún no hemos tocado. Las vacaciones
en familia, con todos los integrantes metidos cual sardinas en el utilitario de
turno, con un solo objetivo: pasar el mejor tiempo posible sin matarse los unos
a los otros. La cinta de hoy es un ejemplo –elevado al paroxismo- de lo que
estas vacaciones pueden ser: “Las
vacaciones de una chiflada familia americana” de Harold Ramis.
La
cinta, todo un lucimiento para Chevy Chase,
nos presenta a los Griswold en su viaje por todo Estados Unidos para
llegar a WalleyWorld, durante 4000 km donde les sucederán todo tipo de
tropelías: desde timarles con su nuevo coche a ser perseguidos por un pivonazo, pasando por un primo gorrón, un
periplo por el desierto o un parque temático que esconde una sorpresa.
Toda
esta trama proviene de la mente de John Hughes, del que ya se habló en la
reseña sobre “Solo en casa” en el
Especial Navidad. Esta “Vacation”
–título original en inglés- es su primer trabajo importante. Y lamentablemente,
se nota un poco que esta un empezando: la trama en sí no tiene mucha enjundia,
el tercer acto está un poco bastante deshilvanado y la cinta acaba demasiado
abruptamente. Sin embargo, los personajes están bien perfilados y se les coge
estima. Y aunque no existan muchos gags, el guión aguanta el tono cómico hasta
el ya nombrado tercer acto.
Tras
la cámara tenemos al famoso Harold Ramis, al que conocemos sobretodo por su
papel de Egon en “Los cazafantasmas”,
pero que tiene una dilatada carrera como director dirigiendo auténticas obras
maestras como “Atrapado en el tiempo” o
“Una terapia peligrosa”.
En
esta su segunda cinta, consigue una realización vistosa, cercana un poco
–aunque no con tanta garra- a la de su colega John Landis, sobretodo en las
escenas de carretera. Una buena labor, que culminaría en las cintas nombradas
anteriormente.
Como
los Griswold, tenemos en primer lugar a Chevy Chase. El hombre en el cual se
fijó Emilio Aragón en su época ochentera, es el verdadero hombre orquesta de la
cinta, apareciendo en más del 90% de los planos de la misma. El cómico reciclado a actor, está muy bien en
esta cinta como el padre calzonazos, un poco cuñao a veces, que tan solo quiere pasar unas vacaciones en
familia.
Como
su mujer tenemos a Beverly D’Angelo una pura actriz de comedia, casi siempre
como la voz de la razón en sus films. Y aquí no es menos, ya que es la que está
tratando de bajar del guindo a Chevy Chase, aunque no lo consiga.
Como
los hijos tenemos a Anthony Michael Hall antes de triunfar con “El club de los cinco” y a Dana Barron,
a la que se le pierde la pista entre
serie y otros productos televisivos.
Pero
los Griswold no están solos en pantalla. Les acompañan un gran número de cómicos
y demás secundarios: Eugene Levy como el vendedor de coches, John Candy como el
guarda de Walley World, Randy Quaid como el primo Eddie o una de las chicas más
guapas de los ochenta – y que junto a Jordi Hurtado conserva el elixir de la
eterna juventud- Christie Brinkley como la chica del Ferrari.
Una
cinta que fue un auténtico éxito de taquilla que dio lugar a varias secuelas –“Las vacaciones europeas de una chiflada
familia americana” o “Socorro, ya es Navidad”- , incluso una
pseudo secuela llamada “Las locas
vacaciones del primo Eddie”… Y cuidado, que este Verano tenemos una nueva
secuela con Ed Helms retomando el papel de Anthony Michael Hall… Tenemos
Griswolds para rato.
En definitiva,
una cinta divertida. Que disfrutaras sobre todo si has mamado muchas vacaciones
en el asiento de atrás de un coche, y sobre todo si eres fan de Chevy Chase… o
de Christie Brinkley. Si, para estos últimos esta es sin duda la cinta
vacacional definitiva.
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