Mil maneras de morder el polvo (2014)




A Albert lo abandona su novia cuando lo ve huir despavorido de un tiroteo. Para demostrarle que no es un cobarde, reta a un duelo al nuevo novio de la chica, aprendiendo a disparar con la ayuda de una atractiva pistolera que llega al pueblo.

La historia que nos cuentan es, salvando las distancias, la misma que nos contó hace más de tres décadas  Mel Brooks en Sillas de montar calientes (película estupenda que debéis ver ya mismo), es decir, la desmitificación del género del western  mediante un sentido del humor muy grueso, en la que ahora el director y actor Seth MacFarlane se dedica a lo de siempre: Cargarse toda epicidad tópica que pudieran tener todo género habido y por haber. Más o menos como hizo con Ted en su momento, pero sin una historia de amor cargante de por medio, en favor de un guión más trabajado en donde dar rienda suelta a todas las ideas que se le pasasen por la cabeza gracias a tener un presupuesto más holgado, y por tanto mayor libertad creativa que en su ópera prima. Aparte del guión, esto se nota sobretodo en la labor técnica que es poco más que impecable. Localizaciones, escenarios, música, ropa...todo está calculado al milímetro, y es que el tío ha rodado un western que bien podría pasar por uno de John Ford. Ahí es nada.

Se ha criticado mucho el sentido del humor con el que MacFarlane ha dotado la película, al ser este a veces demasiado escatológico - el duelo entre el protagonista y Foy, resuelto a golpe de laxante - o negro y en el que no encontramos media alguna. Por mi parte, ojo, dicho por una persona que creció las películas de los ZAZ, pues no me parece tan pasado de rosca ni los chistes ni el tono de los mismos. Sólo tenéis que ver un capítulo de Padre de Familia o Padre Made in USA para saber que el director de Ted no se anda chiquitas y a la mínima te va a colar tanto una broma sobre los presupuestos que destina EEUU para los sintecho (aquí indios) como uno sobre los pedos, así que no os sorprenda cuando veáis a una oveja meándose en la cara del protagonista (!¡), porque avisados estabais.

Con los intérpretes casi ha pasado lo mismo que con los chistes. A muchos parece que les ha costado ver a actores de la talla de Charlize Theron, Liam Nesson o Amanda Seyfried en unos papeles alejados de sus roles habituales, en los que los actores directamente se lo están pasando pipa haciendo el cafre, uno de ellos incluso acaba con una flor metida en el culo. Por lo que a mí respeta todos ellos, más Giovanni Ribissi o Sarah Silverman como pareja mal avenida, están magníficos. Incluso Seth MacFarlane que en otros trabajos se me hace pesado, aquí se le ve muy cómodo en el papel protagonista de un cobarde ovejero...aunque nos ha jodido, se lía con Charlize, para no estar cómodo. Por su parte, Neil Patrick Harris, que interpreta a un antepasado de Barney Stinson con traje y bigote, es Diox, y no añado más.
Mención a parte merecen el tema de los cameos, a cada cual mejor, y de los que no desvelaré ninguno porque merece la pena ir viendo como aparecen en pantalla, pero ya os digo que a más de uno se quedará picueto a la cantidad de amiguetes que desfilan ante la pantalla. Aprende Santiago Segura.

En resumidas cuentas, una película zafia, políticamente incorrecta, con mucha verborrea inteligente y una auténtica gozada para los que como yo aún se ríen con los chistes de pedos, ¡además ambientada en el salvaje oeste!. A los Ned Flanders de la vida no pillarán el chiste y les podrá parecer una tontería que abusa demasiado de la escatología y del "cacaculotetapedopis", pero en mi caso la he disfrutado de principio a fin.

Nota: 8

P.D. Sí, el chiste de Regreso al futuro me hizo derramar una lágrima.

P.D 2 Necesario.


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