Sex Tape (2014) de Jake Kasdan
Con el absurdo subtitulo de "algo pasa en la nube" nos llega esta nueva comedia a mayor gloria de Cameron Díaz y Jason Segel, los cuales deberían leerles la cartilla a sus agentes, porque...joder, y dirigidos por Jake Kasdan, con el que ya participaron en Bad Teacher, esa comedia a mayor ¿gloria? de Díaz que nadie recordara porque básicamente era una mierda del tamaño de King Kong, pero, ah, por cuestiones que nunca comprenderé, el film acabó siendo un moderado éxito que provocó esta nueva reunión.
Y bueno, os estaréis pregunta que, visto el resultado de esta Sex Tape, ¿deberían de volver a reunirse en una tercera película? Esperad a que firme esta orden de alejamiento que prohibe a Kasdan acercarse a más de quinientos metros de Díaz y Segel y os cuento.
El folleteo soporífero.
Siendo sincero, la película no empieza mal, durante unos primeros veinte minutos bastante graciosos, en los que se nos muestra la vida de esta pareja formada formada por Diaz y Segel, y vemos como esa llama sexuarl que existía al principio de su relación, tras diez años de convivencia, se ha consumido casi por completo. Hasta ahí los chistes, los juegos de palabras y los gags físicos se van sucediendo de manera correcta, mientras se nos van presentando la gama de secundarios que pueblan el film (podéis ver en el tráiler todo esto), entre los que destaca por encima de todos el personaje de Rob Lowe, del que hablaré un poco más adelante. Pero, ay Merceditas, pasados esos veinte minutos viene la mierda. La pareja se da cuenta que han de reavivar su vida sexualr, y para ello montan el rollo del vídeo de marras que...bueno, lo habréis visto los tráilers, pues eso, accidentalmente se cuelga en la Nube y tienen que ir borrándolo de todas las tablets de sus amigos, familiares y gente varia.
Decir que me a mitad de la película sentía la necesidad de golpear en la cabeza de Kasdan con un mazo de treinta kilos, y luego, como en la película, ir borrando una a una las copias de la cinta, a ser posible con un lanzallamas. Que este incompetente, que ya demostraba su poca mañana en la comedia con Bad Teacher (aunque no tan escandalosa), consiga hacer aburrida una película que tiene en su reparto a tanto buen actor con una gran bis cómica, y además un(os) polvo(s) salvaje(s) entre Cameron y Segel, pues apaga y vayámonos a ver a los monetes otra vez. La cosa adquiere tintes dantescos cuando lees que en el guión, junto a una que hizo una película para Jenny Farlopa, han participado el mismo Jason Segel y Nicholas Stoller, el director de la genial Eternamente Comprometidos. O una de dos; se quedaron sin María al principio del rodaje, o la productora metió mucho la mano, porque si no no me lo explico.
Ya volviendo a la película e sí, veo que uno de sus problemas más graves ha sido el mostrar todas sus cartas en los diversos tráilers que han ido apareciendo hasta en la sopa. Aunque hoy en día esta práctica no es rara, ahí están los casos recientes de Amazing Spiderman 2 y Maléfica que te destripaban la trama a golpe de avance (incluso te mostraban el final) pero en esta el caso es más hiriente al mostrarnos TODOS Y CADA UNO DE LOS GAGS QUE FUNCIONAN, y no, no me refiero sólo a los principales, si no a TODOS. Joder, hasta la escena del perro te la ventilan en el tráiler, y eso que es de las más graciosas de toda la película. Me gustaría saber quién controla esto, porque vamos, te mereces una patada en los huevos campeón.
De los actores cabría destacar al dúo protagonista, que si bien Cameron Diaz parece que le hayan picado un enjambre de abejas en los morros y Jason Segel está poniendo cara de alelado todo el rato, al menos le ponen ganas al asunto y tienen algún que otro puntazo durante los mentados primeros veinte minuitos. Pero el que mejor está, y si me apuras lo mejor de toda la película, es un Rob Lowe - muy parecido a Neil Patrik-Harris en Dos colgaos muy fumaos - interpretando al jefe de la protagonista. En serio, cada vez que aparece en pantalla el actor de Rebeldes, que por desgracia sale muy poco, la película mejora de manera increíble, llegando a cotas de pura locura drogadicta (¿en serio es coca?) o si no cuando se marca un PQC como una catedral (la charla que tiene con el personaje de Segel). Nada mal para el hombre que pudo haber sido Iron Man, y que acaba siendo el único miembro del reparto que sabe en qué tipo de proyecto se encuentra, haciendo una interpretación similar a su papel en El mundo de Wayne. Lástima que el resto de secundarios queden tan desaprovechados, especialmente da rabia la pareja de amigos interpretada por Ellie Kemper y Rob Corddry, los cuales generalmente son unos tíos muy graciosos, pero que aquí pasan sin pena ni gloria sin conseguir hacer un gag decente...que no se vea en el tráiler, claro.
Ah, hay un cameo cerca de la mitad, que, bueno, no está mal y tiene su punto. Creo que lo podéis encontrar por YouTube.
En resumidas cuentas, pese a sus primeros veinte minutos y pese a las ganas que le ponen la pareja protagonista (y Rob Lowe) la película naufraga estrepitosamente. Se hace lenta, no es tan políticamente incorrecta como pretende y lo peor de todo es que sus chistes no tienen gracia.
Si os véis todos los tráilers que han salido hasta la fecha, donde se condensan, repito, TODOS los chistes con gracia de la cinta, os podéis ahorrar la entrada.
Nota: 3
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