Halloween (1978) de John Carpenter

Mi afición a las películas de terror, viene desde que una noche de Halloween –cuando aún era la Noche de Todos los Santos- vi esta película en una emisión del programa de TV3 Klaatu barada nikto, en una pequeña televisión en la cocina de mi casa.  Tras la emisión, fue toda una aventura el volver a mi cuarto, intentando esquivar los oscuros rincones donde Michael Myers podría estar esperándome. Debido a esta experiencia, me es difícil hacer una crítica objetiva sobre “Halloween” de John Carpenter, ya que es una de mis películas favoritas y en mi opinión, uno de los puntales del terror contemporáneo



Esta es la tercera obra de John Carpenter hecha para pantalla grande, tras las fundacionales “Asalto a la Comisaría del Distrito 13” y “ Dark Star”. En esta película, el genio de New York contó con un exiguo presupuesto de 300.000 dólares y con un equipo técnico joven, con talento y –lo más importante- ganas de hacer un buen trabajo. Y vaya si lo consiguieron, logrando 47 millones de dólares –solo en USA- y convirtiéndose así en la película independiente más rentable de la historia hasta su momento.
A pesar del éxito que tuvo esta película en el momento de su estreno, le llovieron palos por todos los lados, calificándola de sangrienta –cuando solo hay 2 escenas donde se ve algo de sangre- o misógina –ya que las chicas ligeritas de ropa son las que reciben su “merecido”-.
Aun y que la gran mayoría de los aficionados afirma que es una de las películas fundacionales del género, debe decirse que la idea no era original y que bebía de diferentes fuentes. Por un lado, ya existían películas en las cuales un ser con la cara tapada iba masacrando gente en un pequeño pueblo (“The Town That Dreaded Sundown” de 1976) y tampoco creaba el arquetipo de personaje de la final girl ("The Texas Chain Saw Massacre" de 1974).  Por otro lado, y de boca del director y la guionista –y esposa de Capenter, Debra Hill- había una serie de películas que les sirvieron de ejemplo sobre como asustar al público sin dejar de ser elegante (“Suspiria” de Dario Argento o “Psicosis” de Alfred Hitchcock)
Tras el éxito de la película, la secuela no se hizo esperar y “Halloween II” llegó, vió y venció. Tras esto, la fiebre de Michael Myers no dejó de crecer, durante un total de 7 secuelas. Finalmente, en el nuevo milenio Rob Zombie realizó la que es en mí opinión el reboot perfecto ya que coge al personaje, saca su esencia y va más allá.  Ya que si vas a hacer lo mismo o contar la misma exacta historia, mejor no hagas nada.




Centrándonos en la película en sí, esta comienza con unos títulos de créditos que te ponen ya el miedito en el cuerpo. La música minimalista de Carpenter suena mientras una jack-o'-lantern aparece al lado izquierdo de la pantalla y los creditos a la derecha. De forma sencilla, el director te presenta el leitmotiv musical y al espectador tan solo le resta acomodarse y tratar de sobrevivir a los 90 minutos que le esperan por delante.
Tras esto, tenemos la que a mi parecer  es una de las escenas mejor planificadas de la historia del cine. Carpenter nos lleva a través de los ojos de un personaje desconocido –por el momento-,  al interior de una casa en un falso plano-secuencia (hay una trampa, aunque menos obvia que la de Alfred Hitchcock en “La soga”) donde somos testigos primeramente de la -en palabras de Debra Hill-  escena de sexo más rápida de la historia  y posterior asesinato de la chica al quedarse sola en la casa. Para finalizar la secuencia, se nos muestra que el asesino no es un ser oscuro o grotesco, si no un niño vestido de payaso.
Posteriormente, la película nos traslada 15 años en el futuro, donde este niño –ahora un adulto Michael Meyers- escapa del centro psiquiátrico donde cumplía condena, y parece ser que su objetivo no es otro que volver a casa.  El Dr. Samuel Loomis, interpretado por Donald Pleasence, el psiquiatra que le ha tratado durante todos estos años, y que conoce la verdadera naturaleza de Michael, ira en su caza.
Acto seguido, llegamos a Haddonfield – el pueblo donde todo empezó-  y conoceremos a Laurie Strode, interpretada por la futura scream queen Jamie Lee Curtis. Esta comenzara a sufrir el acoso de Michael, al principio cree que tan solo parte de su imaginación, pero pronto descubrirá que es una amenaza muy real… Y hasta aquí puedo leer.
Estamos ante una película sencilla, cuya premisa por desgracia fue ultrajada por bodrios en apariencia terroríficos que ocurrían en fechas señaladas y que se podrían englobar bajo el nombre de slashers festivos – “Fin de año maldito”, “Cumpleaños sangriento” o “El dia de los inocentes”- Aunque también es de recibo decir que gracias al triunfo de ella surgieron otros títulos bastante decentes como “Viernes 13” o “San Valentín sangriento” . Y sobretodo, lanzó la carrera de John Carpenter hacia unos años 80 donde se le puede considerar –sin tono despectivo- como el rey de las películas del videoclub.


En resumidas cuentas, un clásico que sacó al cine de terror  de los programas de sesión triple y autocines, llevándolo de nuevo a los números uno de taquilla. Si bien es cierto que no tiene el ritmo trepidante de otras películas posteriores del género, tiene unas buenas actuaciones, una música más que acertada y una dirección que marcó un estilo y un género.

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