Hoy estamos
ante el claro ejemplo de una película que sabe venderse: Tiene un buen poster,
un documental precedente, un premio en un festival importante - Midnight
X-Treme en el Festival de Sitges de este año- y un tráiler que te mete el
gusanillo en el cuerpo. ¿Da todo lo que
promete? No nos adelantemos todavía.
La película nos
presenta a un grupo de veintemuchoañeros
que van todos en comandita –con la excusa que uno de ellos va a grabar un
documental- visitando atracciones de Halloween por el Sur de USA. Para empezar
no está mal, estos sitios están muy currados y pueden dar bastante mal rollo.
Pero –primer susto- es un found footage!!!
Si, otro metraje encontrado… ya cansa tanta camarita al hombro, tanto documentalista
frustrado y tanta nieve en cámaras HD. Y como en todo found footage, lo primero que se hace es presentarnos a los
muchachos peterpanescos que van a visitar estas casas encantadas. Y la verdad,
por una vez, y sin que sirva de precedente; caen bien. No son los típicos
universitarios gilipollas. Son gente corriente, que tiene una semana libre y
decide ir en busca de la atracción más terrorífica. Pero esto conlleva un
problema. En la mayoría de filmes de este estilo los protagonistas suelen ser
dos – “Paranormal Activity”- o tres –“El proyecto de la Bruja de Blair”- para intentar equilibrar el tiempo en pantalla
de los personajes, empatices con ellos y demás. Pero aquí tenemos hasta cinco personajes
durante la mayor parte de los 90 minutos del metraje. Esto hace que te quedes
con la chica –por que es la única que aparece-, el barbacas –ya que tiene las
mejores líneas de diálogo- y como mucho el personaje que realiza el propio
director –que como es el director, se queda con el personaje con dos dedos de
frente-. Los otros dos quedan tan desdibujados que hay momentos que tienes que
parar y recontarlos para asegurarte que no se ha perdido ninguno.
La historia
sigue, y van yendo por atracciones de segunda hasta que encuentran la pista de
una atracción extrema en la cual te aseguran que experimentarás cosas sin igual…
Recordemos el termino suspensión de la
incredulidad y que en teoría en el mundo de estos personajes no existen películas
como “Hostel”, “La última casa a la
izquierda”, “La matanza de Texas” o en definitiva, todo el cine de género
de los últimos 50 años. O eso, o es que –al contrario de lo que decía en el
párrafo anterior- son unos gilipollas que merecen ser parte del espectáculo sangriento
que desean presenciar.
Ya con la idea
de encontrar esta atracción increíble, empiezan a pasar cosas que no tiene
explicación –y que para decepción del espectador- no la tendrá al final del
metraje: Hackean un cámara de video ,
aparece una niña con una careta malrollera, parece que haya una conspiración en
su contra… Lo que en otro artículo bauticé como cosas que pasan, relleno, relleno y relleno para llegar a los 90
minutos de rigor. El punto a favor es que está bien dirigida –por el antiguo
jugador de baseball Bobby Roe- por lo
que los giros, mareos o la falta de luz son casi testimoniales.
Ahora si: ¿Da
lo que promete? El tráiler, poster etc… prometen una cinta con sustos por todos
los lados, que te pondrá un nudo en la garganta durante todo su metraje. Y
lamentablemente eso no es lo que nos da. Aquí tenemos un ritmo medianamente
decente, algún momento malrollero –pero curiosamente fuera de las casas
encantadas- y sobretodo una premisa fallida. Lo que podría haber sido un remedo
más realista de “La casa de los mil
cadáveres” o una translación cinematográfica del juego “Outlast” se queda en una cinta a medio gas, pero que tendrá sus
fans. No la voy a poner a caldo, pero por supuesto no la voy a recomendar.
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