The houses October Built (2014) de Bobby Roe.





Hoy estamos ante el claro ejemplo de una película que sabe venderse: Tiene un buen poster, un documental precedente, un premio en un festival importante - Midnight X-Treme en el Festival de Sitges de este año- y un tráiler que te mete el gusanillo en el cuerpo.  ¿Da todo lo que promete? No nos adelantemos todavía.






La película nos presenta a un grupo de veintemuchoañeros que van todos en comandita –con la excusa que uno de ellos va a grabar un documental- visitando atracciones de Halloween por el Sur de USA. Para empezar no está mal, estos sitios están muy currados y pueden dar bastante mal rollo. Pero –primer susto- es un found footage!!! Si, otro metraje encontrado… ya cansa tanta camarita al hombro, tanto documentalista frustrado y tanta nieve en cámaras HD. Y como en todo found footage, lo primero que se hace es presentarnos a los muchachos peterpanescos que van a visitar estas casas encantadas. Y la verdad, por una vez, y sin que sirva de precedente; caen bien. No son los típicos universitarios gilipollas. Son gente corriente, que tiene una semana libre y decide ir en busca de la atracción más terrorífica. Pero esto conlleva un problema. En la mayoría de filmes de este estilo los protagonistas suelen ser dos – “Paranormal Activity”- o tres –“El proyecto de la Bruja de Blair”-  para intentar equilibrar el tiempo en pantalla de los personajes, empatices con ellos y demás. Pero aquí tenemos hasta cinco personajes durante la mayor parte de los 90 minutos del metraje. Esto hace que te quedes con la chica –por que es la única que aparece-, el barbacas –ya que tiene las mejores líneas de diálogo- y como mucho el personaje que realiza el propio director –que como es el director, se queda con el personaje con dos dedos de frente-. Los otros dos quedan tan desdibujados que hay momentos que tienes que parar y recontarlos para asegurarte que no se ha perdido ninguno.
La historia sigue, y van yendo por atracciones de segunda hasta que encuentran la pista de una atracción extrema en la cual te aseguran que experimentarás cosas sin igual… Recordemos el termino suspensión de la incredulidad y que en teoría en el mundo de estos personajes no existen películas como “Hostel”, “La última casa a la izquierda”, “La matanza de Texas” o en definitiva, todo el cine de género de los últimos 50 años. O eso, o es que –al contrario de lo que decía en el párrafo anterior- son unos gilipollas que merecen ser parte del espectáculo sangriento que desean presenciar.






Ya con la idea de encontrar esta atracción increíble, empiezan a pasar cosas que no tiene explicación –y que para decepción del espectador- no la tendrá al final del metraje:  Hackean un cámara de video , aparece una niña con una careta malrollera, parece que haya una conspiración en su contra… Lo que en otro artículo bauticé como cosas que pasan, relleno, relleno y relleno para llegar a los 90 minutos de rigor. El punto a favor es que está bien dirigida –por el antiguo jugador de baseball Bobby Roe- por lo que los giros, mareos o la falta de luz son casi testimoniales.


Ahora si: ¿Da lo que promete? El tráiler, poster etc… prometen una cinta con sustos por todos los lados, que te pondrá un nudo en la garganta durante todo su metraje. Y lamentablemente eso no es lo que nos da. Aquí tenemos un ritmo medianamente decente, algún momento malrollero –pero curiosamente fuera de las casas encantadas- y sobretodo una premisa fallida. Lo que podría haber sido un remedo más realista de “La casa de los mil cadáveres” o una translación cinematográfica del juego “Outlast” se queda en una cinta a medio gas, pero que tendrá sus fans. No la voy a poner a caldo, pero por supuesto no la voy a recomendar. 

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