Después de
varias entregas ofrenciéndoos productos de más que dudosa calidad, lo que hoy
tengo es sin duda un plato de cinco estrellas. Puedo decir sin ruborizarme que
ha sido una de esas experiencias que marcan. Hacía años que una película de nueva factura no me ponía tan nervioso. Desde las Paranormal
Activity, que no tenía esa necesidad urgente de taparme los ojos por miedo a
los que podía pasar en pantalla. Y todo esto lejos de artificios, visión nocturna
u otros excesos, ya que este “The Babadook”
es una película de factura clásica, más cercana a “Rosemary´s Baby” que a los productos de Oren Peli.
El film
comienza con Amelia y Robbie, una madre y un hijo que conforman una pequeña
familia consternada por la muerte del padre de familia en un accidente de
tráfico el día que Amelia dio luz a su hijo. Amelia aún tiene una depresión de
caballo por el incidente, cosa que afecta a Robbie haciendo de él un niño
introspectivo pero muy ingenioso – una mezcla de Data de “Los goonies” Elliott-. Esto desemboca que el niño tenga problemas
de adaptación en la escuela o que la madre no tenga muchas amistades. El único
momento donde parece que son una familia normal es a la hora de dormir, cuando
su madre le lee todas las noches un cuento diferente. Pero una noche, Robbie
encuentra dentro de su amplia colección un libro llamado “The babadook” con una portada un poco inquietante. El problema
viene en que ninguno de los dos recuerda haber adquirido dicho libro. Aún y
todo, deciden comenzar a leerlo…Y hasta aquí puedo leer.
Lo primero que
me gustaría destacar son las geniales actuaciones que tenemos en la cinta. Por
un lado tenemos a Essie Davis en el papel de Amelia, la madre. La actriz,
premiada en festivales como Sitges o Puchon, nos ofrece un descenso a los
infiernos -¿de la locura?- donde no solo se tiene que enfrentar a la amenaza
que es Mr. Babadook, si no que también debe lidiar con la reacción de la
sociedad ante su situación. Y luego tenemos a Noah Wiseman, como Samuel el hijo
de Amelia. Mucho ojo con este pequeño actor -6 años cuando rodó la película que
nos pertoca hoy- ya que nos ofrece una actuación que deja a la altura del betún
a otras actuaciones de niños en pelis de terror como las de Haley Joel Osment
en “El sexto sentido” o Alakina Mann
en “Los otros”. Wiseman no solo grita
o abre muchos los ojos para expresar miedo, si no que su actuación tiene
pequeños detalles que la hacen inquietante: el movimiento de las manitas cuando
comienza a acojonarse, los susurros para tranquilizar a su madre…
En la dirección
tenemos a la debutante Jennifer Kent. Un aplauso para ella, porque en vez de ir
por la vía sencilla de muchos debutantes y hacer un found footage, Kent se mete de cabeza a realizar un filme de terror
de corte clásico, dejando de lados sustos dados al subir el volumen de la
música y dando una lección de como dar miedo de la cual podría tomar nota James
Wan. Esperemos que Jennifer Kent continúe por esta buena senda y siga
obligándonos a taparnos los ojos sin necesidad de marear la cámara o lanzar
tripas sobre el set.
Cabe convenir
que hay pocos géneros más subjetivos que el terror. Entre un grupo de gente
diversas se pueden llegar a conclusiones cinematográficas del estilo: “Sospechosos habituales” es un buen
thriller con uno de los mejores finales de los noventa, “Los caballeros de la mesa cuadrada” es una de las mejores comedias
de los setenta o que todos lloran con el final de “Braveheart”. Pero…tratad de llegar a un acuerdo sobre la película
que provoca más miedo al personal. El que cree en fantasmas puede tirar por “El sexto sentido”, al que le dan asco
los bichos raros puede tirar a un “Alien”,
si eres un urbanita de pro puedes elegir “La
matanza de Texas”… es decir, no se llegará a un acuerdo ni en un millón de
años. Por ello es posible que alientados por las alabanzas hacia “The Babadook” salteís a verla y luego
salgáis decepcionados cagandoos en mí. Esta es un película para verla
tranquilo, sabiendo que vas a ver una peli un tanto lenta, pero que tiene una
escaleta de crescendo del miedo sobresaliente.
En definitiva,
estamos ante la mejor película de terror de la década. Así, sin paliativos. Aunque
es una peli que se apoya en el clasicismo, es una cinta muy valiente en muchos
de sus plantemientos; con uno de los finales más atrevidos pero a la vez más
lógicos que haya visto en un film de este estilo. No os la perdáis, no os arrepentiréis.
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