Después de
terminar de ver este “Sin City 2: A Dame to
kill for” me viene una pregunta: ¿Es posible que a Robert Rodriguez le
hiciera las películas su mujer?. Ya que parece que desde que se divorció de
Elizabeth Avellan a finales de 2009, su carrera ha ido en picado. Hasta ese
momento era el perrito faldero de Tarantino, siguiéndole el juego pero con su
estilo tex-mex. Con este desparpajo del que disfruta de su trabajo, nos regaló
películas que si bien no eran redondas, si era la mar de divertidas: la trilogía
del mariachi, “Abierto hasta el Amanecer”,
“The Faculty” o “Planet Terror” ;que en mi opinión fue la peli buena del díptico “Grindhouse”.
Pero tras el divorcio, cayó en picado con sus fallidas películas de Machete, su
incursión en la serie “Abierto hasta el
amanecer” –que ya os aviso que no aparecerá en la sección En Serie, porque….
Menudo tostón- o esta “Sin City 2” que
puede ser a nuestro pesar una losa en su carrera de la que será difícil que se
deshaga.
Como todo el
mundo sabrá a estas alturas, la película ha sido un fracaso absoluto en Estados
Unidos –su principal foco de mercado-, no habiendo recuperado a día de hoy ni
un tercio de su presupuesto. Esto ha hecho que en muchos países no se sepa
cuando la estrenaran, o incluso si lo hará en cines o pasará a DVD como la
última de Machete. Aquí en Irlanda del Norte ha durado –al menos en el cine de
mi pueblo- 2 semanas y con una sesión al día. Y parece que nadie que la ha
visto ha salido contento… y yo no soy una excepción.
La película primigenia
de “Sin City”, estrenada en el
aparentemente lejano 2005 fue una cinta que entusiasmó a público y crítica. Una
película noir con un reparto de
campanillas, ritmo y un estilo rompedor. Pero esta nueva película, aun teniendo
un, sobre el papel, gran reparto, está carente de ese ritmo y el estilo en vez
de ser un medio por el cual contar la historia; aquí lo es todo. No hay nada
más. Todo se basa en hacer el claroscuro más rompedor, la escena más elaborada
posible… pero sin corazón. Lo que en 2005 fascinó, hoy está anticuado; incluso
cutre.
En cuanto al
argumento de la cinta, esta se compone –como en el original- por tres segmentos
que se van entrelazando. En uno de ellos tenemos a Nancy –Jessica Alba-
tratando de superar la muerte de Hartigan – Bruce Willis-, en el segundo
tenemos a Johnny –Joseph Gordon-Levvit – como un jugador empedernido con la
misión de acabar con el capo mafioso de la ciudad –Powers Boothe-, y en la
tercera historia –que da subtitulo a la película- estamos ante el regreso de
Dwight – Josh Brolin, sustituyendo a Clive Owen- para vengarse de la mujer que
lo traicionó –Eva Green-. A priori, la propuesta no parece mala, pero está
sumamente mal contada. Van de una historia a otra a salto de mata, usando el
viejo truco comiquero del narrador omnisciente, que puede que en la novela
gráfica de Miller funcionase pero aquí se echan unas parrafadas que tiran para
atrás. En definitiva, parece que la película
le hayan pasado unas tijeras de podar en la sala de montaje y luego un ciego
hubiese empalmado los retales.
Pero aún y esta
falta de ritmo, puedo entender que haya alguien que le pueda parecer por lo
menos divertida. Ya que no paran de ocurrir cosas, muy mal contadas pero
ocurren. Tenemos tiroteos, persecuciones, partidas de poker a muerte, escenas
oníricas, sangre –digital- a patadas, y Eva Green. Exacto, lo único que merece
la pena de la película. La cinta se podría explicar así: coñazo, coñazo,
bostezo, Eva Green, coñazo, me voy a mear –y no pongo pausa-, Eva Green
desnuda, coñazo, aburrimiento inmenso +100, Eva Green, fin.
Viendo la película
en perspectiva podemos decir que se parece más a “300. El origen de un imperio” que al “Sin City” de 2005. Vamos a hacer una pequeña comparación: Las dos
son secuelas de películas que gustaron a crítica y a público, las dos tienen un
estilo visual muy marcado, las dos están basadas en obras de Frank Miller,
ninguna tienen al mismo actor haciendo de protagonista, las dos son conocidas
por su violencia, las dos tienen a Eva Green ligerita de ropa. Pero donde la de
los griegos era un divertimento pulp,
con algunas escenas geniales –todas las que tienen que ver con los barcos de
guerra-, este neo-noir es un
batiburrillo de escenas donde no le coges afecto ni empatía a ningún personaje.
En cuanto al
reparto, ya he comentado que es un pedazo de reparto, pero muy desaprovechado.
Comienza el film y vemos a Mickey Rourke repitiendo el papel de Marv. Pero si
en la primera era un personaje con trasfondo, aquí tenemos a un cacho carne con
un maquillaje chanante y del que
esperas que se ponga a hablar con acento manchego en cualquier momento. Entre
los que repiten están Rosario Dawson –pero la podrían haber cambiado sin
problemas-, Jessica Alba o Bruce Willis –que parecen que estén allí a punta de
pistola- o Powers Boothe, que mirándolo bien no lo hace tan mal. Y entre los
nuevos, destacar a Dennys Haysbert como Manute, pero destacarlo por la mala
elección de casting para sustituir al finado Michael Clarke Duncan. También he
mencionado a Josh Brolin como un Dwigth de chichinabo y a Joseph Gordon-Levitt
haciendo un personaje con cierto carisma pero muy mal escrito. Y luego tenemos
a Eva Green. ¿Ya he comentado que aparece?. Es la mujer por la que matar y hace una interpretación de mujer fatal de tebeo, que si la película hubiera
sido medianamente seria hubiera estado fuera de lugar, pero entre tanto
desastre se alza como lo mejor de la película.
En resumidas
cuentas, una película más que fallida. Aunque no estemos ante un mal aberrante
como “The Spirit”, estamos ante una
cinta que mejor que se hubiera quedado durmiendo el sueño de los justos en un
cajón.
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