Hoy
cambiamos completamente de registro, ya que no todo van a ser comedias y
adolescentes con las hormonas descontroladas. Hoy nos pasamos al terror patrio
con uno de los títulos señeras de los setenta, la segunda película de Narciso Ibáñez
Serrador: “¿Quién puede matar a un
niño?”.
La
cinta, basada en la obra “El juego de los
niños” del maestro radiofónico Juan Jose Plans, nos presenta a un
matrimonio británico de vacaciones en la costa de Tarragona. Tom, el marido, había
ido muchos años atrás a la zona y ahora buscaba que su mujer, Evelyn, conociera
la zona, disfrutando así de una segunda luna de miel. Primeramente irán al
costero pueblo de Benavis –un proto Magaluf plagado de turistas ruidosos-, pero
adonde quiere llegar Tom es a la idílica isla de Almanzora. Tras convencer a un
lugareño que les alquile la barca, conseguirán llegar a la isla. Pero, algo
pasa con los niños de la zona… y las vacaciones no serán tan idílicas como Tom
Y Evelyn creían en un principio.
Estamos
ante una obra fundacional, una película que hizo sacar pecho al terror español.
No en vano, la cinta –con sus numerosos títulos alternativos como “Trapped”, “The killer´s playground”, “Island
of the damned” o “Death is a child´s
play”- rompió taquillas allá por donde fue. Y sin duda asentó las bases
para trabajos posteriores como “Los
chicos del maíz” - sobre todo en su
vertiente cinematográfica- o las más recientes “The children” de Tom Shankland o “El incidente” de M. Night Shyamalan.
Pero
al Cesar lo que es del Cesar, y tanto Plans, como sobretodo Ibáñez Serrador también
bebieron de otras fuentes previas. En esta cinta tenemos atisbos de la cinta
Wolf Rila “El pueblo de los malditos”,
de “The crazies” de George A. Romero
o de “Los pájaros” de Alfred
Hitchcock con esos niños cerrando las calles de Almanzora como si fueran las
aves de la cinta del inglés. Y también la gran música angustiante de Waldo de
los Rios, que nos hace acordarnos más de una vez a la partitura usada por
Polanski en “La semilla del diablo”.
En
cuanto a la silla del director, Ibáñez Serrador no era para nada un novato. Ya
tenía a sus espaldas títulos tan míticos
de la televisión española como “Historias
para no dormir” o “El trapero”,
además de un largometraje para cine bastante resultón como “La residencia”. Pero con esta “¿Quién
puede matar a un niño?” se nos muestra como un auténtico coloso del terror.
¿Qué otra palabra usar si no para describir a alguien que hace capaz de ponerte
a sudar con la mera visión de un grupo de niños jugando? Cierto es, que usa
alguna trampa que otra, como esos primeros minutos pseudo-documentales con
atrocidades causadas a niños durante las guerras como excusa explicativa al
comportamiento de los niños de Almanzora. Pero tras ver el genial epílogo de la
cinta, todo se le es perdonado.
En
definitiva, una de las películas clave del cine de género europeo de los
setenta. Una de esas cintas perfectas para ver en una tórrida noche estival No
tan solo una película para pasar un mal rato, sino una obra que puede abrir el
debate, porque… ¿Quién puede matar a un niño?
Gran película muy acongojante en algunos momentos. Su versión nueva Juego de niños no está mal tampoco pero no tiene el mismo impacto y eso a pesar de incluir momentos gore que en la original no estaban
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