Hay pelis que poco o nada, mas bien lo último, se deberían hablar de ellas. No solo por el poco interés que despiertan en el público medio, si no por que aquellos pobres incautos que, por idiotas, acuden al cine a verlas, ya sea por curiosidad o enfermedad mental, y que acaban con un palmo de narices al salir del cine.
CUIDAO: MUERDEN
El caso de este film, que de primeras parece una exploit de las películas con bicho de los 70/80, con mucha sangre y tetas, pero que acaba siendo una tontería del tamaño de King Kong cuando intenta por todos los medios copiar a la jachonda Piraña de Alexandre Aja, solo que sin su mala ostia, la sangre en barricas...y la carne que muestran las muchachas.
¿Y entonces que nos queda? os estaréis preguntando, pues absolutamente nada de nada, salvo una trama idiota (no me esperaba un Shakespeare, pero...) sin garra alguna, aderezada con efectos de baratillo, en la que los personajes son unos idiotas de diploma, que,a su lado,los que salen en Viernes 13 o algún derivado son catedráticos. Por ejemplo, hay una escena en la que un tío al que acaba de comerle el brazo un tiburón (¡!), se mete en el agua (¡¡!!) a cazar al susodicho escualo con un remo (¡¡¡!!!). Seguro que sobre el papel era una escena cojonuda, pero en imágenes no sabes si reír o llorar por ese capullo manco.
EY, TIBURÓN
Me da cierta pena atacar así a esta película, ya que sus responsables fueron los que nos trajeron Cellular hace unos años y que es una película a recuperar, pero que de unos años a ahora se han dado ostias de buen calibre con la pésima Serpientes en el avión y esta, dos series B cutres que poco o nada de B o de cutre tienen (en plan mal).
En fin, no me extiendo más, que no merece la pena. Solo la recomiendo a las personas que no tengan NADA que hacer, a lo mejor les motiva para salir del cine y hacer algo.
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