Año: 2011
Duración: 92 minutos
País: EE.UU.
Dirección: Mike Cahill
Intérpretes: Brit Marling, William Mapother, Matthew-Lee Erlbach, Meggan Lennon, Jordan Baker, Robin Lord Taylor…
Guión: Mike Cahill y Brit Marling
Sinopsis
Para Rhoda, ese extraño e inquietante planeta, así como la realidad paralela que los científicos afirman que brinda, constituye su última esperanza. Absolutamente perdida tras sufrir un espantoso accidente que puso fin a sus sueños de convertirse en astrofísica, Rhoda no tiene ninguna perspectiva de futuro. Llevada por la necesidad vital de enfrentarse a su pasado, Rhoda termina presentándose en la casa del hombre cuya vida alteró irremisiblemente: el reputado compositor John Burroughs. Confusos, recelosos y repletos de dudas en torno a su propia identidad, Rhoda y John inician una inverosímil a la vez que peligrosa relación amorosa. Pero cuando Rhoda tiene la increíble oportunidad de viajar a Tierra 2, se pondrá de manifiesto la oculta realidad de su relación y se suscitará la cuestión: ¿Y si de los enigmas del universo que aún no conocemos el mayor somos nosotros mismos?
Puede que no sepamos nada sobre el universo.
Que caray, en realidad no sabemos absolutamente nada de nada acerca de la galaxia en la que vivimos. Desde que el hombre es hombre nos hemos preguntado si en verdad estamos tan solos en este basto obre que nos rodea, y que, siempre en bajo, deseamos no ser los únicos que lo habitan, desesperados por saber si hay algo más allá fuera.
Desesperados si hay algo más que podamos ofrecer de nosotros mismos.
Se suele decir que cada persona es un mundo. Un mundo igual de complejo e irritante a veces, y otras simple y sencillo como el que habitamos, en el que suele predominar más el gris que el blanco y el negro, y en la más leve de nuestras acciones pueden desencadenar un serie de consecuencias que pueden cambiar irremediablemente todo lo que dábamos por sentado.
Una distracción al coche, por ejemplo. ¿Cuántas veces os han pasado qué en un momento dado conduciendo habéis bajado la guardia? Por suerte, o eso espero, no os ha pasado nada y no habéis tenido alguna desgracia…pero ¿y si hubiese pasado?
¿Que daríais por poder volver atrás y cambiar vuestro sino?
UN DURO PERDÓN
No se que le pasa al cine Indie que últimamente me sorprende a base de bien. Desde Winter´s Bone el año pasado, el cine, digamos, “menor” está que lo tira con propuestas muy interesantes, incluso se atreven por la ciencia ficción con un componente dramático (cómo no) como es el film que nos ocupa, género que hace unos años creo que ni se hubiesen planteado ni rozar. He de reconocer que el componente de ficción es tan mínimo, pero a la vez tan importante para la trama, que nunca te deja con la sensación de estar fueras de lugar. Sí, en el film hay dos Tierras y se prepara una misión parta ir allí, pero que nadie se sienta que va a contemplar un espectáculo tipo Armaggedon o alguna cosa así: aquí las batallas interiores priman más.
En el reparto encontramos a Brit Marling que, en su primer papel protagonista, se alzó como ganadora a la mejor actriz en el festival de Sitges de este año. Creedme cuando os digo que esta mujer logra con cada mirada suya a la cámara que nos derritamos y olvidemos que se cargó a una familia casi entera (ojo, sin querer) al principio del film. En el lado masculino está William Mapother, nuestro Otro favorito, que, que como es normal en él, se saca de la chistera una gran interpretación de hombre roto por dentro y por fuera. Sobra decir que cuando estos dos coinciden en escena el resultado es espectacular, ver si no la escena de cuando ella se entera de que se marcha al espacio o la primera visita de la chica a la casa, y su posterior intento de suicidio en la nieve, con una carga emotiva que haría llorar a al Capitán Hadok.
MIRADA AZUL INFINITA
Quisiese para finalizar dedicar un apartado al final de la película. No os preocupeis, no diré nada para evitar spoilers y demás, pero sí decir que, tal y como está, es perfecto, no le busqueís un sentido o una razón de ser por que sin duda no lo lograreís.
Solo un plano corto y...FIN
En el reparto encontramos a Brit Marling que, en su primer papel protagonista, se alzó como ganadora a la mejor actriz en el festival de Sitges de este año. Creedme cuando os digo que esta mujer logra con cada mirada suya a la cámara que nos derritamos y olvidemos que se cargó a una familia casi entera (ojo, sin querer) al principio del film. En el lado masculino está William Mapother, nuestro Otro favorito, que, que como es normal en él, se saca de la chistera una gran interpretación de hombre roto por dentro y por fuera. Sobra decir que cuando estos dos coinciden en escena el resultado es espectacular, ver si no la escena de cuando ella se entera de que se marcha al espacio o la primera visita de la chica a la casa, y su posterior intento de suicidio en la nieve, con una carga emotiva que haría llorar a al Capitán Hadok.
MIRADA AZUL INFINITA
Quisiese para finalizar dedicar un apartado al final de la película. No os preocupeis, no diré nada para evitar spoilers y demás, pero sí decir que, tal y como está, es perfecto, no le busqueís un sentido o una razón de ser por que sin duda no lo lograreís.
Solo un plano corto y...FIN
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