Stitches






Título original: Stitches

País: UK

Duración: 86 min.

Dirección: Conor McMahon

Intérpretes: Ross Noble, Gemma-Leah Devereux, Tommy Knight, Valerie Spelman, Lorna Dempsey, Jemma Curran, John McDonell, Eoghan McQuinn, Roisin Barron...

Sinopsis:

En un pueblecito de la campiña inglesa, un niño celebra su décimo cumpleaños con sus amigos. Allí acude el payaso cutre Stiches, que ha sido previamente contratado por la madre para amenizar el evento, y que culpa de los críos (y de la torpeza del payaso) acaba ensartado en unos cuchillos que estaban en el lavavajillas. Años más tarde, el payaso se levantará de la tumba para cobrarse una cruel venganza contra esos ya crecidos niños.

Crítica:

Diré tres palabras: Película de colegas.

Esta es sin duda la película más jachonda y divertida que pude ver en el Festival de Sitges del año pasado, y eso que la película es cutre a decir basta; los protagonistas son asesinables (aunque los actores lo hacen muy bien pese a todo), efectos chungos y tiene un argumento hilarante de principio a fin. Entonces ¿cómo le adjudico ese calificativo? Muy fácil, remitíos al primer párrafo...¿ya? pues eso. La película la vimos Manu, Cristian y yo al final del tercer día, en la maratón X-Treme, en la que además nos pusieron Piraña 3DD (otra locura que es la repolla). Estábamos muy cansados tras el día de locura que llevábamos a nuestras espaldas, ya que fue el día de Aftershock y Cabin in the Woods, pero aún así decidimos armarnos los machos e ir a la maratón, que al menos si nos aburríamos podríamos dormir en la sala...pero de dormir nada. Desde el principio con esas pirañas arranca gónadas y luego con el hijo puta del payaso pasamos el mejor rato que se puede pasar en una sala de cine (y sin dormir) y que nos ánimo a empalmar con el día siguiente para ver E.T.

Óle por nosotros.

Volviendo al tema, la película comienza con el payaso Stitches echando un polvo con una rubia random al compás del sonido de un muñeco chillón de los perros (!). Luego vemos como el payaso en cuestión va a la casa del niño del cumpleaños, en una furgoneta que es similar a la furgo-perro de Dos tontos muy tontos, sólo que con la estética payasil (!!). Ya en la casa vemos/padecemos la actuación de Stitches que acaba con la muerte de este al ser empujado por el crió del cumpleaños a un lavavajillas...lleno de cuchillos (!!!), que se le clavan en la cabeza, y que acaba con el payaso más muerto que Dillinger.
En ese preciso momento la sala entera, que parecía aparcada en una modorra contagiosa tras el final de Piraña 3DD, estalló en vítores y ovaciones que demostraban que con esta película NADIE se iba a dormir, y cierto: NADIE se durmió.
El director de la cinta, Conor McMahon, es un deudor del "buen" Peter Jackson - el antecesor del "rico" Peter Jackson - creador de Mal gusto y de Tu madre se ha comido a mi perro, de las que el inglés homenajea en no pocos momentos de la cinta, además de poseer gran parte de ese sentido del humor negro como el carbón que tanto añoramos, por ejemplo, el momento en el que el resucitado payaso hace el típico perrito con un globo, solo que en vez de globo son los intestinos de un chaval. Grande.
McMahon añade además grandes momentos de mal rollo que contrastan con los del citado (mal) sano cachondeo. Escenas como las de Stitches asediando a la pareja protagonista, o ese final en el cementerio me causaron mucha más tensión que varias escenas de Sinister (otra de la que hablaré otro día), y eso que esta no lo pretende en ningún momento, pero joder si lo logra.

Los actores, como decía al principio, lo hacen muy bien en sus roles, pero es no quita que es para pegarles y no parar. Los protagonista es un grupo de niñatos pijoteros que van desde uno que tiene un trauma variable con los payasos, otro un supersalido, dos macarras cabronazos, una hevy revelde con buen corazón, un ninguneado y un homosexual encubierto con voz de pito. Unos roles estereotipados a más no poder (que le vamos a hacer) pero que cumplen su función de carnaza para la gran estrella de la función: el payaso Stitches. El jodido payaso, cual Freddy (incluso suelta chistes malos ), se alza como total y absoluto protagonista, e incluso quieres que acabe por cargarse a todos.

En fin, no puedo decir mucho más, porque la verdad no hay más que contar, solo podéis disfrutarla como yo la disfruté, pero eso sí, rodeáos de una panda de cabestros con ganas de pasarlo bien.

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