Retrocrítica: Saga Destino Final.
¿Sabéis? quiero pensar que esta película, o, mejor dicho, la saga entera, es un precedente del juego Angry Birds, sólo que en vez de morir cerdos verdes, las víctimas son humanos sin media neurona.
En fin, aparcando a un lado mis teorías conspiración/paranoicas, decir que esta saga sobre la parca vengativa - que ya van por la quinta parte - me ha hecho pasar grandes tardes de diversión (su primera parte sigue estando genial), a parte de seguir manteniendo el tipo de cara a la taquilla, donde cada dos años más o menos tenemos una nueva entrega, de la que además emplea un 3D ejemplar, incluso mejor (Furia de titanes) y más cachondo (Jackass 3D) que otros films que se jactan de ser la hostia en bicicleta (Inmortals).Sumarle además que su duración están breve y la acción tan repartida que jamás se te harán largas.
Y todos tan contentos.
Una cosa que agradezco, y que deberían de copiar otras sagas (sí, te digo a ti Saw), es que las películas no tienen más que un leve, pero interesante, argumento tipo que sirve de escusa para iniciar la matanza.
Un grupo de personas (chavales en su mayoría) sufren un accidente mortal en el que muere mucha gente, pero uno de ellos, al tener una visión de lo que va a pasar, los salva en el último segundo. Unos días/meses después, La Muerte (aquí una villana en la sombra) decide cobrarse tal ofensa matándoles de uno en uno de las maneras más crueles y originales posibles,mientras que los desdichados intentan escapar de su negrísimo sino...y ya.
Aquellos que hayan visto todas las entregas sabrá que todo film de esta saga, salvo la primera entrega, es más simple que el mecanismo de un chupete, y el cómo va a acabar es algo que se sabe desde el primer minuto, es decir, que todos la van a palmar de un momento a otro. Eso, que en muchas películas te quitaría el interés, en esta incluso te hace estar más atento en a la pantalla, ya que los minutos de tensión que preceden a las muertes son, en una palabra, acojonantes. Como sí se tratase del juego de la ratonera, la muerte logra eliminar a los personajes con objetos comunes (hornos, tijeras, chinchetas, cuerdas de tender, piedras...) puestos de tal manera que quede en una especie cadena mortal. Por ejemplo, en la segunda parte a un rubio, al que le acaba de tocar la lotería, empieza por estar en casa haciéndose la comida y acaba minutos después con una escalera de emergencia incrustada en el ojo. Desde el principio se ve como la muerte ha dejado encendido el gas, ha hecho que su anillo se cayese al triturador de basura, ha quemado unos papeles y, por ultimo, ha hecho que la escalera acabase por matar al colega, y todo en un momento, pero un momento que te deja k.o. de la tensión.
Lo único que puedo reprochar a esta saga, y no mucho, es la falta de explicaciones que da. Nunca sabremos el motivo de las predicciones de los protagonistas o por qué la muerte decide ajusticiarles uno por uno, simplemente se dice que es por el plan de la muerte y con eso nos tiene que valer (y me vale). Un error argumental que tras la tercera entrega ya nos importa un comino (tanto como al guionista) y sólo queremos ver tanta hemoglobina como en una orgía de vampiros.
Mi favorita de la saga, a parte de la primera, es la quinta, con un inicio en el puente que es de los más salvajes que he visto (la muerte de empalamiento por yate es para mear y no echar gota) además es la que posee mayor sentido del humor, el citado 3D currado y un guión sólido en el que todo va más o menos concordando. Además tiene la mejor muerte de todas, que acontece al final...y
La peor podría decirse que es la cuarta, pero tampoco tanto porque también te lo pasas pipa, pero es cierto que se nota cierto tufillo a serie B de videoclub y unos efectos menos trabajados (la escena de la grúa por ejemplo).
En resumen, una saga que recomiendo mucho, y más el hacerse un maratón con las cinco del tirón.
Ah, y ya se especula que dentro de poco tendremos una sexta entrega ambientada esta vez en alta mar, y que por mi parte la espero con gran avidez.
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