Carmina y amén (2014)


No soy fan de "Aída", el menos no de la basura que ha acabado por convertirse esta serie de Globo Media, pero siempre me ha caído bien el actor Paco León que interpreta (o interpretaba, no sé) el personaje de Luisma, el hermano ex yonki de la protagonista, y al que yo seguía desde los tiempos del programa de Antena 3 "Homozzapping", en el que, entre otros personajes, hacía una imitación descacharrante de Raquel Revuelta. Pasaron los años y en dos mil doce León, al igual que otros actores, decidió dar el salto a la gran pantalla con el documental ficcionado "Carmina o Revienta", que en realidad era una oda a la figura de su madre, Carmina barrios, en la que incluso se permitía el enchufar a su hermana María en un papel de choni de barrio previo a su Goya por la voz dormida. La película lo cierto es que no me gustó demasiado, al resultarme demasiado forzado su estilo de documental en el que León apenas arriesgaba, además, el papel de María León era hostiable a más no poder, pero si hubo una cosa que sí me gustó, fue el papelón de Carmina. Un auténtico vendaval de verborrea mezclada con cinismo de madre, a la que parecía que habían dejado ante una cámara encendida mientras decía lo que le saliese de las narices. Vamos, un film que resultó un descubrimiento para muchos, y que arrasó nominaciones y premios por cada Festival que pasaba, además de una taquilla bastante aceptable dentro de los medios en los que fue promocionada, así que como tonto no es, León decidió continuar con las vivencias de esta madre coraje pasados dos años desde la primera parte, aunque esta vez de una manera diferente y, por fin, arriesgando un poco.

EL DRAMA DEL DÍA A DÍA.
Tras descubrir la muerte de su marido, la matriarca Carmina Barrios, acompañada de su hija María, se embarca en una arriesgada estafa a hacienda, en la que ha de ocultar la muerte de este para conseguir así su paga extraordinaria. Como podéis suponer la trama se acabará liando, llegando incluso a involucrar a los vecinos de Carmina.

Si hablamos de "Carmina y amén, es hablar de las actrices protagonistas, que son los auténticos motores de la historia, y sin ellas sería una típica historia que veríamos en la sobremesa de cualquier canal en domingo.
Si Carmina nos dejó claro desde la primera parte que era brutal, en esta directamente se sale con un personaje que no deja de ser autobiográfico, pero a la que añade unos matices en los que abundan más los oscuros que los claros. Un trabajo sobresaliente, y que merecería todos los premios habidos y por haber, pero aún más destacables son los papeles de María León y de Yolanda Ramos. La primera se aleja (por suerte) de su trabajo en la primera parte, componiendo a una mujer herida por dentro y por fuera que tiene que aceptar un destino que no se esperaba, mientras que la segunda está simplemente espectacular, y, en serio, cada escena en la que hace acto de presencia son las mejores del film. Coño, y yo que sólo la veía haciendo de Ana Obregón.

Paco León realiza un mejor trabajo de dirección que en su anterior film, alejándose muy sabiamente del formato documental y centrándose en la ficción, además de escribir un guión argumentalmente mejor estructurado, pero se nota que todo lo que ha aprendido para formarse como director ha venido de la televisión. Ver como hace las transiciones, la manera en la que están planificadas las escenas - sobretodo cuando se juntan varios actores en un mismo espacio -, un guión que en líneas generales abusa de los lugares comunes y tópicos...no sé, a mí me dio la sensación de estar viendo un capítulo alargado de "Aída" al que le han dado toques de "Breaking Bad" y de "Los Soprano", salvando las distancias, claro está. En todo caso el resultado final es bastante aceptable, y León puede sentirse orgulloso de tener en su haber dos buenas películas, pero todavía le queda mucho camino por recorrer. Ojalá que de un giro y en su siguiente proyecto se aparte del personaje/figura de Carmina, ya que esa será su única manera de evolucionar.

Una las cosas más sorprendentes que he oído acerca de esta película es que, según la revista Fotogramas, es la mejor comedia desde hace meses (sic) y apenas se destacaban fallos. A ver, como podéis ver, la película no es que me haya entusiasmado pero si me ha gustado, y por lo que a mí respecta el escritor de esta reseña se ha pasado al hacer esa crítica porque lo cierto es que, salvo momentos puntuales en los que la comedia hace acto de presencia mediante juegos de palabras, acciones que rayan el absurdo o frases lapidarias, este film nunca llega a ser de carcajada, como sí lo es la taquillera "Ocho apellidos vascos" por poner un ejemplo cercano. Todo lo contrario; los momentos dramáticos están presentes (la crisis, el tema de la inmigración, el maltrato, la pobreza...) y quedan bien marcados desde su principio, en el que incluso asistimos a la muerte de uno de los personajes, y según va avanzando la trama vemos como este juego de conspiraciones que se traen Carmina y su hija se va complicando cada vez más hasta acabar en un desenlace que podría calificarse de agridulce. No digo que sea un dramón, pero tampoco nos pasemos.


En resumidas cuentas, una irregular pero entretenida comedia dramática sustentada por un trío de actrices, Carmina Barrios, María León y Yolanda Ramos, que lo bordan en cada una de sus escenas.

NOTA: 6