Nocturna. Rojo Oscuro (1975) de Dario Argento

Rojo Oscuro es un perturbador giallo que nos narra la odisea de Marcus Daly (David Helly) un pianista británico residente en Roma, que presencia el asesinato de una medium alemana, que minutos antes había detectado con sus poderes sobrenaturales la presencia de su futuro asesino en una sala de conferencias. Los asesinatos no cesarán, por suerte Daly, contará con la ayuda de una pizpireta reportera, Gianna Brezzi (Daria Nicolodi), que le ayudará en sus pesquisas mucho más que la despistada policía, a la vez que ambos mantienen un divertido coqueteo basado en la guerra de sexos.
Que decir de un auténtico clásico del cine amigos. Una de las mejores (Suspiria y Phenomena serían otras de las mejores para el que esto escribe) películas de Argento, que yo no había visto, y gracias al Festival Nocturna, pude contemplar en presencia de su director, que recibió el Premio Maestro del Fantástico a toda una vida dedicada al género. Verla en pantalla grande, copia restaurada y espectacular, con un público fan del género, huelga decir que potencia aún más la experiencia.
Que gusto da comprobar que una película con casi 40 años de antigüedad puede entretener, asustar, divertir y mantener emocionada a una enorme sala de cine hoy día, en 2014. No hay duda de que el ambiente festivalero ayuda. Pero Rojo Oscuro es uno de esos raros casos de película entretenida y que funciona, y a la vez, es arriesgada visualmente, sin perder la atención del gran público. Sorprende lo bien hilvanados que están sus distintos aspectos, el terror psicológico, las secuencias experimentales visualmente, el gore de impacto...incluso la relación de los protagonistas es tremendamente divertida y está deliciosamente interpretada. La película lleva al público por donde quiere en todo momento, y engancha desde el primer momento hasta el impactante final (giros incluídos, que no por tremendos, dejan de colar). En resumen, una obra maestra de Argento que nadie debería perderse, no por ser un clásico, que lo es, sino porque es rabiosamente entretenida.