Vuelve a la carga la amiga Miriamelle con esta "Scooby-Doo 4: La maldición del monstruo del Lago", una película directa a televisión, la cual desconocía su existencia, aunque ya viendo sólo el póster se entiende el por qué.
Bueno, disfrutarla.
Del director de Padre en apuros, Los Picapiedra, Beethoven, Byan Levant, ahora productor, nos llega este telefilme dirigido por David Newman, y la verdad que resulta sorprendente que un tipo con ese curriculum, sumado al tino de Newman de usar chascarrillos clásicos de la misma serie de dibujos, cómo ha sido posible que haya salido un aborto fílmico de tal magnitud.
SCOOBY, ¡PIÉRDETE!
Tras una primera escena mezcla la serie clásica y series de esas de Disney Chamel, en la que te destripan en parte lo que va a pasar, ya que es la escena de desenmascarar al villano, como en el primer film de imagen real que se hizo, pero sin destilar la esencia de la cinta, pasamos a un Shaggy ansioso por acabar las clases en el último día, se termina y sale al patio a lo hawaiano, ligón y carismático... que no, que es solo lo que él se imagina... ¿Desde cuando los perros van a clase? Cuando vemos a Fred nos sale un WTF? del copón, es el típico cachitas desneuronado apagado de sus bíceps y moreno (vamos que ni en el color de ojos se parece), la caracterización en más bien... noventera, alejada de los looks setenteros clásicos de la franquicia de Hanna Barberá (los cuales se darían un megafacepalm de ver esta obra). Primera escena de coma diabético cuando Fred y Daphne cuentan el cómo se enamoran (voy por una dosis de insulina rápida). La clásica escena de la serie donde alguien les advierte que no vayan a donde deben ir, en este caso una vieja que, por alguna extraña razón, tiene un cuadro de si misma delante de la caja registradora. Exceso de ego supongo. Llegan a la zona, Shaggy se cae de la furgoneta (esta al menos SÍ es la de la serie) y Belma acaba por cogerle en brazos, en nueva escena hipermoñas y ultraglucósida con amenaza de coma diabético severo... Van a la playa estos dos, Sahggy intenta ligar, con la habilidad de una piedra pómez, Belma encuentra una piedra azul brillante y parece quedar drogada por la misma (¿costo?). Por la noche hay una fiesta, momento en la que aparece el munstruo, en este caso un sapo ultrahormonado con colmillos de vampiro, cunde el pánico, la gente huye, el bicho se da el piro... Deciden ir a visitar al único que ha sacado foto previamente al sapo-vampiro que, casualmente es un farero huraño, PEOR es el mismo farero huraño de Ghost Shark, que les cuenta la historia; una vieja bruja que vivía en una cueva (yo diría que es prima de la que hizo la cueva de Ghost Shark) que, mira tú por donde, está en el lago y, qué casualidad esta bruja crea al sapoconcho ese para vengarse de los colonos por joderle las tierras (creo que el guionista es el de el tiburción pitufo ortodóncico perdido), la atrapan y la hacen a la barbacoa. Nueva escena glucósida de Shaggy con una servilleta (He dicho glucosa, no pornosa), llega Daphne, se come la servilleta garabateada y ella ve a Fred tonteando con unas chicas (ataque de cuernos a la vista), se reúnen todos y Belma les enseña un vídeo más pixelado que un juego de la NES donde se ve a la bruja de colegueo con el sapoconcho vampiro, pero cuando va a limpiar la imagen y ver la cara, zas, la máquina se jode porque Belma a tirado sin querer queriendo un té encima (muy a lo CSI el zoom, sobretodo porque esos píxeles eran tan grandes como el culo de Godzila), como la ha cagado, decide presentar su dimisión y se pone derrotista y medio emo (¿Belma emo? amos no me jodas), Shaggy vuelve al ataque con más moñería ñoña e hiperglúcida. Ya de noche la clásica escena de la serie de los bocadillos gigantes, pero Shaggy huele "a Belma" y desaparece "volando" dejando a Scooby de mal humor y sin pegar bocado... mientras tanto el sapoconcho persigue a Daphne y Fred que acaban por disfrazarse con la ropa de la serie (hasta se pone un tupé rubio este Fred musculitos). Nueva escena glucósida de Shaggy, pide cita de rodillas a Belma, la cual le rechaza, pero al final admite, después de haberlo dejado más tocado que los barcos del hundir la flota, al festejarlo se come la puerta y se cae dos veces pegando botes... Shaggy y Belma tienen la cita, la cual jode con mucho amor Scooby (y porque no decirlo ataque de cuernos), yéndose Belma. Mientras tanto, Daphne y Fred han ido a un barco-museo color rosachicle, muy mono, en el cual, como es cotidiano, en la habitación más lúgubre y la única que puede atrancarse, encuentran recortes de periódico en los cuales descubren, tachán, tachán, que la bruja lameranas tuvo descendencia y ¿a que no adivináis quién es? Pues sí, es la vieja tronada del cuadro - algo de lameranas tiene, al menos los pelos digo yo - van a su casa y allí se encuentran a la bruja (primera escena, ¿recordáis?), cuando la atrapan descubren que es...¡BELMA!, la cual ha sido poseída por la bruja vengativa, les da una lección de fuegos artificiales, les noquea y se pira, aparece la vieja, la cual los dirige... pues sí, a la cueva del puñetero lago. Cuando allí llegan la bruja crea otros tres sapoconchos, ya tenemos a los Batletoads amigos, persiguen a Scooby, Daphne y Fred, mientras Shaggy, en un arrebato de cursilería moñosa y más ñoña que aquel conejito de "Besos, caricias y mimitos" inunda la pantalla con un torrente de glucosa tan infartable que he tenido que pensar en como Gatsu empala a un bicho con su espadón vía rectal (vale, eso a quedado muy gay, pero yo pretendía que sonara gore), total que vence a la bruja a base de ñoñerías megaglucósidas, mientras Daphne y Fred huyen, este de un soberano guarrazo, revienta un tronco que ni un Aizkolari vasco (así, a lo Hulk) para que las Batletoads no se hagan unos noddles con sus higadillos, cuando la bruja es vencida, vuelven a ser unas inocentes ranitas... Resuelto el misterio y vencida la bruja, todos vuelven a ser amigos, ya se sabe que no se debe mezclar el trabajo con líos de alcoba... Scooby se sube por resbalón a una máquina enceradora, cae del balcón y tenemos una escena homo-zoofílica entre éste y Shaggy... y fin.
A pesar de todo sigue bastante bien las pautas clásicas de la serie; desde las pistas evidentes, un malo que "no te esperas"...bueno, no, aquí ya sabes desde que Belma coge la piedra que será la bruja berrugosa (de chupar tanto sapo digo yo), también se incluye para la ocasión la clásica escena de ingesta bocadillos, la clásica persecución con mil puertas a lo Benny Hill, pero nos damos cuenta de lo fallida que es cuando vemos que el propio Scooby, el protagonista absoluto, sale realmente poco. Para ser "un telefilme barato", entretiene, pero no va más allá, ya que como fan del Gran Danés no me satisface y eso que hay partes que en verdad era la serie, pero tal exceso de glucosa en sangre y la deformación de los personajes casi me hacen quitarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario