Wax nos narra la historia de Mike, un fan del horror que por dinero acepta protagonizar un reality donde veremos su odisea, pasar una noche dentro del Museo de Cera de Barcelona.
Mezclando referencias a cientos al cine de horror, fandom español, prensa especializada, fantaterror español con cine clásico, gore y found footage, Wax, prometía ser un producto bastante singular. Y lo es, desde luego. Por eso, visto el resultado final, cuesta tanto criticarlo. Quizá el problema básico, es que le cuesta tomar forma de película. Y más, de película de terror. Muy divertido en su sentido experimental y en su juego de guiños y referencias, el film resulta más una película de arte y ensayo interactiva con el espectador de cine de género que una de terror pura y dura. No ayuda el que no se decida entre los subgéneros, transita entre cine de terror clásico, gore bestia y found footage, con un protagonista que no termina de comportarse de manera consecuente en su supuestamente acongojante situación.
Pero a su favor hay que decir, que tiene el mérito de resultar un producto coherente a sus intenciones, aunque estas entren en conflicto con sus intenciones como película de terror. Una estridente y exagerada banda sonora, que pretende dar una intensidad épica (bocinas a lo Nolan incluídas) a unas imágenes que a las claras no la buscan, ayuda más a generar confusión que otra cosa. Aunque resulta un film ligero, simpático y se hace cortito, mérito que no hay que olvidar. Además de ese gran villano interpretado por el no menos grande Jack Taylor, todo fina ironía inglesa disfrazando un sadismo sin límites (aunque no me encajan dos cosas, que sea un Canibal que sin venir a que, se obsesiona con ver su figura de cera y que Jack Taylor, por buena que sea su interpretación, no me deja de resultar inverosimil como psicokiller ¡tiene demasiada cara de buena persona!). Un producto que no por ciertos fallos de montaje y conflictos de intenciones deja de ser recomendable, sobretodo por lo original y extraño de su propuesta. Me quedo con esas chulísimas escenas oníricas del Doctor Knox ataviado como la misma muerte subido en su negro carro tirado por caballos. Si podéis echadle un ojo.