Año: 2010
Duración: 78 minutos
País: Francia
Dirección: Quentin Dupieux
Intérpretes: Stephen Spinella, Jack Plotnick, Wings Hauser, Roxane Mesquida, Ethan Cohn, Charley Kootnz, Daniel Quinn...
Argumento:
Un neumático, que adquiere vida sin saber como, posee unos terribles poderes telequinéticos capaces de reventar la cabeza de las personas. Con ellos siembra el terror en el desierto para deleite de unos espectadores que observan la acción - con prismáticos - desde la lejanía.
Crítica:
Vi esta película hará unos años después del estreno en el festival de Sitges de 2010, y que no pude ir por desgracia. Huelga decir que el film lo tuve que ver de manera fraudulenta, gracias a un héroe que la colgó en YouTube durante unos días - cuatro para ser exactos - y que desde aquí solo puedo expresarle mi mas sincero agradecimiento.
Hace poco pude volver a verla, aunque esta vez en pantalla grande y con un público entregado ante la visión de un neumático reventando cráneos humanos. Como podéis imaginar, la película adquirió más valor que el que ya tenía, siendo una experiencia única y que os recomiendo.
A ver, ahora os incito a leer de nuevo el argumento y quiero que lo analicéis.
¿Ruedas asesinas? ¿Poderes telequinéticos?¿Espectadores armados con prismáticos?
...¿¡PERO ESTO QUE MIERDA ES!?
No hay razón, tal y como explica en el inicio el Sheriff interpretado por Wings Hauser en su monólogo. Una oda, muy divertida eso sí, al "No hay razón", una escusa como otra cualquiera para que todo lo que veáis durante sus ajustados 78 minutos vaya a ser una fiesta loca de manicomio.
¿Ruedas que adquieren vida? Venga.
¿Espectadores asesinados porque sí? Vale.
¿Finales que te dejan frío, para luego volver a dejarte el culo torcido? Sin duda.
Así que haceros un favor cuando la veáis: Sentaros en vuestro sillón, dad al play y dejad los prejuicios y las preguntas a un lado, que si el director ya los ha mandado a la mierda,¿por qué tú no?
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