Crónica: La CutreCon.
El pasado sábado día diecinueve se celebró en Madrid, concretamente en la Casa del Reloj del Matadero de Legazpi, el festival por antonomasia que ningún fan acérrimo del cine más casposo y cutre debería perderse. Hablo de nada más y nada menos que de la (in)famosa CutreCon, programada como todos los años por los amigos de la página Cine Cutre.
Por desgracia, este año no he podido ir a nada más que a la sesión de mañana, ya que las entradas dobles se habían agotado nada más abrir las puertas y yo llegue unos diez minutos tarde por culpa de un metro que tardó casi un cuarto de hora en recorrer cinco paradas, así que cuando llegué solo pude contentarme con una entrada de mañana. Una auténtica pena, pero que para el año que viene lo tendré en cuenta y acamparé para ser el primero de la fila...o llevo la escopeta de mi abuelo, según me de.
Volviendo al festival, tras entrar a la sala y ser acomodado por el mismísimo Oso de CineCutre, el cual andaba de acá para allá sin poder sentarse si quiera (lo malo de ser de la organización) empecé a ver la primer engendro del día:
-007 SQUAD.
Aunque suene a subproducto a la estela de cierto agente secreto británico con licencia para matar, la verdad que este film de dibujos animados coreanos es un hijo bastardo de las series Comando G y Mazinger Z, en el que el robot protagonista es directamente una fotocopia de nuestro querido lanza puños.
Del argumento, poco o nada puedo contar que no hayáis visto ya en las series que he mentado en el párrafo anterior; desde villanos megalómanos (en este caso una villana), pasando por luchas cuerpo a cuerpo entre robots gigantes, hasta llegar a una batalla a gran escala por la supervivencia del mundo...solo que todo ello dibujado y narrado de la manera más horrenda imaginable. Imaginaos que el film es tal despropósito, que ni tan siquiera los animadores se esforzaron en darle un mínino detalle de calidad a los dibujos, siendo notables las desproporcionadas figuras de los personajes, como una repetición continua de planos ya vistos a lo dibujos de la Hanna-Barbera. Merecen mención una serie de cartelitos que aparecían de modo aleatorio durante una milésima de segundo en pantalla, y que causaron confusión entre el respetable público. Se barajaron varias teorías; desde una publicidad subliminal para que al público nos gustase esta mierda o bien improperios que el dibujante dedicaba a su obra. Nada de eso, al finalizar la cinta se nos aclaró que dichos carteles correspondían a unas anotaciones del animador para corregir los fallos de dibujo, que, como se puede ver, se les hicieron caso omiso, aunque como en "homenaje" a ellos se mantuvieron.
No os confundáis por lo que os acabo de decir, pese a sus múltiples, innumerables, infinitos fallos la película es una fiesta de principio a fin, un despiporre continuo que en su argumento se mezcla sin ton ni son el amor imposible (y mas rancio) entre héroes y villanos con risibles peleas, salpicado todo ello de frases lapidarias tipo Oliver y Benji, solo que sin su épica.El film incluso se puede tomar como una parodia de todas esas series anime de nuestra infancia...otra cosa es que lo sea.
Recordad que tenéis la película completa en You Tube por si queréis echarle un ojo.
http://www.youtube.com/playlist?list=PL3DC2CA36A34A7541
Tras los títulos de crédito aparecieron en escena Oso y Cacaman (la mascota de Cine Cutre) para presentar el film sorpresa de la mañana, y el primero del día. En ese preciso momento poco (o nada) podríamos sospechar el engendro que íbamos a presenciar...
- ANASTASIA: VERSIÓN DE LOS CHINOS.
No lo tengo claro, pero este, por llamarlo de algún modo, es de los mismos que perpetaron la versión animada de CutreHércules, que comentó con odio y saña el jachondo de Loulogio en su blog, o la versión animada de Titanic, en la que ¡¡nadie palmaba!!. Si habéis tenido la desgracia de ver uno de esos engendros o sus derivados como Ratatoing y What´s Up (las que no hace falta decir a que cintas emulan), sabréis a que tipo de mierda nos enfrentamos en esa sala, pero si no os incito a que vayáis a vuestro chino más cercano y adquiráis una de ellas por el módico precio de 0.50 céntimos. Una cosa no, pero baratas son.
Dicho esto, explicar que la trama, en principio, no difiere a la leyenda de la desaparición de la princesa Anastasia durante la Revolución rusa, es decir, si habéis visto la versión que hizo la Fox ya sabéis de que va, aunque ni por asomo cómo se desarrolla, porque de paso reescriben la historia a base de licencia.
Erase una vez, en la Rusia zarista, unos monarcas pijos y avaros, aunque más pija era la matriarca, un emulo momificado de Cruella DeVile que suelta sin venir a cuento palabras en francés, además de mal criar a su sosa nieta Anastasia, la puta niñata no se queda atrás, ya que tiene una risa irritante que se te clava en el puto tímpano y dan ganas de ahogarla con una cuerda de piano. Por fortuna nuestra la abuela se larga pronto a Francia (como no) dejando al cuidado de su medallón a la criaja.
¿Sabíais que en realidad el pueblo ruso no fue quien comenzó la revolución rusa y luego mató a la familia real? en verdad fue un grupo de ¡tres! criados descontentos por su trabajo, comandados por el pérfido Rasputín (tan malo que es al único que le dedican primeros planos de su entrecejo), y que se cargan de golpe y porrazo a la familia real a base de la efectiva bomba con mecha.
Tras la muerte de su familia, y con una mas que conveniente amnesia, Anastasia sale de los escombros del que fuese un día su hogar y es adoptada por un hombre con un más que sospechoso parecido con el padre de la Bella y la Bestia, que además tiene una perra parecida a la protagonista principal de la Dama y el Vagabundo. Como podéis ver, los "cameos" de los personajes salidos de la compañía del ratón están a la orden del día, y tened por seguro que no serán los últimos.
Pasan diez años y vemos a un Rasputín hundido y hablando con una rata parlante (es eso o está zumbao) que lleva en el hombro. El villano de la historia ha perdido las elecciones para presidente de Rusia (¿?) y no sabe el motivo, así que invoca a la Babusca, que es una copia con zurraspas de la madrastra (en vieja) de Blancanieves. Le explica que no consigue ser el presidente (¡!) porque no mató a la niñata con voz de pito y hasta que no lo consiga nanai de la China, así que presto él, se encarga en persona de la cacería...bueno, y su rata.
Por otro lado vemos a un pícaro traficante de vodka, de cuyo nombre no me acuerdo, pero sí que era muy aficionado al rock-metal dado como pone los dedos cuando habla, se encuentra con la niñata y su chucho en el bosque. Muy idiota ella hace que el pícaro se quede a dormir en su casa para enfado de su padre que ve lo que trama la hija, que quiere, en una palabra, follar. El pícaro, más amigo de lo ajeno que ganas de tirarse a la niñata (no le culpo al pobre) decide robarle el colgante para luego venderlo y costearse el irse de putas. Muy listo.
Ya en la ciudad, el pícaro acude a la sede del partido comunista (¡¡¡!!!) donde intenta cual gitano venderles a sus camaradas el colgante de la niñata. En el transcurso de la transacción a uno de los pardillos se le escapa que la vejestoria abuela (sí, aún vive), que ahora vive en París, está buscando a su nieta, la cual lleva el colgante que le regaló, y promete una recompensa bastante provechosa. Vamos, como si fuese un perro de raza que se le ha escapado a una pija. Raudo y veloz, el pícaro vuelve a casa de la niñata y su padre, y les cuenta lo de la búsqueda por parte de la momia (lo de la recompensa no, claro). Así iniciarán un raudo y veloz viaje hasta Francia, en el que les pisarán los talones Rasputín y su...ejem...rata parlante. Fijaos si van rápido que tardan desde Moscú hasta la frontera con Francia (¡¡¡¡!!!!) un día y una tarde, y nada más llegar les reciben unos pseudo Asterix y Obelix que montan guardia. Decir de estos dos que, a parte de hablar un francés de chichinabo, parece que les ha dado el sol de más hasta dejarles medio mentales, pero al menos saben distinguir que Rasputín no es trigo limpio y le detienen (deben de haber visto mucho primer plano de su entrecejo), mientras que a nuestros héroes les dejan pasar tan ricamente.
¡Así da gusto la Unión Europea!
Ya en casa de la momia son recibidos por el mayordomo, que también habla francés nivel chichinabo, y que les hace pasar a los aposentos de la anciana, y que tras hacer las pruebas pertinentes, acaba aceptando que es Anastasia. Yuhu. Pero, oh, contrariedad, Rasputín de ha fugado de chirona y ha abandonado a su rata parlante a su suerte, ya que ahora su culo pasto de sodomitas, cambiándola por una bomba de mecha que tanto le gusta y que piensa usar para matar a todo Cristo de esa habitación. Desgraciadamente no es así, ya que el dichoso perro de la niñata hace que le reviente encima, cargándose al malo del entrecejo en una explosión aislada que no afecta a los que le rodeaban.
En fin, al acabar vemos, como un final feliz manda, a toda la familia feliz y contenta a bordo de un barco con dirección a las Américas. Sólo deseamos una cosa al ver tal estampa: que ese barco en el que van se llame Titanic.
Tras asistir a tal desenlace y gritar a pleno pulmón lo que pensábamos de tal ponzoña, muy divertida por cierto, empezó la presentación del plato fuerte de la mañana, una película que aúna ninjas, rock, puks, katanas, motoristas, cardados imposibles, pandilleros, cocineros y promotores musicales que saben dar hostias y negros pluriempleados. ¿Imposible diréis? Eso es porque no habéis visto:
-CONEXIÓN MIAMI.
Si las anteriores ya me habían dejado picueto, esta me acabó por destrozar en la butaca. En serio, desde Extro II no veía tal...tal...no sabría como describirlo bien. Este film sobrepasa todos los adjetivos que se le puedan ocurrir a mi cerebro, y eso que vi The Amazing Balumba, pero sí os puedo decir que la película es tan cutre, tan mal rodada y peor actuada (ese chino que no sabe inglés) y ese final en el que, en resumen, todo vale, hacen merecedora de todas las risas y aplausos que se escucharon en la sala, y claro, el recomendar que le echéis un ojo, fijo que no os decepcionará.
La historia comienza con un grupo de Ninjas malvados boicoteando una compra/venta de yeyo en la ciudad de Miami. Los pobres narcos no tienen opción a defenderse de los Ninjas, ya que estos son más efectivos que unas escaleras en un parking para inválidos, y se los irán cargando de uno en uno hasta conseguir el yeyo y la pasta. No son listos ni nada. Ya en su cuartel general, los Ninjas son felicitados por su jefe, un chinorri con cara de no haber comido Hallbran, y son visitados por una especie de Steve Carell con barba y trajeado al que le dan el yeyo.
Luego vemos como una banda interracial de rock toca en una discoteca. Nuestros protagonistas. Sus canciones son de un blanco que tiran para atrás, y podemos ver que pese a ponerle ganas, más de uno (el chinorri) parece que estén haciendo un siniestro air-guitar, además de una chica que no hace nada, sólo está para hacer bulto mientras se morrea con uno de los guitarras. Entra en escena el Steve Carell barbudo, esta vez con pintas de punk de recreativas, acompañado por su séquito de subnormales que miran con cara chunga a los cinco integrantes de la banda, en especial a la chica y al guitarra.
Al día siguiente vemos a la pareja feliz, cogidos de la mano, claro, saliendo del instituto pese a tener casi cuarenta cada uno. En esto que la chica le explica que es huérfana, y su hermano (Steve Carell) ha cuidado de ella y le ha pagado todos sus estudios, pero que es un cabrón peligroso y muy celoso. Eso es gratitud y lo demás son tonterías. Al llegar la pareja al aparcamiento vemos como Carell y su banda les están esperando con cara de mala digestión, y atacan al pobre pringao. Por suerte, o desgracia, acuden en su rescate la banda al completo, pero no os creáis que va a haber la primera pelea, no, aún se lo hablan tranquilamente y, a lo mejor porque los otros son más, huyen con el rabo entre las piernas, mientras que la chica se va con su hermano (estos dos hacen incesto como dos sureños, fijo).
En casa del grupo, que resultan ser huérfanos los cinco, vemos escenas cotidianas como ver a uno de ellos con pinta de Freddy Mercury pasearse sin camiseta (guiño guiño), discutir nuevas canciones, o saber que el negro (siempre hay uno) está intentando localizar a su padre biológico, una cosa que le hace llorar y ser víctima de un abrazo en grupo tipo Los Serrano.
En una escena de transición, vemos como el manager de la banda es recriminado por la antigua banda que solía tocar en el tugurio, y por recriminar me refiero a golpearle, pero con lo que no cuentan es que el tipo sepa dar hostias a lo Jackie Chan, y despacha en un plis plas al grupo que huye del local muy maltrechos.
...y ya no os cuento más, porque si no pierde la gracia al verla, y os aseguro que por más que os cuente no llegaría al nivel que se ve en pantalla, pero tened claro que esto es solo la punta del iceberg.
Al finalizar el film, y tras unos segundos de quedarme clavado en el sitio por lo que acababa de ver, fui directo a las taquillas para ver que aún seguían sin tener entradas para la tarde. Pensé en ese momento el quedarme por la zona para aprovechar el que algún tardón, o que simplemente no iba a ir, dejase el asiento vacío y poder entrar así. Una idea cojonuda que deseché al ver el mogollón de gente que vi a la salida y que esperaba hacer lo mismo que yo había pensado, así que me marché a casa.
Una pena, pero lo dicho, el próximo año hago cola desde el día anterior.
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